sábado, febrero 29, 2020
Divididos
La película de Divididos en Tilcara
El documental de Roly Rauwolf y Benjamín Avila, que se verá en pantalla grande, retrata la estadía del grupo en Jujuy en 2010. La excusa era presentar "Amapola del 66", pero en realidad es el retrato de una intensa experiencia humana... y la inesperada irrupción de la lluvia.
La escena final tiene esa épica que ninguna movida marketinera puede construir: bajo una lluvia cerrada, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella siguen tocando y tocando, embrujados por su propio clima con “Amapola del 66”. Frente al escenario, una multitud igualmente mojada y en trance; detrás, un impactante muro de cerros que dan mudo testimonio de otra aventura inolvidable de Divididos. Es la escena culminante de Un poco más abajo del cielo, el documental que la banda mostró a un puñado de amigos e invitados en la Biblioteca Nacional, y que dejó a todos los presentes con la piel erizada: un retrato del concierto que dio la banda en la Laguna de los Patos de Tilcara en marzo de 2010, como presentación de Amapola del 66 pero también como nuevo gesto de amor a una localidad con la que supo establecer vínculos fraternos hace ya más de veinte años. Nota aquí.
Soda Stereo
La gira "Gracias Totales - Soda Stereo" arranca el sábado en Bogotá.
La primera parada del tour creado por Charly Alberti y Zeta Bosio será en el estadio El Campín, donde la banda y los cantantes invitados ensayaron el espectáculo juntos. La enorme pantalla será la gran protagonista.
La ciudad de la furia queda a seis horas de vuelo, pero nadie parece habérselo explicado a los taxistas que surcan Bogotá. Juan Carlos, el que lleva a Página/12, es la excepción a la regla: maneja con prudencia en medio de un tránsito enloquecido. Eso sí, no hay modo de hacerle entender que el espectáculo Gracias Totales - Soda Stereo no es la reunión de la banda, tal como Charly Alberti y Zeta Bosio lo explicaron en el comunicado de anuncio . "Voy a ir a ver a Soda", insiste el hombre y convida unos caramelos de café irresistibles.
Este sábado, en el Campín de Bogotá, se empezará a entender mejor de qué se trata esto que el baterista y el bajista de la banda más importante de la historia del rock en español pergeñaron para poder volver a tocar sus canciones. La ausencia de Gustavo Cerati será presencia en las pantallas asombrosas que desplegará la gira de 15 fechas, con paradas en el Campo Argentino de Polo porteño el 21 y el 22 de marzo. Y por ese panóptico moderno también pasarán algunos de los vocalistas invitados , que van desde Benito Cerati hasta Chris Martin, líder de Coldplay. Algunos de los cantantes estarán en vivo: Adrián Dárgelos (Babasónicos), Rubén Albarrán (Café (Tacvba), León Larregui (Zoé), Mon Laferte, Andrea Echeverry y Draco Rosa serán de la partida en la primera parada de la gira. Nota aquí.
viernes, febrero 28, 2020
Joan Manuel Serrat
Serrat, doctor honoris causa, reivindica "los valores democráticos y morales frente a la vileza del mercado"
El cantante ha pronunciado un discurso valiente y crítico en el acto que se ha desarrollado en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
Para Joan Manuel Serrat, Zaragoza y Aragón son también su casa, como el Poble Sec. Un vínculo indestructible nacido por mediación de su madre, la belchitana María de los Ángeles Teresa. Y cultivado en las temporadas que pasó de niño en el piso de su tía en la calle de Santa Teresita, en el barrio de las Delicias. Jamás se abandona esa patria común que es la infancia, como ha corroborado este viernes, a los 76 años, cuando ha comparecido como mito viviente de la música española en el acto de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza. Nota aquí.
James Taylor
“Deberíamos compartir la misión de no asesinar a nuestro planeta”
James Taylor, uno de los grandes cantautores estadounidenses, publica un nuevo disco de clásicos populares norteamericanos con el fin de valorar el pasado para entender el presente.
James Taylor (Boston, 72 años) se levanta del sofá y se acerca al gran ventanal de la habitación para señalar los edificios que crecen en el horizonte de Hyde Park. “¿Ves? Uno, otro, otro más… Cada vez que vengo a Londres más rápido crecen. Juraría que la primera vez que vine aquí no había ninguno”, dice con una voz templada, ejemplo máximo de la persona educada que recibe al periodista en un céntrico hotel londinense. Al músico le preocupa la velocidad del mundo, entregado a una carrera vertiginosa inducida por el avance de la tecnología. “A una competición”, en sus propias palabras. Por eso, a través de su nuevo disco, American Standard, que se publica este viernes, invita a la calma, como suele ser habitual en este cantautor, que en 2011 recibió la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos -la mayor distinción cultural estadounidense-. Y también invita a algo igual o más importante: “conocer el pasado”. Nota aquí.
jueves, febrero 27, 2020
Luis García Montero
Miguel Hernández también debería ser de la derecha española.
El hombre acecha es un libro de especial importancia en la obra de Miguel Hernández. Escrito durante la guerra, destaca en él una preocupación humana emocionante. No se trata ya de defender las ideas por las que se lucha o denunciar al enemigo, sino de mirarse a las propias manos. Aunque se tenga la razón, es peligroso que las injusticias ajenas, el rencor y el odio nos conviertan en una fiera. Miguel Hernández se miro las manos; tuvo miedo de verlas convertidas en garras por culpa de la crispación: "Garras que revestía / de suavidad y flores, / pero que, al fin, desnuda / en toda su crueldad".
La dedicatoria a Pablo Neruda explicaba el sentido de este libro: "Tú preguntas por el corazón, y yo también. Mira cuántas bocas cenicientas de rencor, hambre, muerte, pálidas de no cantar, no reír: resecas de no entregarse al beso profundo…". Por eso apostó por el amor en el último poema: "El odio se amortigua / detrás de la ventana". Por eso terminó con una petición clara: "Dejadme la esperanza". Y por eso, ya perdida la guerra, prisionero y condenado a muerte, escribió uno de los libros más cargados de humanidad en la poesía contemporánea: Cancionero y romancero de ausencias. Nota aquí.
miércoles, febrero 26, 2020
Felipe Benítez Reyes
Clásicos y similares
La nueva edición ampliada de 'Bazar de ingenios' reúne los ensayos de Felipe Benítez Reyes sobre otros escritores, en los que muestra su forma lúcida y bienhumorada de cultivar la crítica.
Solía decir Umbral, con expresión debida a Julián Marías, que lo importante de un escritor era la calidad de página, una afirmación con la que se reivindicaba a sí mismo como artista cuya única preocupación era el estilo, al margen del género, la intención o el asunto. Se trata de una convicción discutible, porque incluso los más altos estilistas pueden caer en la banalidad o el artificio, pero dejando de lado otras implicaciones es cierto que hay autores capaces de brillar en todas y cada una de sus páginas. Lo peculiar de Felipe Benítez Reyes, sin duda uno de ellos, es que su escritura, tan cuidada, fluye siempre con absoluta naturalidad, aun cuando se someta a la disciplina del verso, responda a las exigencias de un desarrollo narrativo o se aplique a consignar sus impresiones sobre el mundo. O como aquí sobre otros escritores. Nota aquí.
martes, febrero 25, 2020
Miguel Hernández
La grabación que recoge la voz de Miguel Hernández recitando 'Canción del esposo soldado' en 1937.
Los versos del poeta de Orihuela suenan en redes sociales en la semana en que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido borrarlos del memorial de La Almudena
"He poblado tu vientre de amor y sementera / he prolongado el eco de sangre a que respondo / y espero sobre el surco como el arado espera / he llegado hasta el fondo". Estos versos forman parte de la Canción del esposo soldado, que Miguel Hernández escribió a Josefina Manresa, y que han llegado a las diferentes generaciones tanto a través de la lectura, como de la música.
Entre las personas que les han puesto voz, se encuentran los cantantes Joan Manuel Serrat o José Mercé. Pero no son los únicos que han pronunciado esas palabras. El propio Miguel Hernández fue grabado recitándolas en el año 1937 y ese documento ha permitido que su voz pueda seguir sonando casi 78 años después de su muerte. Nota aquí.
Diego Armando Maradona
Nápoles, altar eterno de Maradona
Un recorrido por la ciudad en la que el astro argentino vivió entre el cielo y el infierno. Las personas que convivieron con él recuerdan una época inolvidable antes de la visita de Leo Messi al estadio San Paolo.
La noche del 31 de marzo de 1991 sonó el teléfono en casa de Raffaella Iuliano. Su padre, histórico jefe de prensa del Nápoles, se quedó helado.
—Venid para acá. Se terminó.
Maradona les recibió minutos después en la puerta de su casa del barrio de Posillipo. Vestía un chándal de color azul y unas pantuflas con perros de peluche. En el piso de abajo había gente llorando, todo eran caras largas en la familia. Algunos periodistas se ocultaban entre los setos del jardín para tener la primera fotografía del éxodo. La FIFA le había suspendido pocos días antes tras un control antidopaje: 15 meses en la grada, la peor sentencia, 259 partidos y 115 goles después. El glorioso ciclo en Nápoles, donde un chico de 1,68 procedente de la pobre Villa Fiorito ocupó durante siete años un altar reservado a los santos, se perdió en la estela de un avión rumbo a Buenos Aires con escala en Roma. Pasaron muchos años hasta que los callejones de Forcella y Sanità, empapelados todavía con murales en honor al mito, habrían de volver a reencontrarse con su último benefactor. La ciudad y él se habían devorado mutuamente. Nota aquí.
lunes, febrero 24, 2020
Paris Joel
A mis 54. -
Capeando los vientos de la trova
y saliendo del segundo estribillo
enterré, por fin, al vil cigarrillo
para sentir la canción que desova.
Iluso es el que cree que innova
tragando sin más el azucarillo;
mi dueña tiene el sabor del membrillo
que inspira a este ajado Casanova.
Completo aquí.
Capeando los vientos de la trova
y saliendo del segundo estribillo
enterré, por fin, al vil cigarrillo
para sentir la canción que desova.
Iluso es el que cree que innova
tragando sin más el azucarillo;
mi dueña tiene el sabor del membrillo
que inspira a este ajado Casanova.
Completo aquí.
Joaquín Sabina
Joaquín Sabina sale del hospital
El músico recibió el alta este domingo por la mañana y se encuentra en su casa recuperándose de la caída que sufrió en su último concierto.
Joaquín Sabina ha abandonado este domingo a las 12.00 el Hospital Ruber Internacional de Madrid, según informó a EL PAÍS su representante, José Navarro, alias Berry. Ahí se encontraba ingresado desde el pasado día 12 de febrero cuando sufrió grave caída que sufrió durante el último concierto que ofreció en la capital junto a Joan Manuel Serrat. El golpe le provocó un traumatismo en el hombro izquierdo y en el tórax, además de un pequeño coágulo craneoencefálico del que fue operado con éxito. Nota aquí.
domingo, febrero 23, 2020
Rodolfo Serrano
Los comunistas
Los viejos comunistas. Los recuerdo
por las calles del barrio. La cabeza
muy alta y baja la mirada.
En sus cuerpos
podía adivinarse
un recuerdo de cárceles y golpes.
por las calles del barrio. La cabeza
muy alta y baja la mirada.
En sus cuerpos
podía adivinarse
un recuerdo de cárceles y golpes.
Noches de vino áspero. Reuniones
clandestinas, discusiones eternas.
Las consignas
decían que aquel año
caería el dictador. No comería
el turrón en el Pardo. Y sonreían.
clandestinas, discusiones eternas.
Las consignas
decían que aquel año
caería el dictador. No comería
el turrón en el Pardo. Y sonreían.
Y luego se marchaban,
saliendo por parejas, como
si fueran dos amigos
volviendo de algún bar, de una partida
prolongada de cartas y tabaco.
Santos laicos que nunca recibieron
los laureles de tanto sacrificio.
saliendo por parejas, como
si fueran dos amigos
volviendo de algún bar, de una partida
prolongada de cartas y tabaco.
Santos laicos que nunca recibieron
los laureles de tanto sacrificio.
Fraternales, dispuestos
a ayudar al camarada. Y preparados
a perder en la última batalla,
lo único que ya sólo tenían:
la libertad por una idea
tan vieja como el hombre.
a ayudar al camarada. Y preparados
a perder en la última batalla,
lo único que ya sólo tenían:
la libertad por una idea
tan vieja como el hombre.
Entonces no supimos abrazarles.
Los jóvenes, nosotros,
dijimos que su tiempo había pasado.
Que otros vientos más fuertes
barrerían
su historia y la de España. Reclamamos
el fusil y la espada. Y enterramos
su lucha y sus palabras,
su corazón abierto hacia los otros.
Los jóvenes, nosotros,
dijimos que su tiempo había pasado.
Que otros vientos más fuertes
barrerían
su historia y la de España. Reclamamos
el fusil y la espada. Y enterramos
su lucha y sus palabras,
su corazón abierto hacia los otros.
Luego vino el olvido y el desprecio.
La derrota sin gloria y sin recuerdo.
Ni siquiera sería para ellos
esa triste victoria palaciega
de miedo y de renuncia.
La derrota sin gloria y sin recuerdo.
Ni siquiera sería para ellos
esa triste victoria palaciega
de miedo y de renuncia.
Se nos fueron quedando en las esquinas
más tristes de los libros. Se veían
en algaradas callejeras,
defendiendo derechos ya perdidos,
acariciando el cielo,
mas sabiendo que jamás lo asaltarían.
más tristes de los libros. Se veían
en algaradas callejeras,
defendiendo derechos ya perdidos,
acariciando el cielo,
mas sabiendo que jamás lo asaltarían.
Mis viejos comunistas, os recuerdo
en la tarde de invierno, en los papeles
guardados en las cajas del olvido.
Brindemos por vosotros. Hoy levanto
esta copa de vino
peleón. Ruego a los dioses
que guarden la memoria de vosotros,
los que hicisteis que un aire de esperanza
uniera el corazón de los vencidos.
en la tarde de invierno, en los papeles
guardados en las cajas del olvido.
Brindemos por vosotros. Hoy levanto
esta copa de vino
peleón. Ruego a los dioses
que guarden la memoria de vosotros,
los que hicisteis que un aire de esperanza
uniera el corazón de los vencidos.
sábado, febrero 22, 2020
Rozalén
Rozalén nos cuenta por Facebook.
“Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.”
Miguel Hernández
Hay versos imborrables...
“Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.”
Miguel Hernández
Hay versos imborrables...
Ángel Petisme
LA CAMISA DE MACHADO
Es el centro del mundo esta mañana
este pequeño camposanto de Collioure,
cada mañana y cada año del domingo más cercano
al veintidós de febrero.
Una madre y un hijo,
dos cuerpos juntos bajo el amor rendido de la tierra.
Un diminuto lugar de peregrinación,
un nicho prestado, una tumba comprada después,
se han convertido en el símbolo
de la democracia y la libertad.
este pequeño camposanto de Collioure,
cada mañana y cada año del domingo más cercano
al veintidós de febrero.
Una madre y un hijo,
dos cuerpos juntos bajo el amor rendido de la tierra.
Un diminuto lugar de peregrinación,
un nicho prestado, una tumba comprada después,
se han convertido en el símbolo
de la democracia y la libertad.
Es un lugar humilde este puertecito al que dan sombra
el Castillo Real y las nubes, a veintidós kilómetros
y a cien millones de años de luz
y suspiros de España.
El epicentro de la historia y la derrota,
la frontera de la vida a cuarenta minutos
pero también la diferencia
de dos piedades y dos paces:
la de los cementerios, la de Dignidad.
La frontera de los sueños perdidos,
la playa Boramar de Collioure
que debiera llamarse la playa Dignidad,
Collioure que debiera llamarse Collioure.
el Castillo Real y las nubes, a veintidós kilómetros
y a cien millones de años de luz
y suspiros de España.
El epicentro de la historia y la derrota,
la frontera de la vida a cuarenta minutos
pero también la diferencia
de dos piedades y dos paces:
la de los cementerios, la de Dignidad.
La frontera de los sueños perdidos,
la playa Boramar de Collioure
que debiera llamarse la playa Dignidad,
Collioure que debiera llamarse Collioure.
Aquí descansan las tres muertes de España,
los tres castigos supremos para los perdedores.
La muerte fue en una cárcel de Alicante,
la muerte fue en un barranco de Granada,
la muerte fue en el exilio de Collioure.
los tres castigos supremos para los perdedores.
La muerte fue en una cárcel de Alicante,
la muerte fue en un barranco de Granada,
la muerte fue en el exilio de Collioure.
Un lugar humilde, hacen buenas anchoas y vino,
pero es el punto de encuentro del planeta
donde se citan la verdad y la historia,
la representación de la tragedia.
El ombligo de las rosas y la angustia,
la llama de la memoria,
los soñadores que se sueñan.
Un buzón, una tumba
a la vera del arroyo Douy.
Una parte de España coleando, resistente y viva,
al otro lado de los Pirineos.
pero es el punto de encuentro del planeta
donde se citan la verdad y la historia,
la representación de la tragedia.
El ombligo de las rosas y la angustia,
la llama de la memoria,
los soñadores que se sueñan.
Un buzón, una tumba
a la vera del arroyo Douy.
Una parte de España coleando, resistente y viva,
al otro lado de los Pirineos.
Boramar, estos días de infancia y estos soles azules.
Se fue como los hijos de la mar vencida,
envuelto en una sábana.
"Sólo la tierra en que se muere es nuestra".
Se fue como los hijos de la mar vencida,
envuelto en una sábana.
"Sólo la tierra en que se muere es nuestra".
Aquí descansa la otra España,
los Campos de Castilla, los Cantares,
el Olmo Viejo, los mundos sutiles,
los Proverbios, estelas en la mar.
Un hombre silencioso y bueno.
La libertad, la soledad de España.
los Campos de Castilla, los Cantares,
el Olmo Viejo, los mundos sutiles,
los Proverbios, estelas en la mar.
Un hombre silencioso y bueno.
La libertad, la soledad de España.
Gringo Viejo
La fabulosa vida de un cubano apodado Gringo, su paladar y su Dodge Coronet
De la artesanía a una cárcel en La Habana, pasando por los frijoles negros, la vida de Omar González ha sido una película de aventuras
Cuando llegas a la paladar Gringo Viejo, en la calle 21 de El Vedado, te recibe en el zaguán una inquietante máscara-escultura hecha de piel de vaca curtida, bronce, cobre, vertebras de tiburón, coral negro y otros materiales increíbles que forman, entrelazados, una imagen poderosa y mestiza de Cuba que te atrapa. En ella se resume el pasado africano, indígena, chino y español que está en la esencia de esta isla pues, como se sabe, todo aquí es mezcla e ilusión, también contradicciones, y así ha sido desde el comienzo. En Gringo Viejo dan arroz congrí, ropa vieja, yuca con mojo, frijoles negros y otros platos cubanos. Y su dueño, Omar González, es todo un personaje en la ciudad, aunque solo algunos de sus amigos saben del origen verdadero de esta máscara que te observa al acceder al restaurante, que fue antes su taller de artesanía y también su casa. La pieza empezó a trabajarla Omar cuando el destino lo puso en la cárcel y la terminó siendo un hombre libre, bastante tiempo después, pero esta es solo una pequeña parte de su historia arrebatada que incluye además una notable capacidad de resistencia y un fabuloso Dodge Coronet de 1958 que tiene pintado de dos tonos y que es, a la vez, su orgullo y su martirio. Nota aquí.
viernes, febrero 21, 2020
Rafa Mora
AHORA
Ahora que las noches prescinden, al fin, de sus largos días.
Que la luz combate este pesimismo innato.
Que los vanidosos versos vuelven a florecer en la hiedra.
Que la luz combate este pesimismo innato.
Que los vanidosos versos vuelven a florecer en la hiedra.
Ahora que los mirlos cantan, desesperadamente, las consignas aprendidas.
Que la ciudad pesa sobre el mapa de la muerte.
Que la ciudad pesa sobre el mapa de la muerte.
Ahora que descanso de bullicio y primaveras.
Que la lluvia trajo paz y orden a mi casa.
Que la lluvia trajo paz y orden a mi casa.
Ahora,
que ya no soy un minúsculo punto en el universo,
un resquicio de voz rota,
una bitácora vacía.
que ya no soy un minúsculo punto en el universo,
un resquicio de voz rota,
una bitácora vacía.
Ahora, al fin,
soy ya crisálida,
en un mundo tejido con hilos
y pintado con sombras.
soy ya crisálida,
en un mundo tejido con hilos
y pintado con sombras.
jueves, febrero 20, 2020
Luis García Montero
¿Y qué vio cuando miró hacia abajo?
La semana pasada visité las casas de César Manrique y José Saramago en Lanzarote. Con Pilar del Río, recordé a José en su biblioteca, ese lugar en el que los lectores sentimos de cerca las huellas de una vida. Como estábamos a 9 de febrero, Pilar me llamó la atención sobre una entrada escrita en los Cuadernos de Lanzarote el 9 de febrero de 1995.
José Saramago recoge una historia que le había interpelado. A una calle de Badajoz le habían puesto el nombre de un piloto de la aviación republicana. Durante la Guerra Civil, había recibido la orden de bombardear la ciudad. Despegó, sobrevoló la ciudad y miró hacia abajo. ¿Y qué vio cuando miró hacia abajo?, nos pregunta a sus lectores el escritor portugués. Vio gente, vio personas, por lo que desvió el avión y arrojó las bombas sobre el campo. Nota aquí.