viernes, octubre 11, 2024

Karmelo C. Iribarren

 ESTAMPA OTOÑAL

Junto a los días cortos,
los catarros
y las hojas muertas por las aceras,
un puesto de castañas
es sin duda la imagen
de que el otoño ha llegado a la ciudad.
Un día vas andando por la calle
y, de repente, notas
ese picorcillo familiar en los ojos.
Miras a un lado y a otro
y allí está, echando ese humazo gordo
de locomotora atascada.
A mí me agrada
encontrarme cada octubre
con este vestigio de mi niñez.
Es como si, de alguna forma
—por más precaria que esta sea—
me recordase
que mi mundo no se ha muerto del todo,
que aún resiste, y yo con él.



Rafa Mora & Moncho Otero


 

Javier Bergia & María José Hernández

 

Sofia Campos


 

José Larralde

UN DÌA ME FUÌ DEL PAGO
Un día me fui del pago, la pucha que lo extrañe,
Salí buscando trabajo y aquí estoy, míreme usted.
Cuando uno sale al camino, es difícil de saber,
Si podrá pegar la vuelta o morirá sin poder.
Cuanto más leguas se hacen, más quedan por recorrer,
Los caminos son pa dirse las penas son pa volver.
Que no se me manque el zurdo sin llegar a Huanguelén.
El hombre escarba en los otros, buscando felicidad,
Y se olvida de si mismo que es donde debe escarbar.
Las razones son razones, si se puede razonar,
A veces se anda pensando sin saber en que pensar.
Huellones de tierra y tosca, que de chico recorrí,
Arroyos, montes y vientos ellos allá y yo aquí.
Que no se me manque el zurdo sin llegar a Huanguelén......



Pity Álvarez

 

Ismael Serrano


 

El Roto

 


jueves, octubre 10, 2024

Silvio Rodríguez

 

César de Centi

 César nos cuenta por Facebook

Estoy trabajando en otros aspectos de mi disco nuevo mientras lo grabamos.
Disfruto del proceso.
Siempre hay esas “cosas” de las que hablamos los músicos de tener que multiplicarnos por mil para que todo salga con el respeto necesario.
Por eso tengo que agradecer a las personas que a un músico como yo, que no es de multitudes le ayudan a que todo sea mucho más sencillo. Imaginemos que solo tratamos bien a la multinacional y nos olvidamos de los comercios locales.
No es la primera vez que siento que precisamente por no ser de multitudes se ningunea mi trabajo.
Gracias mecenas, por apoyarme,por hacerme todo muchas más sencillo y feliz.




Daniel Hare


 

Love of Lesbian & Leiva

 

Han Kang

 La surcoreana Han Kang, Premio Nobel de Literatura 2024

La Academia sueca ha destacado la “intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana” de la autora.

Han Kang es una de las escritoras más sublimes que pueblan el escenario contemporáneo. Ganó en 2016 el premio Booker Internacional con La vegetariana (Rata), un asfixiante retrato del aislamiento en el que puede sumergirse una persona al cambiar sin permiso de los demás, y ahora publica en España La clase de griego (Literatura Random House), un grito de silencio en el que la voz y el lenguaje luchan contra su aniquilación. Han, surcoreana nacida en 1970, ha hablado con EL PAÍS al pasar por Madrid.

La protagonista de esta nueva novela es una mujer que ha perdido la voz, como también ha perdido a su madre fallecida y la custodia de su hijo. Para combatirlo acudirá a un idioma muerto, el griego, en el que aspira a recuperar lo que se le ha arrebatado. Y allí se encontrará a un profesor que está quedándose ciego al igual que Borges, un autor muy presente en este libro. La relación entre los dos vertebra un relato que reivindica una forma honesta de comunicación y que, en última instancia, despierta en el lector muchísimos interrogantes: ¿cómo viviríamos sin voz?, ¿y si supiéramos que íbamos a perder la vista?

Pregunta. ¿Parte usted de una experiencia personal?

Respuesta. Después de La vegetariana, que era mi tercera novela, empecé a escribir la cuarta y al llegar al séptimo capítulo no pude seguir, me bloqueé. Dejé de escribir durante un año y olvidé cómo hacerlo. Tampoco podía leer nada de ficción. Después de un descanso profundo pude volver a hacerlo y así nació esta quinta novela, La clase de griego, que surgió ciertamente de esa idea de silencio que he experimentado.

P. ¿Por qué cree que perdió esa capacidad?

R. Tal vez porque no era sincera en ese momento. Me faltaba sinceridad al escribir y por eso no podía seguir. Más tarde me di cuenta de que dentro de la ficción también se puede incluir la verdad. No por escribir ficción se pierde la verdad, se trata de buscar esos caminos en los que se pueda introducir, aunque sean estrechos. Nota aquí.



Rafa Pons


 

Salvador Amor

 

Rafa Mora

 Poema que abre el que será mi tercer libro de poemas "Punto cero".

TRÁNSITO
Evoco el abrupto acantilado de la tierra yerma.
Se diluye en penumbra la simiente que habita en sus contornos.
La armonía,
entre las enredaderas,
se quiebra con anhelo de mar embravecido.
No luce ya la vida
que, amontonada entre huesos,
despojada de nombres y memoria,
habita en una casa
sin luz y sin ventanas.
Lejos, queda ya la parca ungida
de aquellos que partieron hacia la última vereda.
El viejo faro les señala el tránsito
donde vigilia y sueño difuminan sus lindes.
Es denso el aire.
Se cierne un temporal que me esparce en cenizas.
Comienzo a remar hacia el otro lado del mundo,
sin mareas que remuevan las tenues siluetas.
Remar,
sereno,
en paz hacia el crepúsculo,
con el viento de poniente que guía firme el paso,
arribando a buen puerto,
la vida y su existencia.



Rozalén


 

Pedro Guerra

 

Rafael Nadal

Rafa Nadal anuncia su retirada

El campeón de 22 ‘grandes’ cuelga la raqueta a los 37 años, después de 23 como profesional y reconocido como uno de los grandes competidores históricos del deporte.

Rafa Nadal se retira. El tenista español ha anunciado su retirada este jueves con un vídeo emitido en redes sociales. “Me retiro del tenis profesional. Mil gracias a todos”, dice. Sus últimos partidos serán con el equipo español de la Copa Davis el próximo mes de noviembre. Ser o no ser, esa es la cuestión. Y desde hace tiempo, año y medio ya, Rafael Nadal había empezado a sentir (y aceptar) que ya no era tenista. No como él lo entiende. Pretendía el mallorquín estirar el recorrido para poder despedirse a su manera, compitiendo sobre las pistas en las que tantos momentos de gloria ha brindado, pero el destino le reservaba el mismo desenlace que a tantos otros: la negación. El físico, las dichosas lesiones; punto final de tantísimas figuras. Que se lo cuenten a su socio Roger Federer, sin ir más lejos. Llega ahora su adiós, forzado por el episodio que vivió a comienzos de 2023 en Melbourne; a partir de ahí, de esa rotura del tendón, una abrupta desaparición del primer plano y un intento tras otro de reengancharse, pasando por la desagradable experiencia del quirófano. Exhausto y cerca de los cuarenta, 37 años en el DNI —bastantes más en su castigado cuerpo—, el mallorquín decide colgar finalmente la raqueta y así lo anuncia. El tenis, pues, cuenta ya con él como otra una de las grandes leyendas de su iconografía. Nota aquí.



Fito Mansilla


 

Tute

 


miércoles, octubre 09, 2024

Rafa Mora

 MIENTRAS DUERME LA POESÍA

Mientras duerme la poesía,
pierden l@s poetas su fe en el mundo.
Los dioses reinventan la historia para mantenerse erguidos.
Hay humo en lugar de aire.
Sangre en lugar de vida.
Cenizas en lugar de sol.
Mientras duerme la poesía,
brotan enredaderas en todos los espejos.
Es estéril la tierra, pues destruye sus frutos.
Es baldío el esfuerzo, pues lo usurpa el hastío.
Es abstracto el futuro, pues desarma los sueños.
Mientras duerme la poesía,
estalla el ritmo en cristales afilados.
Ya no quedan luces para llorar ausencias.
Y huye, herido, el silencio
en mitad de la noche.
Despertad a la poesía,
pues sin ella,
el tiempo está vencido.



Santy Pérez

 

Javier Bergia


 

Luis García Montero

 Soy imbécil

Aunque la sociedad contemporánea haya borrado el papel de los intelectuales, es difícil no sentir escalofríos cuando se utiliza la palabra inteligencia, inteligencia estadounidense, inteligencia israelí, para preparar o legitimar el asesinato de miles y miles y miles de personas.

Aunque esté muy desprestigiada, las cosas más necesarias de la vida pierden sentido cuando dejan de mantener relaciones con la palabra bondad. Aunque la sociedad contemporánea haya borrado el papel de los intelectuales, porque una voz reflexiva se hunde en las urgencias multitudinarias de las redes sociales, es difícil no sentir escalofríos cuando se utiliza la palabra inteligencia, inteligencia estadounidense, inteligencia israelí, para preparar o legitimar el asesinato de miles y miles y miles de personas. La bondad no tiene buena fama desde hace muchos años, es la puta barata de las conversaciones. Antonio Machado tuvo que advertir en su Retrato que era bueno en el buen sentido de la palabra, porque se arriesgaba a ser tratado como un imbécil si defendía en público su bondad. Así están las cosas.

Para alegría de los miles de tuiteros enmascarados por la extrema derecha en las redes sociales, yo quiero declarar en público que soy un imbécil, un buen imbécil. Como catedrático de Universidad, escritor y lector de periódicos, siento un escalofrío cada vez que oigo hablar de los servicios de inteligencia que están detrás de la matanza televisada de personas en Palestina y Líbano. Se puede ser de derechas o de izquierdas, cristiano, árabe o judío, ateo o religioso, blanco, negro o mulato, hombre o mujer, con alcohol o sin alcohol…, pero uno no puede dejar de estremecerse cuando alguien, llámese Hitler o Netanyahu, se considera con el derecho planificado de asesinar a miles y miles de personas. Sin ese mínimo de bondad humana, negarse a un genocidio, no tienen sentido humano las religiones, las patrias, la política, los gobiernos nacionales o las reuniones internacionales.

Aunque sé que la palabra inteligencia alberga su mal sentido, pido en nombre de la cultura que se respete su lado bueno, que también lo tiene, y se hable con más propiedad de los servicios de barbarie de Israel. Nota aquí.



Charly García

 

Alberto Alcalá


 

Virginia Innocenti

 "El repertorio de Tita Merello está dolorosamente vigente"

La actriz y cantante retoma clásicos de la legendaria figura del tango: la esperada edición en CD de "Dijeron de mí" habilita un nuevo encuentro en vivo, enriquecido por el material de su espectáculo "Herida absurda" y canciones propias.

En los días felices de 2010, Virginia Innocenti protagonizó en el Centro Cultural Kirchner una obra de teatro musical inspirada en Tita Merello (Dijeron de mí, se llamó) y de tan buena no solo resultó muy festejada por el público y la prensa, sino también premiada varias veces. Pero le faltó algo: eternizarla en un disco de audio. Al publicarse originalmente solo en DVD, y ante sugerencias de allegados a la cantora y actriz que lo ponían en la lectora “solo para escuchar la música”, fue que Virginia decidió publicarlo solo en audio. “Si gusta tanto así, solo sonoro, sin necesidad de la imagen, ¿por qué no editar un disco, directamente?”, pensó Innocenti y pasó a los hechos con la edición del material, que presentará en público el sábado 12 de octubre -un día antes, Tita cumpliría 120 años- a las 21 en el Café Berlín (Avenida San Martín 6656).

Reponerlo implica entonces volver en voz nueva sobre enormes gemas que la Merello cantó y propagó en sus años de energía. “'¡Tormenta!', '¡Cambalache!', '¡Graciela Oscura!'... todo el repertorio que abordó en su momento Tita es una bomba. Y está dolorosamente vigente, como si se hubiese escrito ayer”, exclama Virginia, mientras atraviesan su mente las doce canciones que pueblan el material que, además de la voz de la actriz, conlleva el piano y los arreglos de Diego Vila.

“'¡Arrabalera!', '¡Tata… llevame pa'l centro!', '¡Llamarada pasional!'”, sigue exclamando Innocenti, mientras toma un suave té aromático en su casa de Villa Ortuzar, y se lleva las manos al pecho para improvisar una versión casera de “Arrabalera”, de Cátulo Castillo y Sebastián Piana: “Mi casa fue un corralón / De arrabal bien proletario / Papel de diario el pañal / Del cajón en que me crié… Yo quería rescatarla del olvido, ponerla en valor, porque fue una mujer increíble, Tita, una mujer que salió al mundo siendo analfabeta, y terminó teniendo hasta programas de radio, desde los que les salvó la vida a muchísimas mujeres preguntándoles si se habían hecho el Papanicolaou”.

-La secuencia más fuerte y recurrente de sus últimos años, sin dudas. Era una militancia.

-Incluso, cuando hago esta pregunta en el espectáculo la gente se ríe, y yo no sé si se ríe de los nervios, porque ella decía a voz en grito algo que supuestamente era difícil de nombrar. Yo creo que hoy habría que preguntar, también, ¿muchacho, te hiciste el chequeo prostático? En fin, Tita significó muchísimo para la sociedad a la hora de enfrentar la cultura patriarcal. Semejante mujer, que sin embargo recién se ha convertido en un ícono del feminismo en los últimos años, porque recuerdo que en el momento en que entrené la obra, mucha gente no la conocía, o la recordaba como una mujer mala, porque era fuerte y hacía oír su voz. Nota aquí.




Andrés Suárez

 

Emiliano del Río


 

Tute


 

martes, octubre 08, 2024

Rodolfo Serrano

 Una vida tranquila

Qué quiere que le diga, estoy tranquilo,
ya no ambiciono nada y nada espero.
Dejo pasar los días, un rescoldo
de aquellos viejos fuegos del pasado.
De vez en vez, alguien que me recuerda,
me llama por teléfono, me habla
de los lejanos tiempos en que fuimos
los reyes de la gloria y de la noche.
Las calles y sus sombras, el delirio
de amor y sus derrotas, las batallas
inútiles, absurdas -lo sé ahora-
las madrugadas frías. El desastre.
Ya ve usted, no sé si el calendario
me dará algún momento, pero ahora,
mi vida ya cumplida, solo tengo
esta nostalgia blanca por su nombre.
Por el recuerdo de un cuerpo en la penumbra,
algún verso perdido que aún me viene
confuso a la memoria y ese tacto…
el calor de su piel entre mis dedos.
El tiempo es un canalla, amigo mío.
Nos roba lo mejor de lo que fuimos,
deshace aquellos nudos que hoy sabemos
eran humo perdido en las promesas.
Así que vivo en paz. Espero. Leo.
Un café. Ver la tele y aburrirme.
Un recuerdo. Lejano. Tal vez, nada.
Y el dolor. Caminar hacia las sombras.
Foto de Raul Cancio.



Pugliese & Goyeneche

Silvia Penide


 

Emilio Aragón

 “No hay que politizarlo todo, la vida es mucho más”

El artista reflexiona sobre su nueva vida literaria, el fenómeno Broncano o su prolífica carrera: “Me perdí muchos momentos de mis hijos, pero nunca es tarde para intentar recuperarlos con los nietos”

Para España es Emilio Aragón (La Habana, 65 años). Para sus nietos, el capitán Bebo. El mejor contador de cuentos sobre la faz de la tierra. Y un abuelo especial porque también es un niño. Con zapatos nuevos y la ilusión intacta. Antes de la entrevista, se topa en una estantería con varios ejemplares ―recién impresos― de su primer libro de aventuras y los ojos le hacen chiribitas. “¡Hacedme una foto para mis nietos! Nada me ha emocionado tanto en los últimos años”, dice sobre Telmo Lobo. El misterio del capitán (Alfaguara). Y eso que lo ha hecho casi todo en la vida: músico, productor, guionista, actor, empresario, payaso, director de cine, presentador... Y lo que le queda. El tiempo apremia. Por eso, se levanta de una mesa si se ponen a hablar de política, no usa redes sociales y apenas ve la televisión. ¿Cuándo se lanzará a escribir una novela para el público adulto? “Cuando sea mayor”, dice con una sonrisa burlona.

Pregunta. En el libro, les da este consejo a sus nietos: “Lo que nos define es el amor que damos y recibimos. No el dinero ni los trofeos que ganamos”. ¿Cómo aprendió esta lección?

Respuesta. Gracias a mi madre [Rita Violeta Álvarez], que ha sido incondicional, también para el amor. A veces, se nos olvida porque la vida no es un camino de rosas y aprendemos a base de golpes. Con treinta años trabajé mucho y me perdí muchos momentos de mis hijos, pero nunca es tarde para intentar recuperarlos con los nietos.

P. Precisamente Telmo Lobo nace de las aventuras que les cuenta antes de dormir. El personaje del capitán Bebo es usted.

R. Sí, pero he intentado escribir como si le escribiera a un adulto, al niño que todos llevamos dentro. Es una novela que los hijos le pueden pasar a sus padres. No sé escribir desde otro lado que no sea desde el corazón y, de vez en cuando, soy un poco moñas, pero quería contar una historia trepidante para competir contra las redes sociales y los videojuegos, algo que no es fácil. Nota aquí.



Paula Mattheus

 

Pez Mago


 

Mercedes Sosa

 Mercedes Sosa y un disco en directo para recuperar la memoria

La grabación que aportó el ingeniero de sonido Carlos Melero recoge las presentaciones de la "Negra" del disco Corazón libre (2005), con las que volvía a los escenarios después de dos años de ausencia por problemas de salud.

Siempre que se evoca el tema discos en vivo de Mercedes Sosa, la apelación es recurrente. La memoria colectiva va en general hacia aquellos que brindó entre fines de la dictadura y recomienzos de la democracia. Los de febrero de 1982 –del 18 al 28, puntualmente- cuando, con la patria financiera-dictatorial medio en retirada, la cantora repletó el Teatro Ópera varias veces, interpretando canciones de resistencia y esperanza, que no solo venían del palo folklórico –la ladearon Charly García, Rodolfo Mederos y León Gieco, por caso-. La síntesis de aquel hito quedó plasmada en el eterno doble Mercedes Sosa en Argentina. 

También suele ir la memoria social, hacia aquel otro multitudinario concierto que la “Negra” brindó junto a León Gieco, Gustavo Santaolalla y Milton Nascimento, en la cancha de Vélez, el 21 de diciembre de 1984. Bienvenido es entonces que el Instituto Nacional de la Música, en concomitancia con la Fundación “Mercedes Sosa”, la familia de la tucumana y el sustancial aporte del ingeniero de sonido Carlos Melero -quien cedió registros inéditos al INAMU- haya tenido la oportuna idea de publicar un material tendiente a renovar la memoria. Se trata de En vivo en el Gran Rex 2006, y eterniza las 26 canciones que la “Negra” cantó 23 y 24 de mayo de 2006, en otra zaga conmovedora, en el teatro porteño. Días otoñales de una etapa en la que –a diferencia de la antedicha- la patria popular brillaba, fueron los que Mercedes eligió para activar dos propósitos. Nota aquí.


Dani Flaco & Coti Sorokin

 

Rozalén