Leo es el camino
Messi rompe cualquier esquema y soluciona todos los problemas. Cuando la Selección estaba enredada ante Irán, apretada por el reloj y cerca de un empate-papelón, la Pulga inventó un golazo ganapartidos.
Los pechos estaban inflados de bronca. Dentro y fuera de la cancha. El reloj arrinconaba las ilusiones argentinas. Los gritos de aliento ya no tenían fuerza, sonaban a letanía, crecía el murmullo condenatorio y se animaban los brasileños aliados con los iraníes copando el centro de la escena, alimentando la proeza que alcanzaba el pobre ante el rico. Nota aquí.
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