Resiliencia
Solo un presentimiento.
El aire se vuelve más denso, el silencio se estira… y uno sabe.
La helada no grita: susurra.
Se cuela entre las hojas nuevas como una sombra helada que no pide permiso.
Desde chico entendí que la primavera no era promesa:
era una espera.
Esa espera que se clava hondo en la memoria familiar, donde cada generación aprendió a mirar el cielo y no bajar la cabeza.
Encender fuego en medio de la oscuridad no es solo defender la viña.
Es resistir a lo inevitable, desafiar sin soberbia, abrazar sin certezas.

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