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Gran Teatro CaixaBank Pr铆ncipe P铆o acogi贸 anoche una de esas veladas que justifican por s铆 solas un festival: el encuentro de Javier Ruibal y Pedro Guerra, dos referentes de la canci贸n de autor que, desde sensibilidades distintas, compartieron la certeza de que la m煤sica puede ser al mismo tiempo celebEl raci贸n y refugio.
El primero en aparecer fue Javier Ruibal, con su carisma desbordante y esa capacidad para hacer de cada interpretaci贸n un fest铆n sonoro. Lejos de refugiarse en lo f谩cil, apenas concedi贸 al p煤blico un gui帽o con “Solo la dosis hace el veneno”. Su repertorio fue una traves铆a por lo m谩s s贸lido de su carrera, con una instrumentaci贸n rica, potente y matizada, capaz de transformar cada canci贸n en una experiencia inmersiva. Cada vez que un tema se cerraba con ese habitual estallido suyo, del patio de butacas surg铆a un espont谩neo y repetido: “¡Madre m铆a!”.
Ruibal no estaba solo: lo arropaba una troupe de m煤sicos de primera. Diego Villegas multiplicando vientos —saxo, clarinete, y flauta travesera—, Jos茅 Recacha y Daniel Esportell a las guitarras alternando tambi茅n la arm贸nica, y Javi Ruibal a la percusi贸n. A este lujo instrumental se sum贸 el baile de Luc铆a Ruibal, cuya presencia sobre el escenario regal贸 belleza, duende y arte en estado puro. Un conjunto de excelencia, ajustado como un reloj y vibrante como un coraz贸n. Todos ellos ten铆an disco a la venta en el "merchan" regentado por el omnipresente Ricardo Gal谩n, Ruibal, adem谩s de discos, ten铆a "Chucher铆as musicales"
Tras el hurac谩n Ruibal, lleg贸 el turno de Pedro Guerra, que propuso un viaje en sentido contrario: hacia la introspecci贸n. Con la delicadeza y la hondura que le caracterizan, desgran贸 temas de su 煤ltimo trabajo, “Parceiros”, junto a cl谩sicos de una trayectoria que este a帽o celebra tres d茅cadas desde aquel m铆tico “Golosinas”. El recuerdo a Libertad 8, lugar fundacional de tantas canciones, sobrevol贸 un repertorio que fue pura ofrenda de sinceridad y emoci贸n.
Uno de los momentos m谩s 铆ntimos lo protagoniz贸 un valsecito inspirado en la Virgen de Guadalupe y dedicado a Mar铆a, su pareja y m谩nager desde hace m谩s de 25 a帽os. “Se puede ser no creyente y ser guadalupano”, confes贸, arrancando sonrisas y complicidad.
Su banda fue tambi茅n un seguro de vida: Luis Fern谩ndez al piano, Miguel Ponce al bajo, Miguel Molina en la bater铆a y Pablo Cebri谩n en la guitarra y la producci贸n. Sonido impecable y arropo perfecto para un concierto que quiz谩 se hizo corto, pero que flot贸 en ese clima de comodidad compartida entre m煤sicos y p煤blico.
En medio de la comuni贸n, Ruibal lleg贸 a decir: “Este p煤blico tiene comp谩s” .Ambos artistas lanzaron una proclama que reson贸 con fuerza: “¡Viva Palestina libre!”.
Fue, en definitiva, un gran concierto de contrastes y afinidades: la exuberancia y la fiesta de Ruibal, la introspecci贸n y la ternura de Guerra. Dos formas distintas de emocionar, un mismo escenario, y la certeza de haber asistido a una noche que quedar谩 en la memoria del Madrid Live Experience.
Entre el p煤blico : C茅sar Rodr铆guez, Laura Granados, Ricardo Gal谩n, David Diaz, Bego Ort铆z y Paco Ibarra.
(disculpad por la calidad de las fotos, solo ten铆a a mano un celular de gama baja. Muy baja)
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