miércoles, marzo 31, 2021

Karmelo C. Iribarren

 CAMBIAR EL MUNDO

Aunque siguen queriendo
cambiar el mundo
ahora lo hacen desde cómodos despachos.
Hay que entenderles.
Las calles
son frías en invierno
y la vejez
-allí, ya no tan tejos-
parece un descampado.
Y lo que le cuesta al mundo moverse.



Miguel Ángel Yusta

 DESPEDIDA EN SOL.

Recuerdo con cariño aquella noche:
Puerta del Sol, las dos de la mañana.
Tú esperabas un taxi y la tristeza
asomaba filtrándose en tus ojos.
Nos esperaba el cielo y la distancia.
Un lazo nos ceñía
con palabras de adios y hasta muy pronto
y un abrazo sincero de amistad
despedía las luces de la plaza.
Luego subiste al coche, silenciosa.
Yo me quede muy quieto contemplando
cómo dos luces rojas
se alejaban irremediablemente.



martes, marzo 30, 2021

José Larralde

 Dios me puso en esta huella

y Dios me enseño a versiar.
Él me enseño a recordar
y a mirar pa´los costaos,
pero si me he equivocao,
la culpa es mía nomás.
Y a más le quiero aclarar
pa´su sentir y criterio
que aunque me larguen los perros
y me muerdan los garrones,
seguiré con mis razones
hasta el mismo cementerio.
Tal vez mi última morada
sea en algún nubarrón
o si consigo el perdón
y Dios me hace la gauchada,
en mis pampas fachinadas
dormirá mi corazón.
Y el día que clave la guampa
y mi cuerpo se agusane.
El día que se desgrane
la espiga de mi osamenta,
sólo Dios me hará la cuenta,
porque a él le entrego mis vales.
Por eso m´hijo la herencia
que yo le pueda dejar
si es que le llega a quedar
de mis deudas un haber,
si no las quiere perder,
Dios se la ha de administrar.



Valentín Martín

 Valentín Martín nos cuenta por Facebook.

MIGUEL HERNÁNDEZ, 79 AÑOS CON OLAVIDE Y BERGIA
Agonizaba marzo y cayó en mis manos este carnívoro cuchillo que en un silencio de metal preludio último del fin llevaba un niño. El caballo del agua que siempre va conmigo ya me había traído la herida -79 años y parece que está sucediendo- del asesinato de Miguel Hernández.
Pero esta vez se rompieron los sigilos y desperté aún más al dolor de ver que esto venía precedido de un prólogo de José Luis Ferris, al que antes de nacer él yo quería parecerme. Ferris abre el suceso con cuatro verdades que sostienen el alma del disco en un prólogo escrito a sangre viva. Luego Begoña Olavide y Javier Bergia ponen la audacia.
Y resulta una imparable belleza de doce canciones, doce poemas, doce llamadas, doce gritos, doce vidas, doce muertes, doce memorias navegando salterios, flautas, percusiones, guitarras, bajos, que se juntan dos años para grabaciones y mezclas entre Madrid y Mojacar.
Porque está Pablo Guerrero abriendo fuego amante, y Luis Delgado con su acordeón diatónico, y Carlos Paniagua Luthier con su ala medieval, y Candela Paniagua y Candela Pan en la pintura y el diseño. Y todos ellos no paran de besar la noble calavera. Y está Miguel Hernández que no cesa, y en el grito de amor de todos ellos es más Miguel todavía.
Corred hermanos, corred amigos, corred alcaldes, corred poetas, corred verdugos, corred clérigos, corred delatores, corred sicarios, corred los odios, (estos últimos por si acaso) que aquí está más presente la ausencia de Miguel que nació el mismo año que Luis Rosales pero agonizó profanado mucho antes, vecino de la muerte sin una guerra aunque no se dijese.
Las voces de Begoña Olavide y de Javier Bergia firman un milagro de furia y amnistía, son dos borbotones de seducción y manantiales viajando a aquel tiempo de lilas imposibles en el cañón de las pistolas. Esta borrasca de Miguel con sus 79 años de viaje no les achanta en afonías sino que les vuelve tropicales en la devoción, la sensibilidad y el talento. Y en ellos está el mismo Miguel Hernández en quien Concha Zardoya vio viento, alud, dentelladas, ternura, llanto y hombres de aceituna.
Si todo el desconsuelo telúrico cayó sobre el pastor sediento un día, hoy Begoña Olavide y Javier Bergia le devuelven a su desnuda verdad humana. Pasan los años, pasan los días, pasan las horas como gacelas encendidas o hachones en los caminos, vuelve marzo a la cita cada carne perpetuada en los calendarios, pero Miguel Hernández no será ya jamás una felicidad prohibida ni el epílogo de un hombre que se aleja. Él ya salió de los laberintos umbríos donde intentaron enterrarlo, y a estas horas de la historia resulta imparable el éxtasis de su intensidad poética.
Begoña Olavide, Javier Bergia, y todos los que suman esta nueva expansión del muchacho de Orihuela, nos entregan un nuevo abono con la esperanza, tan feliz como si ellos también tuvieran una cuenta de amor pendiente.
Y es que Miguel Hernández, desde que escribió el primer verso, firmó un convenio para estar eternamente a este lado de las horas. Y aquí sigue erguido como el pulso de una promesa que nadie convertirá en ceniza nunca.



Rafael Alberti

 Fernando nos cuenta en su Blog.

RAFAEL ALBERTI ILUSTRADOR DE SU POESÍA CANTADA

Finalizada la investigación sobre la poesía cantada de PABLO NERUDA y publicado el libro "PABLO NERUDA ...Y SU PALABRA SE HIZO MÚSICA", estoy iniciando un proceso similar aplicado a la poesía cantada de RAFAEL ALBERTI. Proceso que, sin duda, va a ser igualmente extenso y apasionante.

En consecuencia, a partir de hoy, voy as ir compartiendo algunos "cuelgues" que van a tener como protagonista al inmenso poeta gaditano DON RAFAEL. Y para empezar se me ocurre destacar como el propio poeta, al que le encantaba que sus poemas fueran musicalizados y cantados, siempre estuvo dispuesto a ilustrar las cubiertas y las carpetas de los discos en los que su "palabra se hacía música".

Seguidamente comparto algunos de esos discos ilustrados por RAFAEL ALBERTI: Crònica aquì.



Ronnie Coleman

 Fue el mejor fisicoculturista del mundo, pero el gimnasio arruinó su cuerpo y a sus 56 años usa silla de ruedas: la vida de Ronnie Coleman

El estadounidense que ganó el certamen Mr. Olympia en ocho ocasiones consecutivas pasó ya 15 veces por el quirófano debido a que su espalda y cadera quedaron arruinadas por las exigentes rutinas que realizó durante años.

Ronnie Coleman era un muchacho más de Luisiana que estudiaba contaduría en la Universidad Grambling State durante la década del 80 cuando se pasaba las tardes entrenando fútbol americano y yendo al gimnasio para fortalecer sus músculos. Ya en esa época, realizaba visitas constantes a su quiropráctico por algunos problemas de espalda que lograba apaciguar gracias a la labor del especialista. Luego de graduarse, le costó conseguir empleo y, como no tenía ingreso alguno, empezó a trabajar en una pizzería, en donde se desempeñó durante casi dos años hasta que gracias a un recorte en el periódico se enteró que la Policía de Texas necesitaba nuevos agentes.

“Luego de graduarme de la academia, cuanto te sueltan en la calle, uno de los chicos me vio en un llamado y me dijo: ‘Eres bastante grande, ¿dónde entrenas?’. Le dije que entrenaba en la estación (de policía) porque era gratis. Me dijo: ‘Tienes que venir a Metroflex, yo trabajo allí'. Así que fui y Brian (Dobson, dueño del lugar) estaba ahí”, recordó en el documental que se estrenó en 2018 y está disponible en Netflix. Fue ese hombre el que le dijo que por su contextura tendría grandes posibilidades en el mundo del culturismo y que si le permitía entrenarlo para formar parte de aquel desconocido universo, le regalaría la membresía del gimnasio. Nota aquì.



lunes, marzo 29, 2021

Rodolfo Serrano

 Una última noche

Madrugada sin luz. Cómo te amaba.
En el silencio, el primer canto de los pájaros.
Se despertaba el mundo en esa hora
-ligero escalofrío- en que las cosas
han perdido el amparo de la noche.
Madrid era un espejo de azabache.
La luz de una farola en los cristales.
Por el balcón entraba, denso y sucio,
un olor a ciudad y a gasolina.
Pasaban muy lejanas, lentas, frías,
las horas de un reloj en la mesilla.
El tiempo era perfecto para amarse.
Amanecía -ya ves- como si fuera
la primera madrugada de la historia.
Callados, sin movernos, escuchábamos
el rumor de automóviles y el ruido
del triste camión de la basura.
Fumabas en silencio, en la penumbra,
yo miraba la luz del cigarrillo,
tu cara iluminada por la lumbre
que pintaba la sombra de tu boca.
No había nada más bello en todo el mundo.
El universo todo, detenido
en tu ceño fruncido, en las pequeñas
ojeras del amor, en ese brillo
de sudor en tu cuerpo, en el suspiro
que escapaba, suave, de tus labios.
La vida, me dijiste, es solo esto:
amanecer contigo. Y sonreíste.
Era tu última noche -me lo habías
advertido- te marchabas
a una ciudad de nombre impronunciable.
La foto es de
Raul Cancio
. Dar un toque



Estancia La Guitarra

 Estancia La Guitarra en zona rural de General Levalle al sur de la provincia de Córdoba y cerca de la ciudad de Laboulaye, República Argentina.



Love of Lesbian

 Love of Lesbian: un victorioso concierto de 12 horas

El Palau Sant Jordi revivió la emoción de la música en vivo un año después con la actuación de Love of Lesbian ante 5.000 personas, iniciativa pionera en Europa, sin distancias, con mascarillas y previo test de antígenos.

Quizá nunca había habido tal apetito por asistir a un concierto, y las ganas locas de palpar el simulacro de vida normal se hicieron notar no solo durante las cerca de dos horas de concierto en el Palau Sant Jordi sino durante toda la jornada, en torno al dispositivo previo de tests rápidos desplegado en las salas Razzmatazz, Apolo y Luz de Gas. Música pop de un alcance pocas veces visto, ariete contra el virus y sueño de remontada, orquestado por una banda, Love of Lesbian, con apetito acumulado tras más de un año sin bolos.

Fue un concierto de toda una jornada, en efecto, y la experiencia dejó un rastro de determinación colectiva y propagó una ilusión que se vende cara estos días. Jordi Herreruela, director del Cruïlla, hablaba a este diario, horas antes en la puerta de Razzmatazz, del “espíritu de Barcelona 92” que percibía en el ambiente. Porque, más que asistentes a un concierto, venían a ser voluntarios los que se prestaron a someterse al proceso del formulario, la descarga de la app y el trance del test rápido con el palito restregado hasta el fondo de sendos orificios nasales en una soleada mañana de sábado. Público, invitados, políticos, prensa… Sin excepciones. ¿Habríamos hecho todos tanto, hace poco más de un año, por un concierto? Espíritu ciudadano en vanguardia, pese a todo, y revalorización de aquello que dábamos por descontado hace tan poco. Nota aquí.



Miguel Hernández

 Benjamín Prado nos cuenta por Twitter

“Para la libertad sangro, lucho, pervivo / para la libertad.” El 28 de marzo de 1942 dejaron morir a Miguel Hernández los asesinos que lo tenían preso en Alicante. Hoy existen quienes lo leen y recuerdan y quienes destruyen sus versos, como ha hecho el alcalde Almeida en Madrid.



Peteco Carabajal

 "Esto es como volver a empezar" 

Con su trío Riendas libres está recorriendo el país. Este fin de semana tiene una doble cita en AMBA. 

Parece, pero no fue idea de Peteco Carabajal. La lámpara se le encendió a Martín Sueldo. El representante de Raly Barrionuevo pensó en trocar aquello de los cien barrios porteños por los de “cien pueblos”, y empezar a girar por todos los rincones del país donde haya comida, ganas de chacareras, zambas y vidalas, y un lugar donde dormir. Y así fue. “Lo único que hice yo fue decir sí, inmediatamente”, admite el creador de “La estrella azul” ante PáginaI12, en los días previos a las próximas paradas de “Volver al ritual, la gira de los cien pueblos”. “Lo de volver al ritual se relaciona con el hecho de haber pasado un año encerrados sin posibilidades de generar trabajo. Pero a la vez tiene otro componente: antes de la pandemia cobrábamos diez, y hoy uno; actuábamos ante miles de personas, y hoy ante ochenta o doscientas a lo sumo, y esto es como volver a comenzar… como volver a andar en los pueblos como era al principio: salir en un micro desde Buenos Aires, encontrarse con el organizador, y manejarse en su camioneta solo con un bolso, la guitarra y el bombo… nada más. Lamentablemente, en este momento no va sonidista, ni manager, ni plomo”, describe el vate de los Carabajal, en las puertas de dos fechas más, esta vez en AMBA: este sábado a la noche (21.30) en el Teatro El Nacional (Corrientes 960) y este domingo en el Padilla Espacio Cultural (Avenida Meeks 1058, Temperley). Nota aquí.



sábado, marzo 27, 2021

Joan Manuel Serrat

 Joan Manuel Serrat, verso a verso

Luis García Gil repasa en el libro Serrat y los poetas una etapa fundamental en la carrera del cantautor

El acercamiento del 'noi del Poble Sec' a la obra de Machado o Miguel Hernández cambió la percepción popular de estos autores

Hay un antes y un después en la percepción popular hacia poetas como Antonio Machado o Miguel Hernández. Ese punto de inflexión se puede situar, sin duda, en los discos monográficos que Joan Manuel Serrat les dedicó entre finales de los sesenta y principios de los setenta.

Pero no son los únicos poetas a los que Serrat puso música sino que la discografía del 'noi del Poble Sec' está trufada de poemas cantados de autores como Mario Benedetti, Joan Salvat-Papasseit -a quienes también dedicó obras monográficas-, Luis Cernuda, León Felipe, Joan Margarit o Ernesto Cardenal, por citar solo algunos. Nota aquí.



Ana Montojo

 ÁRBOLES

A mis hijos.
Me ha llevado mi tiempo comprender
que no sois ramas mías
sino árboles enteros,
nacidos a mi sombra,
sí, pero independientes,
libres en la andadura.
Fue casual que mi savia viniera a derramarse
en el surco preciso
para que germinaran vuestros ojos concretos,
vuestra voz exclusiva,
vuestra sonrisa propia,
vuestro singular cuerpo
y vuestro corazón intransferible.
Yo os amé desde entonces
pero ya no erais míos;
ni siquiera podía marcaros un camino
para mí inexplorado
ni vivir vuestras vidas,
ni evitaros dolores por más que los llorara
con vuestras mismas lágrimas.
Hoy mi sombra está muerta;
un otoño infinito me ha dejado desnuda,
el árbol no es capaz de brindaros cobijo.
Contemplo vuestras copas poderosas, feraces,
recortarse en el cielo
vuestros nombres escritos en mi tronco cansado.



Alfonso del Valle

 DOMINGO 28 MARZO - ALFONSO DEL VALLE & VAN MOUSTACHE

El veterano cantautor nos trae el domingo un ramo de canciones hechas con ingenio y oficio. Acompañado de su magnífica banda, disfrutaremos de humor inteligente a ritmo de swing.
Anticipada 7€ / PUERTA 10€. Entradas aquí.
12:30h en La Sra. Pop (Calle Amor de Dios, 55.)



Martín Caparrós

 “No hay mejor forma de contener a los que la pasan mal que la justificación de un poder superior, ése es el cuento de las religiones”

El escritor argentino actualizó y relanzó “El Hambre”, una obra incómoda que interpela a todos por los padecimientos que millones de personas sufren en el mundo. En diálogo con Infobae, reflexiona sobre el rol de las religiones en la problemática - “casi no hay hambrientos ateos”, afirma-, la influencia de los modelos sociales y las posibles soluciones.

Cuando Martín Caparrós publicó por primera vez el libro El Hambre, en 2014, los números estremecieron. Mil millones de personas no comen lo que necesitan cada día a lo largo del planeta. El escritor argentino -que actualmente vive en Madrid-, realizó una exhaustiva investigación y recorrió lugares tan diversos como la India, Bangladesh, Níger, Madagascar, Sudán, España, Estados Unidos y la Argentina. El intento de entender las causas y razones del hambre derivó en un texto que nos interpela como humanidad, nos incomoda. El Hambre tuvo gran repercusión internacional, fue traducido a varios idiomas y se convirtió en un clásico de la no ficción contemporánea.

Seis años después de su publicación, y en medio de la pandemia, el libro fue relanzado, actualizado, y desafortunadamente las cosas no mejoraron. ¿Es un tema que tiene solución? ¿Somos todos culpables? ¿Qué rol juegan las religiones? Esas son algunas de las cuestiones que el texto busca responder, llamando a la reflexión. Nota aquí.




Félix Maraña

 Qué verde era mi barco

Para mover el carguero,
le dicen desencallar,
y el barco pueda embarcar,
costará mucho dinero.
Cosas del capitalismo,
que tan fácil se atraganta,
y se ahoga en la garganta
de lo males de sí mismo.
Y encalla justo en un istmo,
muy cerca de tierra santa.



José Larralde

 José Larralde, el otro Martín Fierro

De joven hizo de todo: peón de campo, mecánico, albañil... Pero la guitarra y la cercanía de Jorge Cafrune lo convirtieron en un símbolo de la música sureña. A sus 83 años, sigue presentándose en vivo.

Su padre vino de España en 1918. Tenía 14 años, no lo acompañó nadie en el viaje. Como tantos vascos, hizo de boyero y repartía leche de casa en casa. Se fue a vivir a Huanguelén, un pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires, y allí, el 22 de octubre de 1937, nació José Teodoro Larralde Saad.

Era un hogar muy pobre. Los Larralde iban por las calles del pueblo con un carrito, compraban fierro viejo, muebles descolados, cuero, objetos que trataban de revender. Dice José Larralde: “Cuando uno vive de esa manera, cree que la vida es así, además uno nace en un lugar y recién uno se da cuenta de que el mundo no es ese lugar sino cuando empieza a caminar”. Un día alguien les vendió una cocina en desuso y, de yapa, les regaló una guitarra. Ese fue su juguete preferido. Su único juguete, es cierto, pero si hubiera habido otros, igual habría preferido ese. De a poco, aprendió a tocar las notas de una milonga, y sobre esa base cantaba cosas que iba inventando y que hablaban de esa vida que llevaba. En la soledad, agarraba un papel y buscaba en las palabras dar forma a sus penas y a sus esperanzas.

Era peón de campo cuando apareció en el pueblo Jorge Cafrune. Fue entonces que la vida de José Larralde dio un vuelco. Se acercó con timidez al cantor ya consagrado y le dejó algunas cosas que había compuesto. Al poco tiempo, Cafrune las grabó en un disco. Nunca olvidará la emoción que sintió escuchar la grabación de: “Permiso dije al dentrar y al permiso me lo han dao”. Se enteró por un amigo: “Che, Cafrune te grabó un tema”. No podía creerlo, hasta que un día lo escuchó en la radio. Era el año 1964, cuando su vida era trabajar desde el amanecer hasta la noche: “Venía una sirvienta con una fuente y nos daba una papa a cada uno. Luego había una botella llena de sopa de verduras y tomábamos un trago, como quien toma vino. Luego nos pagaban con vales que había que gastar allí”. Pensó que peor que eso no podía estar y decidió probar suerte: tomó la guitarra y se echó a los caminos. Alternaba el trabajo y el vagabundeo. Si de día encontraba trabajo, de noche, lo mismo, iba a los boliches a cantar. Así fue recorriendo el país: “Conocer el país es sufrirlo, vivirlo, amarlo, y no se puede amar lo que no se conoce, lo que no se sufre. Para amar una cosa hay que sufrirla, llorarla, sangrarla”. Nota aquí.



Rodolfo Serrano

 Tiempo para el olvido

No recuerdo ya la última noche.
Después de tantos años, me imagino
que no ocurrió ninguna cosa memorable.
No recuerdo que hubiera grandes frases
o ese dolor que dicen que te deja
la pasión cuando acaba y que te mata.
Soy de lágrima fácil. Sin embargo
de la noche más triste no me queda
ningún recuerdo amargo. Fue más tarde,
cuando el mundo se me hizo insoportable.
Fue después, a medida que los días
avanzaban como un loco en la tormenta,
cuando sentí, de pronto, por mis huesos
esa ausencia de ti, la soledad
que, feroz, aparecía en todas partes.
La añoranza angustiosa de tus cosas
que llegaba de golpe a mi memoria:
tu risa, la manera de mirarme,
tu forma de beber o de besarme,
el calor de tu piel que todavía
siento quemando la yema de mis dedos.
Estas calles sin ti, los bares desolados,
las noches ya tan frías y tan negras,
las largas carreteras a la nada,
la soledad de hoteles y de iglesias,
la niebla de tu nombre en las esquinas.
Entonces aprendí que solo duele
la añoranza del tiempo cuando el tiempo
es una parte más de los recuerdos.
Y no hay olvido que borre lo que fuimos.
La foto es de
Raul Cancio
. Dar un toque



Manuel Cuesta

 Víctor nos cuenta en su Blog

MANUEL CUESTA PUBLICARÁ SU NUEVO DISCO CON TU AYUDA

Hace un par de años el cantautor sevillano Manuel Cuesta se despidió de las giras en un último concierto con banda inolvidable. Pero las musas le han visitado en los últimos meses y tiene una colección de canciones que quiere compartir con todos sus seguidores y que está grabando en estos momentos. 

Será su primer disco digital (ha renunciado a sacar copias físicas después de comprobar que ni siquiera en los nuevos coches u ordenadores hay reproductor de CD´s) . Se ha animado a grabar las guitarras él mismo por vez primera en estas 11 nuevas canciones escritas por él y una versión de un tema de Finneas O´Conell. Serán canciones de amor y con mucha luz. Crónica aquí.



Saint Moritz

 Joyas porteñas. La confitería en la que merendaba Borges

Su nombre Saint Moritz hace referencia a la ciudad que es uno de los centros de esquí más reconocidos de Suiza.

Funciona desde 1959 en la esquina de Esmeralda y Paraguay

oy, desde la plaza seca de la Torre Bellini que la enfrenta, puede apreciarse en toda su belleza y espectacularidad la cartelería que corona la esquina de Esmeralda y Paraguay, donde desde 1959 funciona la confitería Saint Moritz, la ciudad a la que hace referencia, que es uno de los centros de esquí más reconocidos de Suiza.

La zona de Retiro no se diferencia demasiado de otras postales del barrio; sin embargo, esos carteles de metal pintados de rojo, de dimensiones exageradas para la extensión de la esquina –no es Santa Fe y Callao, ni Cabildo y Juramento–, la convierten en una zona única de la ciudad. Se trata de una tipografía que pareciera estar escrita por una manga de crema chantilly. Cautiva por la dulzura y la elegancia de antaño.

El local dispuesto en la planta baja de un edificio francés se compone de un salón, con cuatro columnas espejadas, con mesas y sillas mullidas de color rojo, tal como las originales: las primeras de cuero y las segundas de cuerina. Donde había dos, ahora hay solo una barra de madera repleta de botellas. El salón fue testigo de los encuentros de Borges con su madre Leonor Acevedo en la época en la que solo vendían sándwiches de pavita y variedad de masas para el té, además de los tomadores de whisky a partir del atardecer. Nota aquí.



Divididos

 Divididos en el Opera: la era de la pandemiez

Estimulados por las ansias de tocar, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella descerrajaron 30 canciones, casi tres horas de un concierto que recorrió todas las estaciones de la historia iniciada en 1988.

En la extensa historia de Divididos no han faltado las imágenes anómalas -¿cómo olvidar aquel ingreso al escenario de Obras Sanitarias a lomo de burro?- y hasta bizarras, cosas como Ricardo Mollo tocando la guitarra con una zapatilla llegada desde la platea. Aún así, lo visto en los últimos minutos del show del martes en el Teatro Opera provocaba la sonrisa. Al borde del escenario, vulnerando por primera vez en toda la noche el distanciamiento social, un puñadito de fans pedía púas. Y Mollo les daba. Pero antes de la entrega sanitizaba cada púa con alcohol en aerosol, convirtiendo al célebre intercambio entre músico y público en una postal de los tiempos. Divididos en la Era de la Pandemiez.

No era la primera función en el legendario teatro de calle Corrientes -de hecho, la del martes fue la séptima fecha desde que comenzó el año, y habrá una nueva presentación este jueves 25-, pero de todos modos las ganas se palpaban en el aire. Ganas del público de reencontrarse con el rito en general y con el trío en particular. Ganas de los mismos Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella, quienes en 2020 pasaron un tiempo inédito sin verse, y una vez reconectados se salían de la vaina por tocar. Es sabido: para Divididos, salir al escenario es una parte esencial. Si sus grabaciones se han espaciado en el tiempo, tocar es algo que nunca puso en discusión. Lo disfrutan. Expanden su propio universo. Recargan ese dínamo que alimenta a una de las bandas más poderosas de la historia del rock argentino. Nota aquí.




Antonio Machado

 Rodolfo nos cuenta por Facebook.

La editorial que ha puesto en marcha
Ismael Serrano
, Hoy es Siempre, recupera y publica una antología de los escritos políticos de Antonio Machado, recogidos en su Juan de Mairena, en sus artículos y entrevistas: Del Mañana Efímero. Escritos Políticis para el Siglo XXI. El libro lleva prólogo de Benjamín Prado.
Resulta estremecedor comprobar cómo su pensamiento sigue teniendo una rabiosa actualidad 82 años después de su muerte. A lo mejor ya lo conocéis, pero en estos momentos tan convulsos conviene recordar su legado intelectual, su profundidad, su lucidez a la hora de defender al hombre, de reivindicar la República y de luchar por la democracia que le llevaron al exilio y la muerte, enfermo y pobre, en Colliure, huyendo del fascismo.
En unos días estará en las librerías, pero también lo podéis pedir ya en www.ismaelserrano.com/hoyessiempreediciones



Paris Joel

 Ahora

Tu piel alborozada es un tarro de Sol de primavera, mientras,
El viento caribe de tu abrazo me despeina los sueños
Y desata la salvaje concupiscencia.
Risa catarata,
Martillea mis huesos hasta la calma
lago de tu mirada azul,
Y que el tacto por mis arrugas
sea un río de miel naranja.
Seamos trinos desatados,
Vocales solitarias,
Muelles desvencijados,
Y un estrambote de palabras exhaladas.
No te olvides el sujetador del presente
En el tercer cajón del pasado,
Aún nos quedan años como manos
Y cinco dedos para usarlos.