Adiós al cariño y a la fortaleza.
Era una figura emblemática de los derechos humanos de Rosario. Tenía 83 años y era hija de un anarquista. Recuperó a su nieta, Ximena Vicario, en los ’80 y tuvo que pelear por ello contra los medios de comunicación. Leer nota.
sábado, noviembre 29, 2008
Darwinia Gallichio
Publicadas por Romano a la/s 5:56 a.m.
Etiquetas: Abuelas de Plaza de Mayo
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