martes, agosto 31, 2021

Encuentro con Cantautores

 


Seru Girán

 "Peperina", la obra cumbre de Seru Giran, cumple 40 años

"Fue nuestro 'Sgt. Pepper'", lo definió Charly García

El cuarto disco de estudio de la banda fue un trabajo bello, sencillo, de muy buenas canciones, cálido y sin las ambiciones que poblaban los anteriores.

Entre sus múltiples riquezas, el rock argentino tiene la de contar historias. La de condensar y desplegar aristas de algún personaje en tres, cuatro minutos, embarcado en una música que en general suma. Embellece. Allá corre el lado Spinetta en las manos giratorias del loco Fermín, el insomnio lúdico de Ana, la infinita pesadumbre del espíritu del Miguelito que se va, o el melancólico resumen porteño de Ricky, Agueda y Cacho. Allí quedan para siempre el carnicero Pato, de Moris; o Jimmy Gerli y Pepe Luí, loquitos casi hermanos que eternizaron La Mississippi y Divididos en sendos grandes temas. Allí también –más cercanos, dada la ocasión—, el represor Juan, el abúlico Natalio Ruiz o Bubulina, onírica dama que Charly García hizo encarnar en María Rosa Yorio. Nota aquí.



Leiva

 

Tute

 


lunes, agosto 30, 2021

Ismael Serrano

 

Tato López

 


Víctor Claudín

 Víctor nos cuenta por Facebook.

De repente, en un rincón perdido de esta España, que es mucho más que las grandes ciudades, descubres un amor inusitado por la literatura, por la música, por la cultura. Pimiango es un pueblecito asturiano, casi en la frontera cántabra, donde una especie de loco maravilloso ha montado una taberna librería bien especial, él se llama Esteban, con la intención de hacer actos como el que Juan Cabrera Padilla, Javier Bergia Garcia y yo protagonizamos la otra tarde. Lo montó mi querido amigo Juan, junto a Sole y Rudi, de la asociación cultural Manantial de Socueto, que habitan un lugar prodigioso, en Abándames, convertido en santuario de caballos. Y la librería de Pimiango (Esteban, Estelle, Carmen...), claro. Juan y yo hablamos de mis novelas, presentes en una mesita cercana, de la novela negra y del compromiso del escritor, ante un nutrido público atento y participativo. Acudió más gente que en la presentación que hice en mi pueblo, y vendí más libros. Se sumó generosamente Javier con un manojillo de sus lindísimas canciones. ¡Qué gusto tropezarse con esa sensibilidad que en ocasiones uno piensa que está desapareciendo de la faz de la tierra!





Fabián & Quique González

 

Bar La Paz

 Cerró el emblemático bar La Paz

"Fue el templo de la desmesura", definió el poeta Fernando Noy

Las almas nocturnas --escritores, periodistas, estudiantes, artistas, músicos, directores de teatro y de cine-- amanecían en La Paz, cuando Corrientes era la calle que nunca duerme. Alejandra Pizarnik, Fernando Noy, Rodolfo Walsh, David Viñas, Enrique Fogwill, Ricardo Piglia, Germán García, Raúl González Tuñón, Arturo Jauretche, Pino Solanas, Cecilio Madanes, Miguel Abuelo, la mítica Negra Renée, Miguel Briante y María Moreno --la lista es interminable-- se encontraban y desencontraban, conversaban y discutían en el mítico bar. En la misma semana en que reabrió La Giralda, otro espacio emblemático de la calle Corrientes, se confirmó lo que se intuía hace tiempo: el bar La Paz cerró. Todo el perímetro de Corrientes y Montevideo está tapado con papel blanco de embalaje pegado al vidrio.

El bar La Paz --abierto desde 1944-- había cerrado el 20 de marzo de 2020 sin saber que ese sería el último día. La pandemia cambió el paisaje del mundo y la calle Corrientes se fue a dormir, habitada por los fantasmas del pasado. En la tragedia antigua, el héroe muere en un tiempo en el que ya no se puede vivir. Pero hubo mucha vida en ese bar que transitó su "época dorada" entre los años 60 y 70. Hay un La Paz antes y después de la dictadura cívico-militar. En ese bar era frecuente verlo a David Viñas, a fines de los 90 y principios de los 2000, subrayando con ferocidad y malicia el diario La Nación. Fernando Noy, poeta, performer, actor, dramaturgo, letrista, un artista genial, recuerda las mil y una aventuras en esa esquina de Corrientes y Montevideo. "A La Paz, dentro de mi cuerpo, le corresponde el corazón. No hubo lugar más frecuentado ni más vivenciado; muchos recuerdos, muy poderosos, nacen de ahí. Corrientes era una Babilonia que nunca dormía, siempre anfetaminizada”, cuenta Noy. Nota aquí.



Funambulista

 


Rosana & Abel Pintos

 

Tute

 


domingo, agosto 29, 2021

Javier Ruibal

 La gente piensa que los discos o los trae la cigüeña o Spotify

Para el cantautor Javier Ruibal es muy complicado competir contra las descargas gratuitas, pues “ahora la gente piensa que los discos o los trae la cigüeña o Spotify y no es así”, ha señalado en una entrevista con Efe poniendo en valor todo el trabajo que hay detrás y defendiendo que el formato físico supone un apoyo manifiesto del publico al artista.

Ruibal visita este viernes el Flamenco on Fire para presentar en el teatro Gayarre de Pamplona su último trabajo, ‘Ruibal’, un disco con 13 canciones compuestas durante el confinamiento obligado a causa de la covid 19.

P: ¿Ya tenía la idea de este disco en la cabeza o llegó como consecuencia del encierro?

R: Ha habido tiempo para estar concentrado y por eso lo he hecho. Yo tenía 4 o 5 versos de 2 canciones pero todo lo demás ha surgido ahí. De hecho algunas de las canciones, sin ser relatos del confinamiento, tocan puntualmente la situación. También me decidí a escribir un relato por cada canción, que era algo que siempre estaba en mi mente pero nunca había hecho. Nota aquí.




Sole Giménez

Vetusta Morla

 

Bodega Massana

 Una bodega de toda la vida, nada ‘vintage’

Lejos de tendencias y de modas, la Bodega Massana, entrañable y añejo local de Horta, se mantiene fiel a la tradición culinaria de siempre.

El concepto ‘bodega’ se ha popularizado mucho en los últimos años en Barcelona, lo cual es un riesgo en una ciudad que compra cualquier discurso de autenticidad impostada como si eso no fuera un oxímoron. Hay locales nuevos que el diseño más cool ha tuneado en busca de esa atmósfera añeja, de toda la vida... de una vida que resulta que, igual, no llega al año. Y hay bares, simplemente, de toda la vida.

La Bodega José Massana abrió sus puertas como Can Ripollet (algunos veteranos del lugar todavía recuerdan esa denominación de origen) en la planta baja de una casa (ahora antigua) del número 1 de la calle Horta, en 1930. Era por aquel entonces una calle muy transitada por carros y gentes que pasaban por la antigua Riera de Horta y allí paraban a tomar un vaso de vino, o daban cuenta de un desayuno de cuchillo y tenedor, o se entretenían echando una partidita de cartas. Todo eso queda. En 1950, la familia Massana se hizo cargo del negocio con la intención de seguir adelante y lleva 70 años acumulando solera, como los vinos. Sin ostentar, nada vintage. Auténtica. Nota aquí.



Quique González

 

Dani Flaco

 


Félix Maraña

 Mi sombrero me persigue

Qué sería de mí sin mi sombrero,
de mi mente y mi mundo sugerido,
que construye mis nubes, da sentido
y me marca y me guía en el sendero.
Que me cuida de mí si estoy pensando
y corrige mis verbos, si mintiendo,
y comprende por mí si yo no entiendo
y discurre por mí, si meditando.
Qué será de la gente que yo quiero,
si me pierdo olvidado en la taberna,
si me olvido de la mirada tierna
que decide por mí mi paradero.
Mi sombrero me asombra y me confía,
me ayuda a preferir lo que prefiero,
me da aire de poeta y de granjero
y sabe más de mí de noche y día.
Es la prenda que rige mi destino,
me cobija del miedo y del espanto,
sabe todo de mí, que sabe tanto
que me avisa del riesgo, si no atino.
Y me quiere como el mejor amigo,
avisa a los demás de mi presencia,
avisa como alarma de mi ausencia.
Mi sombrero soy yo, que va conmigo.



Gustavo Cerati

 

Pablo Milanés

 

Los Secretos

 


Cesária Évora

 Cesária Évora, la voz y la melancolía: retrato de la diva de los pies descalzos

En su juventud cantaba para los marineros en los bares portuarios y la llamaban “la reina de la morna”. Fue prácticamente olvidada durante una década, acuciada por dificultades económicas y el alcoholismo, pero luego regresó y alcanzó fama internacional hasta su muerte. Se cumplen 80 años de su nacimiento.

“La reina de la morna” fue uno de los apodos con los que se conoció a Cesária Évora, una artista nacida en Mindelo el 27 de agosto de 1941, que alcanzó fama mundial a sus cincuenta años y logró que la música de Cabo Verde, un archipiélago volcánico ubicado a unos 500 kilómetros de Senegal, resonara en otros rincones del planeta.

Es la saudade –sodade en criollo caboverdiano– la materia de la que están hechas las mornas, los cantos lentos que le dieron reconocimiento internacional a Cesária Évora y que su voz dulce y potente consigue traducir, transmitiendo ese sentimiento ambivalente de una profunda melancolía que duele pero a la vez se disfruta, causado por la distancia temporal o espacial de algo amado que quizás nunca volverá. El escritor portugués Manuel de Melo la definió en 1660 como “bien que se padece y mal que se disfruta”. Un sentimiento que cala de manera sutil pero irrevocable, presente también en el fado portugués y en la canción brasileña. Nota aquí.



Tute

 


sábado, agosto 28, 2021

Francesc Burrull

 Muere a los 86 años Francesc Burrull, el hombre que moldeó la ‘Nova Cançó'

Fue arreglista de Joan Manuel Serrat y Lluís Llach, entre otros muchos, y escribió el himno del Barça

Francesc Burrull tenía 86 años, pero no lo parecía; en realidad estaba todavía en la treintena cuando su energía e ilusión eran capaces de romper todas las barreras y no solo las musicales. No hace mucho, tras una sabrosa paella y un par de cigarrillos a escondidas en el paseo marítimo de su Vilanova i la Geltrú, hablaba de su inminente proyecto con esa misma energía e ilusión que le conocíamos, inalterables al paso de los años y a la enfermedad que ya mermaba su físico. Con su visión muy disminuida ya no era capaz de escribir o leer partituras, pero podía imaginarlas, tocarlas y dictarlas y así, junto a Laura Simó, se gestó un disco que pronto verá la luz en el que recogió los poemas de su amigo y convecino Pere Tapias. Desgraciadamente será ya un disco póstumo porque Francesc Burrull ha fallecido este sábado en el hospital Sant Camil de Sant Pere de Ribes a causa de las complicaciones de su enfermedad renal.

El suyo no era un nombre conocido por todos pero sin él la música popular catalana de los últimos 65 años no sería la misma. Francesc Burrull le dio forma a la Nova Cançó mientras dignificaba otros estilos musicales en sus facetas de arreglista, pianista y director musical. Tras colaborar en los inicios de Edigsa pasó a encargarse de la dirección musical de Concèntric, es decir toda la Nova Cançó en sus primeros momentos pasó por sus manos y su buen hacer. A su pluma de arreglista y director musical y a su ímpetu se deben los primeros discos de Joan Manuel Serrat (incluyendo Cançó de matinada, Parules d’amor y también su primer Hernández), Lluís Llach (de El bandoler a L’estaca) o Guillermina Motta, los discos más notables de La Trinca o de Joan Baptista Humet y otras obras fundamentales del movimiento como L’Aguila Negra de Maria del Mar Bonet o Inici de càntic de Raimon. También consiguió que grabaran en catalán muchos cantantes que en los años sesenta triunfaban en castellano como José Guardiola, Lita Torelló o Francisco Heredero. Entre los músicos no adscritos a la Nova Cançó para los que realizó arreglos se cuentan pesos pesados como Antonio Machín, Julio Iglesias, Bruno Lomas, Luis Aguilé, Moncho o Peret. Nota aquí.



Luis Quintana

 


Fito y Fitipaldis

 

Josep Llimona

 Una casa gaudiana en el delta de Tigre

Tomo una lancha colectiva por el río Luján hasta el muelle de la casa Masllorens, una fastuosa muestra del Modernismo catalán diseñada por un escultor del equipo de Antoni Gaudí, el famoso Josep Llimona, quien vino al delta de Tigre en 1922. Me recibe María Mercedes López, alta y esbelta con dos gruesas trenzas rubias hasta la cintura: en los '90 fue modelo de Sedal y luce destellos vívidos de frescor juvenil.

Al entrar al living nos sentamos en sillones frente al enigmático ventanal, un círculo casi completo de cuatro metros de alto que arranca en el suelo, subdividido por radios de hierro en abanico cruzados por curvas. El Modernismo copiaba la naturaleza y esta es una telaraña gigante. Siempre que navego frente a esta casa, la sigo con la mirada girando el cuello hasta perderla. El magnetismo de ciertas obras de arte varía ante cada quien: en el caso de María, verla por primera vez fue no poder dejar de mirarla nunca más:

--El 19 de agosto de 1990 pasé frente a esta casa hacia un almuerzo y le dije a mi hijito Antú: “tu cumple lo vas a pasar ahí”. Yo iba con las patas colgadas sobre el agua llorando por un novio; al verla, se me pasó todo. Durante la comida averigüé dónde podría llevar al colegio a mi nene en las islas y a la vuelta dije: “si no me dejan bajar, me tiro”. Ya era de noche. Atracamos y me acerqué para bordearla hasta la escalinata del fondo, acariciando su contorno con los dedos. Apareció el casero Mancilla y me iluminó la cara con una lapicera-linterna. Le dije que la quería comprar. Nos hizo entrar y al ver desde adentro el ventanal bordeado por el vitraux de uvas y hojas, me temblaron las piernas: ¡quedé atrapada en la telaraña! El corazón me latía como cuando te enamorás de alguien. Nota aquí.



Mikel Erentxun & Enrique Bunbury

 

Álvaro Ruiz

 


Tute

 

viernes, agosto 27, 2021

Adriana Varela

 Christian nos cuenta por Facebook.

Se cumplen veintisiete años del fallecimiento del Polaco Goyeneche.
Aquí, una charla que, el año pasado, para esta fecha, mantuve con Adriana Varela, musa de los elegidos:

Con los graves de Dios, Adriana Varela recuerda al “Polaco” a 26 años de su muerte

A veintiséis años del fallecimiento de Roberto “Polaco” Goyeneche, Adriana Varela, en una charla íntima, recuerda al dueño de la garganta con arena más sensible.

El Cordillerano: – ¿Cómo fue aquel 27 de agosto de 1994?
Adriana Varela: – Iba todos los días al Anchorena… Me vine a dormir una siesta, porque estaba muy cansada, y mi hija, que era muy chica, me avisó: “Mamá, se murió el Polaco”. “La puta que lo parió”, dije… Yo sabía que iba a pasar, pero me dio bronca… Recuerdo el velorio, pegada a Luisa, su señora, con la que tenemos un gran afecto. Mi mamá es muy amiga suya, hablan todas las noches.

E.C.: – ¿Ibas al sanatorio a diario?
A.V.: – Sí, estaba ahí, pero no lo veía. Le pregunté a Luisa: “¿Querés que entre?”. Me contestó: “¿Vos creés que el Polaco quiere que lo veas así?”. Y yo le dije: “No”.

E.C.: – Uno se imagina a un hombre muy grande, pero en realidad tenía sesenta y ocho años.
A.V.: – Sí, parecía mucho más; era un hombre de gran delgadez, que había tenido una vida muy intensa… Pero, aparte, creo que estaba bastante hinchado las pelotas de vivir con esas limitaciones físicas.

E.C.: – Lo habías conocido en 1989…
A.V.: – Exactamente.

E.C.: – Fue por un reemplazo en el café Homero.
A.V.: – Sí, el dueño del Homero dijo: “Gracias, Adriana, seguí los días de semana”. Entonces, el Polaco contestó: “Si la piba no viene los fines de semana, yo tampoco vengo”. Era su código de lealtad. Me había elegido, de alguna manera, como ahijada.

E.C.: – Poco antes habías visto la película “Sur”, y él, justamente, te cautivó, sentiste una especie de conexión… Luego, lo conociste. ¿Creés en eso que podríamos llamar coincidencias de la vida?

A.V.: – No solo creo, a mí me habían medio preparado… Cuando todavía no cantaba, más que en mi casa, me dieron una carta astral maravillosa, y el que la hizo me dijo: “Tenés que cantar”. Yo respondí: “¿Pero qué canto?” Empecé en el programa de Badía, y me alquilé la película “Sur”, tampoco sé por qué… Para mí, son cuestiones de sincronicidad… En “Matrix”, Keanu Reeves tenía que atender el teléfono o, si no, perdía; bueno, yo lo atendía. Estaba atenta, porque el astrólogo me lo había anunciado: “Van a aparecer ‘personitas’ que te van a traer señales, y vas a recorrer un camino que no imaginás… no te asustes”. Y así fue, con todo… y con todos. Nota aquí.



Miguel Campello

 


Pancho Varona

 


Ana Montojo

 Rodolfo nos cuenta por Facebook.

Va Ana Montojo y saca nuevo libro. Dios mío, qué hermosura de libro este Por si esto fuera poco, primorosamente editado por HUERGA y FIERRO Editores.
Una antología personal de Ana, tan bella, tan sentida, tan dura y tierna. Lo he leído casi de un tirón, con ese ansia con la que bebemos la primera cerveza del encuentro, con el ansia con que besamos a la persona perdida y hallada.
Ahora releo despacio, saboreando cada palabra, cada verso, cada poema. Querida, Ana, qué libro por dios. Tu vida en estas páginas, con toda su alegría, con todo tu dolor, con toda tu tristeza. Con toda la ternura que se escapa del papel y, a veces, se nos queda enredada en la garganta.
Te habrás quedado a gusto, amiga. Yo adivino en este libro cada una de tus horas, de tus días luminosos, de tus noches extrañas, de esos momentos de soledad y amor que te han acariciado el alma. Nos haces vivir tu vida al leerte, al entrar en tu poesía.
Y ahora evoco contigo, vivo intensamente cada instante que nos das al leer esta década de música y versos, tu música y tus versos.
Debéis leer a Ana. Lo explica muy bien Maria Sangüesa en la sabia Presentación de esta joya. Y debéis leerla porque esto es poesía, poesía descarnada, hermosa, dura y suave. Pura poesía, coño.
A mí al menos me encanta. Y me ha emocionado, lo confieso, que cite mis versos. ¿Qué queréis que os diga?



Ismael Serrano

 

Diego Ojeda

 


José Manuel Caballero Bonald

 Un catavinos en honor a Caballero Bonald

Familia y amigos del escritor arrojan las cenizas del poeta en el mar de Sanlúcar

En el mar que él describió como nadie, en medio del aire que amó como su cuna, fueron esparcidas este jueves al mediodía las cenizas de José Manuel Caballero Bonald, que murió a los 95 años en Madrid el último 16 de mayo. Su mujer, Pepa Ramis, acompañada por hijos, familiares y amigos, algunos de ellos escritores que fueron compañeros jóvenes de sus últimas décadas, fue quien inició el rito. Fue entonces cuando uno de los hijos dijo en alto: “Un catavinos en honor al padre”. Ese hijo, Alejandro, el menor, se refería a las copas sanluqueñas en las que se bebe la que fue la más querida bebida del poeta. Con esos catavinos fueron extrayendo las cenizas parientes y amigos. Al fin guardaron parte del contenido para que esta huella del escritor, que quería así su despedida, estuviera también en la casa familiar que desde antiguo tienen en el territorio que fue también residencia de su imaginación.

Hubo lágrimas, pero también la alegría de haber hecho su voluntad tras una vida plena de amistades y de literatura. Alrededor, la Argónida de Caballero Bonald, presente en sus memorias, en sus novelas y en su poesía, y también en un nutrido anecdotario que convirtieron al escritor en uno de los narradores orales más precisos y creíbles, como recordó su amigo, el también poeta Felipe Benítez Reyes. Por esta póstuma reunión marina circularon como suyos relatos verdaderos o inventados de las cosas que Caballero vio y vivió, surgiendo del mar de Sanlúcar o hundiéndose como ese barco que sigue en la bahía como un fantasma del que jamás se acababa el arroz que había transportado en su truncado trayecto. Nota aquí.



Gustavo Cordera

 

Yo, Mi, Me, Contigo

 


Tute


 

jueves, agosto 26, 2021

Rafa Pons & Zambayonny

 Rafa nos cuenta por Facebook.

Buenas!

Esta es la Portada del disco que hemos compuesto con mi querido amigo Zambayonny.
“NI TÚ NI VOS” es el título de este proyecto que nos tiene entusiasmados a muchos amigos en ambos lados del charco.
El día 3 de Septiembre se podrá escuchar el primer adelanto en SPOTIFY. Seguidnos en nuestros perfiles y os avisarán del lanzamiento.
La portada la ha hecho nuestra querida Laura Fernandez y no nos podría gustar más.
La foto la hizo Manuel Cascallar en el Teatro Margarita Xirgu del Casal de Catalunya en pleno Barrio se San Telmo de Buenos Aires.
Así todo. Jeje.
Abrazos múltiples



Quique González & Rebeca Jiménez

 

Rodolfo Serrano

 El viejo reloj

“No confíes en el mañana”
Lo dicen en la película
Ciudad de Mentiras
Sé que mis muchos males ya no tienen remedio.
Y, puesto a decir todo, diré que yo tampoco.
Que esta vida que vivo es impropia de alguien
que le dobla los años -y sí, lo he calculado-,
a los que suman todos mis siete nietos juntos.
Mis miedos se han marchado lo mismo que ese tiempo
en que bebí la gloria de las noches canallas.
Camino hacia lo oscuro sabiendo que no hay nadie
que pueda reclamarme ya la bolsa o la vida.
No tuve nunca bolsa y poco vale mi vida.
Ahora estoy convencido de que amigos y bares
son un feliz refugio que acogen soledades.
Que hay amores fugaces que te rompen el alma,
y hay amores eternos que duran cuatro noches
y te matan y bailan sobre tu tumba luego.
Así que entenderéis que no confíe en nada.
Ni en el mañana efímero ni en besos ni en promesas.
El pasado es un viejo reloj que se ha parado
en esa incierta hora en que nacen las dudas.
Y yo me siento solo y no estoy para nadie.
(Mañana tomaré cualquiera de esos trenes
que te llevan, muy lentos, hacia las noches blancas).
La foto es de Raul Cancio.



Marwán

 

Cristina Narea

 


Fernando Lobo

 

Tute

 


miércoles, agosto 25, 2021

Leiva

 


Lichis

 


Gabriel Rosón

 Rodolfo nos cuenta por Facebook.

Adiós don Gabriel
Me dicen que ha muerto Gabriel Rosón, don Gabriel, siempre. Ha sido un hombre que luchó en los años difíciles por la gente, con cariño y entereza.
Con don Baldomero hicieron de Palomeras Bajas, en su parroquia de El Buen Pastor, un lugar más habitable y humano. Siempre estuvieron dispuestos a echar una mano, a dar consuelo y esperanza en un barrio de chabolas, donde la humedad y el frío en invierno, el terrible calor en verano hacían de la vida una lucha constante.
Los domingos, a la misa de Don Gabriel, acudía un policía secreta, el Divino Hijoputa, como le bautizó Gabrielón, un antiguo minero de Linares que convivía con ellos. El policía tomaba buena nota de las palabras de Don Gabriel para elevar la oportuna denuncia. Fue golpeado y perseguido por los Guerrilleros de Cristo Rey y amparó a comunistas y luchadores contra el franquismo.
En los libros que se escriban de Vallecas ha de estar en lugar de honor su nombre, su compromiso. Impulsó la Asociación de Vecinos de Palomeras Bajas, pionera del Movimiento Vecinal. Su contribución a la remodelación del barrio fue fundamental, aunque otros se llevarán después la gloria. Tuvo claro siempre que nada podía hacerse sin los vecinos y luchó porque ellos fueran los verdaderos protagonistas de su destino.
Acogió generosa y cordialmente a estudiantes, abogados como Paca Sahuquillo, arquitectos y a cualquiera que se acercara a la realidad más doliente del barrio. Generoso y bueno, apoyó el Club de Jóvenes y tuvo siempre su casa abierta a todo el mundo. Muchos de mis amigos y yo le debemos en buena medida buena parte de la felicidad de nuestra juventud.
Dejaría el sacerdocio años después. Nunca dejó el barrio. Hasta hoy, al final de su vida, estuvo pendiente de todos nosotros. Me mandaba mensajes frecuentemente, preguntándome por algunos de los que habían formado parte de nuestro mundo.
Vallecas, Palomera Bajas, como a tantos, le debe reconocimiento y gloria. Querido don Gabriel, un abrazo muy grande. Y gracias por tanto, por tu generosidad, tu bondad y tu nobleza. Que ese Dios en el que nunca dejaste de creer te acoja en sus brazos.
Esta foto fue una de las últimas que le envíe. Estamos juntos por una calle del barrio. Don Gabriel es el
Primero por la derecha, a mi lado.
En la otra, en el centro con Gloria Fuertes, en una de las actividades del club juvenil. Nosotros, mi mujer y yo, a su lado, también.




Marcela Ferrari

 


Cucuza, Manuel Moretti & Lito Vitale

 


Tute

 


martes, agosto 24, 2021

Charlie Watts

 Muere Charlie Watts, batería de los Rolling Stones, a los 80 años

El músico y fundador de la banda británica anunció a principios de mes que no participaría en la gira de este año porque se estaba recuperando de un procedimiento médico

No había nadie que no adorara a Charlie Watts. Era imposible no hacerlo. Siempre elegante, discreto, culto, alérgico a los oropeles de la fama que tanto gustan al resto de los Rolling Stones, sobre todo a Mick Jagger. Tan querido y tan respetado que cuando se supo la noticia de su fallecimiento, a los 80 años, las reacciones fueron incontables. Ha sido su representante, Bernard Doherty, quien ha comunicado la triste noticia, compartida por la banda británica a todos sus seguidores.

“Con inmensa tristeza anunciamos la muerte de nuestro querido Charlie Watts. Ha fallecido en paz en un hospital de Londres hoy mismo rodeado de su familia. Watts era un amado marido, padre y abuelo y también, como miembro de los Rolling Stones, uno de los mejores bateristas de su generación. Pedimos que se respete la intimidad de su familia, de los miembros de la banda y de sus amigos más cercanos en este difícil momento”, ha compartido la banda británica en un comunicado hecho público en las redes sociales. Nota aquí.



Nenette

 

Alberto Alcalá

 


Carlos Narea

 “El gremio musical tendría que unirse y buscar fórmulas para ayudarse los unos a los otros”

El productor musical cree que las tecnologías han supuesto un apoyo inmensurable a lo largo de la pandemia, y en particular durante el confinamiento, tanto a nivel laboral como personal

Este agosto, distintos creadores y trabajadores de la cultura miden los efectos de la pandemia en sus sectores y en sus propias vidas.

Carlos Narea (Antofagasta, Chile, 1953) es uno de los productores más relevantes en la escena musical española. Su trayectoria en el sector comenzó como músico en Chile y en 1973, con tan solo 19 años, se trasladó a España. Después de unos años como instrumentista comenzó a trabajar en el sello discográfico Fonogram y en 1980 pasó a ser director artístico de Discos Polydor, filial de Universal Music Group. A partir de ese momento dedicó su tiempo a la producción musical y el resto de historia se cuenta sola: Miguel Ríos, Nacha Pop, Antonio Vega, Los Secretos, Rosendo, Alarma, Andrés Calamaro… y un largo etcétera de artistas y bandas que han evolucionado bajo su batuta.

La llegada del coronavirus supuso un revés en el trabajo musical, pero admite que tuvo la fortuna de poder seguir trabajando: “Yo me he salvado, porque los productores contamos con algo maravilloso: la tecnología. El confinamiento me pilló haciendo la música de una película, El Cover de Secun de la Rosa. Luego produje a un grupo de México, a uno de Lérida… Yo estaba en mi casa y escuchaba todo como si estuviera en el propio estudio de grabación. Pero soy una excepción: la mayor parte del sector no ha tenido esta posibilidad”, dice. Nota aquí.



Aníbal Troilo

 


Alfredo González


Tute

 


lunes, agosto 23, 2021

O Pincho

 No hay bar que por bien no venga

Criarse en O Pincho (Cee, A Coruña) significa asumir que el tiempo de tus padres y el mando de la tele se comparten con los clientes, las vacaciones no existen y la esclavitud no se abolió en el siglo XIX.

En la aldea hay dos servicios que siempre están de guardia: el cura y el bar. Mala cosa si uno u otro tienen la persiana bajada. En los años sesenta, mis abuelos asumieron la responsabilidad de regentar uno de estos dos lugares sacros y como en mi casa las relaciones con Dios siempre han tenido altibajos, optaron por montar un bar en vez de una iglesia.

Casi en el fin del mundo, en la parroquia de Pereiriña (Cee), a medio camino entre Fisterra y Muxía, está el bar de la familia. En el rural gallego, la gente se conoce por el apodo de la casa —los apellidos son accesorios— y el bar, como no podía ser de otra manera, llevó el mote de la prole: O Pincho. Cuenta mi abuela Maruja, que un tataratío poco ducho en el arte de la semántica pescó un día un pinto y empezó a gritar: “¡Pesquei un pincho! ¡Un pincho!”. Los vecinos, siempre al acecho, lo escucharon y como todo apodo que surge de la mofa, el pobre hombre y todos los descendientes que vinimos atrás quedamos bautizados como los pinchos.

Las últimas tres generaciones de pinchos se criaron en el bar. Mi padre dormía la siesta en un hueco del mostrador. Mi hermana tenía la cuna debajo del televisor y yo llegué a convertir un viejo vivero, antaño repleto de nécoras y centollas, en una casita improvisada de juguetes donde pasaba las tardes. Ahora, mi sobrina aprende a caminar haciendo kilómetros alrededor de la barra.

O Pincho siempre ha sido una casa de comidas de esas de menú diario y raciones industriales. Primero la abuela Maruja y ahora mi madre, que se llama como el sonido de una ambulancia —Nina—, configuran el alma del Pincho. La carta es la misma desde que hay memoria: la abuela sigue poniendo los callos a adobar los sábados por la tarde y mi madre embadurna la cocina de harina los jueves por la mañana para hacer la empanada. Y siempre, siempre, huele a churrasco. Nota aquí.



Rafa Pons

 


Miguel Campello

 


Tute

 


domingo, agosto 22, 2021

Rodrigo Bueno & Andrés Calamaro

 


Ana Montojo

 UN DÍA EN LA VIDA DE UNA MUJER MAYOR

La ventana está abierta, entra por la mañana
un fresquito agradable que apenas la despierta;
todavía es temprano, para qué levantarse,
no hay nadie que la espere. Y se abraza a la almohada
por abrazarse a algo. Las ocho y veinticinco,
la perra está impaciente, toca con la patita,
la oye resoplar y se levanta.
El café bien cargado
escuchando en la radio las noticias,
solo hablan de desastres pero aun así la enciende
por romper el silencio de la casa.
Un par de cigarrillos y se viste
para salir al campo; le hace bien caminar,
desentumece el cuerpo dolorido.
A estas horas el campo es un remanso,
una brisa muy suave acaricia su rostro,
coge unas moras negras y brillantes
son bocados de infancia prendidos en las zarzas.
Corretea la perra, se mete en los riachuelos,
persigue lagartijas. La mujer
trepa los terraplenes y se araña las piernas
con los cardos resecos,
arranca una ramita de menta o yerbabuena.
Al cabo de dos horas vuelve a casa,
un segundo café y otro cigarro.
Y ese silencio, dios, ese silencio.
Y ese hueco en el alma, ese vacío.
Una ducha tratando de evitar el espejo,
a esta edad no conviene contemplarse desnuda.
Abre el armario, toca con dos dedos
esa falda tan mona de colores alegres
que pensaba estrenar en una cita
que nunca llegó a ser.
Tendrá que ir a la compra,
debería traer algo de fruta,
también se está acabando el pienso de la perra.
Al volver se prepara una cerveza fría
-qué gusto cuando entra en la garganta-
con algo de picar mientras escucha,
esta vez en la tele, las desgracias del mundo.
Para comer, los restos de la cena,
aún faltan unos días para cobrar el mes
y la cuenta corriente está temblando.
Luego se hace un ovillo en el sofá
con la vaga esperanza de quedarse dormida.
Se propone sin éxito escribir un poema
pero el que se le ocurre
es el mismo de siempre
y ya está caducado.
Por un momento duda… ¿debería…?
Da un manotazo al aire para espantar la idea.
Será mejor que deje
las cosas como están.
Con la caída del sol, otro paseo
bajo un hermoso cielo de rojos imposibles.
En la noche verá nítidamente
esas constelaciones que aprendiera de niña.
No ha dicho una palabra en todo el día,
salvo quizás alguna maldición
musitada entre dientes.
Buscará una película
que sea de llorar, a ser posible.
Y se pondrá una copa o tal vez dos.
Venga Dios y lo vea si no ha sido
un día suficientemente duro
para irse a la cama con dos copas encima.