lunes, noviembre 30, 2020
Félix Maraña
Cierran dos librerías de Madrid: La Fugitiva y Pérgamo
domingo, noviembre 29, 2020
Joaquín Pérez Azaústre
Los argentinos y Maradona
El amor incondicional por este ídolo controvertido que ha dado tantas alegrías a sus compatriotas
La vida me ha enseñado a respetar aquello que no entiendo o desconozco. Dicho así parece sencillo, pero no lo es. Cuando algo nos rechina o nos impacta, moviéndonos de sitio, solemos desmarcarnos con más facilidad en el área segura del prejuicio que en el medio campo del análisis. Quizá porque desde la condena casi indiscriminada a cuanto no alcanzamos a comprender del todo nos sentimos más cómodos con nosotros mismos, y ya damos el tema por resuelto; pero dar un paso al frente, en cambio, entre la duda y la curiosidad, allá donde se juega la opinión, donde nos quema el fuego de gentes y palabras, memoria y circunstancias de discursos que nos chocan, puede poner en jaque -suponiendo que las hubiera, porque no son indispensables para discrepar- las posiciones previas, hasta que finalmente, si hemos escuchado de verdad y nos han convencido, las dejemos caer.
No entendí la veneración por Maradona hasta que hablé con mis amigos argentinos. Compartía, como aficionado al deporte, la fascinación por el futbolista como explosión de genialidad. Sabía que Pelé había ganado tres mundiales y Maradona uno, y también que Pelé siempre estuvo acomodado en el sistema, mientras que Maradona se había dejado a sí mismo fuera de juego permanentemente, entre la rebeldía, el nervio y la honradez personal. Sabía que Messi ha tenido siempre una continuidad mayor, aunque no haya ganado todavía un mundial. Que Messi, en competiciones de club, tiene un palmarés incontestable, aunque de alguna forma nunca ha arrancado en los argentinos esa misma llama insobornable, el incendio invisible con los mismos altares en la Boca y en Nápoles. Conocía otras anécdotas, en suma, que cualquier aficionado al deporte en general conoce, y de niño recordaba la tarjeta roja a Maradona en el estadio de La Rosaleda, cada vez que entrábamos en Málaga, porque vi aquel partido, y luego su resurrección crepuscular en el mundial del 94, en Estados Unidos, cuando parecía un ave fénix con hambre de universo. Nota aquí.
sábado, noviembre 28, 2020
Rafa Mora
TARDE
Pappo
La historia de “Mi vieja”, la canción que Pappo convirtió en hit pero odiaba
La compusieron Sebastián Borenzstein y Eduardo Frigerio para el programa de Tato Bores, cuando Norma Plá y los jubilados copaban la agenda mediática. Y la grabó el gran Carpo, que siempre pensó que un chiste. Pero cuando se difundió en la radio la gente la empezó a pedir y la discográfica decidió -aún a disgusto del rockero- incluirla en Blues Local, el álbum que relanzó su carrera a principio de los ’90.
Corría el año 1992, para variar el país estaba patas para arriba como un perro demente.
Menem-Cavallo, el 1 a1, no existía Internet , los teléfonos celulares eran del tamaño de un diccionario, aparecía incipientemente la TV por cable y los jóvenes de ayer empezábamos a asomar un poco la cabeza después de unos años aterrorizados por el SIDA.
Mas allá de semejanzas y diferencias, en Argentina los jubilados estaban en problemas y había una mujer jubilada corajuda, vieja y valerosa que se les ponía enfrente a quien la cruzara, desde funcionarios a periodistas, dejándolos a veces en vergonzosos off sides. Se llamaba Norma Plá y juntaba apoyo y seguidores en cualquier aparición mediática que la expusiera. Así fue que nosotros, los jóvenes de ayer, rockers y amantes de las revoluciones, encontrábamos en Norma y sus actitudes mucho de lo que le estaba faltando al rock por estas latitudes.
Otro de los íconos mayores de esos jóvenes de ayer era el genial Tato Bores, humorista político que aun hoy se extraña. Nunca habrá otro igual, aunque mas de uno regalaría su brazo derecho por una pizca de su gracia y precisión al actuar. Obviamente en esos días Tato dedicaba gran parte de sus monólogos a la gesta de Norma y esos programas del domingo a la noche eran vistos por toda la sociedad. Un prodigio de discurso y producción que estaba en manos de sus hijos Sebastián y Alejandro Borensztein, a la sazón dos de los mas creativos y trabajadores de la televisión argentina, que ahí estaban sosteniendo intelectualmente a su padre. No porque Tato Bores necesitara apoyo intelectual, sino porque los hijos lo acercaban a la muchachada que andaba medio huérfana de referencias. Nota aquí.
viernes, noviembre 27, 2020
Fernando Lobo
Abajo del escenario
Diego Armando Maradona
El último adiós a Diego Maradona: familiares y amigos lo despidieron en una ceremonia íntima
El velorio en Casa Rosada concluyó abruptamente por los enfrentamientos entre los fanáticos y la policía en la Plaza de Mayo y la avenida 9 de Julio. También hubo incidentes en la puerta del Jardín Bella Vista. El ex capitán de la Selección ya descansa junto a sus padres, Don Diego y Doña Tota.
El velorio de Diego Maradona en la Casa Rosada terminó abruptamente y en medio de incidentes tras el intento de los fanáticos de ingresar por la fuerza al salón donde se encontraba el féretro. Nota aquí.
jueves, noviembre 26, 2020
Joaquín Sabina
Joaquín Sabina y su homenaje por la muerte de Diego Maradona
El cantautor español, amigo del 10, le dedicó varios mensajes en redes sociales.
La muerte de Diego Armando Maradona genera repercusiones en todo el mundo y Joaquín Sabina, uno de los cantautores de habla hispana más queridos, con quien el 10 entabló una amistad de varias décadas, expresó su dolor público. Nota aquí.
Marcelo Bielsa
“La pérdida de un ídolo es una sensación de debilidad para todos "
El entrenador del Leeds United fue consultado por el fallecimiento de Diego y le dedicó sentidas palabras
En medio de la última conferencia de prensa de Marcelo Bielsa en el Leeds United, uno de los periodistas le dio el pésame por la muerte de Diego Armando Maradona y además lo consultó por la impresión que el astro argentino le había dejado a él y a la gente en su país. Tras la traducción de su intérprete colombiano, el rosarino respondió:
“Inmejorable. Fue, para nosotros, y va a seguir siendo, un ídolo. Que ya no esté nos da muchísima pena. La pérdida de un ídolo es una sensación de debilidad para todos nosotros. Maradona fue un artista, la dimensión de la repercusión de su arte tiene infinidad de reconocimientos. Para poner un ejemplo que sale de lo común, las canciones que se han escrito sobre él son extraordinarias y yo leí diez textos posteriores a su fallecimiento que fueron emocionantes. Hay un reconocimiento de lo que él les dio a los espectadores en forma de belleza. En cuanto a lo que significa para nosotros en particular, Diego nos hizo sentir que es la fantasía que genera el ídolo. El ídolo, el mito, la leyenda, hace que un pueblo crea y que lo que hace esa persona somos capaces de hacerlo todos. Por eso la pérdida de un ídolo golpea tanto a los más excluidos, a los más indefensos, porque son los que más necesitan creer que es posible triunfar”.Nota aquí.
Benjamín Prado
El diez era el número uno
Convirtió el número 10 en el número uno; hizo innecesario su nombre completo porque cuando decías Diego ya no había más que añadir; su historia mezcla de forma inverosímil la mitología y la telenovela... y así todo: Maradona es en sí mismo un antes y un después, alguien que pintó una raya en el campo, él a un lado y el resto al otro, y que si ahora es una leyenda, antes ya era un icono sin equivalente en el mundo del fútbol, alguien que estaba por encima de las comparaciones y las clasificaciones porque fue algo más difícil que ser el mejor: fue único. Y es absolutamente igual lo que hiciese fuera de los estadios, porque cuanto más se suicidaba, más inmortal se volvía. De hecho, ya lo era cuando aún estaba vivo, y eso ocurre con muy poca gente.
Su gol más famoso, casi tanto como él mismo, no fue un gol sino un sueño, el que tienen todos los niños y niñas del mundo que una noche, en la oscuridad de su cuarto y con el balón debajo de la cama, imaginan que un día, en un campeonato del mundo, mientras se enfrentan a la selección de Inglaterra, justo el país que acaba de hundirte los barcos y quemarte las banderas en las Islas Malvinas, van a regatear a medio equipo contrario, a detener el tiempo y cortarle la respiración a una nación entera y, con la pelota ya en la red, a protagonizar una venganza que hizo salir el sol, aunque fuera durante unos segundos, en una Argentina sepultada en las tinieblas de la dictadura. Aquella jugada interminable acabó bien y pervivirá en la memoria no sólo como una hazaña, sino también como una obra de arte. Maradona era un genio, pero además tenía el don de la oportunidad. Lo que le faltaba. Nota aquí.
Lichis
Ni siquiera amenacé con volver
Roberto Fontanarrosa
La mejor frase sobre Maradona la dijo el Negro Fontanarrosa.
”la verdad que no me importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mia....”
Jorge Valdano
Adiós a Diego y adiós a Maradona
Aquellos que arrugan el rostro pensando en el último Maradona, con dificultades para caminar, problemas para vocalizar, abrazando a Maduro y haciendo de su vida lo que le daba la gana, harán bien en abandonar esta despedida que abrazará al genio y absolverá al hombre. No van a encontrar un solo reproche porque el futbolista no tenía defectos y el hombre fue una víctima. ¿De quién? De mí o de usted, por ejemplo, que seguramente en algún momento lo elogiamos sin piedad.
Hay algo perverso en una vida que te cumple todos los sueños y Diego sufrió como nadie la generosidad de su destino. Fue el fatal recorrido desde su condición de humano al de mito, el que lo dividió en dos: por un lado, Diego; por el otro, Maradona. Fernando Signorini, su preparador físico, tipo sensible e inteligente y, posiblemente, el hombre que mejor le conoció, solía decir: "Con Diego iría al fin del mundo, pero con Maradona ni a la esquina". Diego era un producto más del humilde barrio en el que nació. A Maradona lo sobrepasó una fama temprana. Esa glorificación provocó una cadena de consecuencias, la peor de las cuales fue la inevitable tentación de escalar todos los días hasta la altura de su leyenda. En una personalidad adictiva como la suya, aquello fue mortal de necesidad. Nota aquí.
Diego Armando Maradona
Maradona no está en la Historia, hizo la Historia
miércoles, noviembre 25, 2020
Rodolfo Serrano
Esta casa sin ti
martes, noviembre 24, 2020
Javier Álvarez
Víctor nos cuenta en su Blog.
JAVIER ÁLVAREZ PREPARA UN NUEVO DISCO
Ana Montojo
INVIERNO
lunes, noviembre 23, 2020
Fernando Lobo
Mañana tengo concierto,
aunque parezca mentira.
Voy afinando mi lira
con el corazón abierto.
Pretendo soñar despierto,
fantasear en voz alta,
la guitarra se me exalta,
le bullen las emociones,
compartiremos canciones
(que tanto nos hacen falta)
#DécimasLobunas
Ismael Serrano
Ismael nos cuenta por Facebook.
Joaquín Pérez Azaústre
Brines
Francisco Brines lanza la vivencia hacia una plenitud de claroscuros, en la sombra y la llama del fuego de vivir. Ya en el propio título de ‘Las brasas’, el libro con el que ganó el Premio Adonáis en 1959, había una poética inaugural de fulgor contenido, entre el reflejo de Juan Ramón Jiménez y cierto Antonio Machado, con sombras alargadas a esa hora del día en la que el hombre solo puede aspirar a encontrarse a sí mismo a través del espejo. Tensión fuerte del yo frente a los elementos, lento paso de las estaciones y una noche que se ha exprimido al máximo. En la tradición que arranca de Cernuda, con un coloquialismo adentrado en raíces que pueden ser de alambre, con tiniebla sutil, la poesía de Paco Brines era una de las preferidas por Jaime Gil de Biedma de entre los poetas del 50 fuera de Barcelona. Tiene cierta gracia que, al final, tanto entonces como ahora, una parte de los poetas que son preguntados por sus preferencias, entre sus contemporáneos o no, acaben citando a autores que guardarán con ellos, si los leemos de cerca, un aire de familia. Porque la vanidad, si no mata por dentro, suele guardar un resto de ternura. Y es verdad que ambos son representativos de la generación del 50 por tono y confesión. A Jaime Gil de Biedma le gustaría pensar que lo suyo era lo máximo -y lo era, dentro de su registro- y Paco Brines se había movido cerca, aunque quizá con otra densidad, hacia una extensión ancha que nunca flirteó con la poesía social. Ojalá el Premio Cervantes ayude a que los más de 500 millones de hablantes de español en el mundo puedan estar más cerca de su obra. Intimismo, juventud y paso del tiempo. Elegía excelsa y celebración en uno de los libros que prefiero: ‘El otoño de las rosas’. Nota aquí.
domingo, noviembre 22, 2020
Rodolfo Serrano
Noche de luz y oro
sábado, noviembre 21, 2020
Benjamín Prado
“Las cosas que se te ocurren mientras escribes, las que no tenías planeadas, son las más divertidas”
Llega a la Isla de la mano de Carles Francino y su programa de la SER ¿Cómo se las está arreglando para promocionar su nuevo libro, Todo lo carga el diablo, en estos tiempos?
Yo me estoy moviendo bastante. Con todas las precauciones, claro. Defiendo el lema de que la cultura es segura. Tenemos que contribuir todos a que esto siga en marcha y no se pare. La promoción se hace a medio gas pero no pasa nada. Es mejor eso que pararse. Ya había retrasado el lanzamiento de este libro, que iba a salir el 24 de mayo. Es el día del cumpleaños de Bob Dylan. ¿Cuándo si no estando yo implicado? Lo pasamos a octubre y no que querido esperar más. La buena noticia es que todos los amigos libreros están encantados, están vendiendo libros como si fuera Navidades. Las editoriales dicen que van a alcanzar sus previsiones. Parece que en los momentos de aislamiento la gente ha decidido que de la cultura no puede ser como Santa Bárbara y acordarte nada más que cuando truena. En los momentos malos, de miedo o necesidad, un libro conforta, entretiene y te lleva a otros lugares. Esperemos que no se olviden de eso. Nota aquí.
Rafa Mora
ORIGEN