Adiós al cariño y a la fortaleza.
Era una figura emblemática de los derechos humanos de Rosario. Tenía 83 años y era hija de un anarquista. Recuperó a su nieta, Ximena Vicario, en los ’80 y tuvo que pelear por ello contra los medios de comunicación.
Leer nota.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario