viernes, diciembre 31, 2021

Paris Joel

 Viento y Agua

Mi nido de luces,
Colores calientes
Como un embarque
Al sueño límpido de la infancia.
Aromas de pinos suplicantes
Ante el afán depredador
De la egolatría fantasiosa
Que en incineración acababa.
Esa misma mirada embobada
Mientras, afuera,
el estómago de la noche Insaciable
ruge su hambre inacabada,
Y, momentáneamente, solo se sacia
Con viento,
Con viento y agua.



jueves, diciembre 30, 2021

Adrián Abonizio

 Adrián Abonizio vuelve al tango

El referente de la "Trova rosarina" grabó junto al quinteto La Máquina Invisible un disco que lo devuelve a un género que, según afirma, "es esperanzador, vital y fatalista a la vez".

El compositor y cantante Adrián Abonizio, uno de los autores centrales de la denominada Trova Rosarina, retomó su fecundo lazo con el tango de la mano de Ciudad Malandrina, un disco que registró junto al joven quinteto La Máquina Invisible y que lo devuelve a un género que, afirma, "para mí es esperanzador, vital y fatalista a la vez".

"El tango es lo que todo letrista debería buscar y que no es precisamente la Verdad Absoluta sino, por el contrario, dialogar con la duda, la existencial, la de la palabra, la del amor, la de la patria. Allí no doy consejos, ni sermones, ni promesas, doy afirmaciones modestas de como yo veo al mundo, y el resto es pura música", sostiene Abonizio durante una entrevista con Télam.

El artista, creador de canciones como "Mirta, de regreso", "El témpano", "Dios y el diablo en el taller", "Corazón de barco", "Príncipe del manicomio" y "Azules", por citar apenas algunas, que Juan Carlos Baglietto acercó al gran público, siempre mostró una caligrafía pariente del tango que tuvo su más acabado reconocimiento con el álbum Tangolpeando (2013), ganador del Premio Gardel en dicha categoría. Nota aquí.



miércoles, diciembre 29, 2021

Rodolfo Serrano

 Una confesión

Tras amarnos, te llevo hasta tu casa.
En silencio los dos, con la ternura
de los cuerpos saciados de caricias.
La noche, entre las luces, negra y suave.
En la esquina de siempre paro el coche.
Un beso apresurado. Y tú, corriendo
a ese portal de todos los demonios.
Un portazo. Yo quedo triste y solo.
Te imagino subiendo la escalera,
Tus llaves en la puerta. El piso a oscuras.
Con cuidado te acercas a la alcoba,
te desnudas silente y muy despacio.
Luego apartas las ropas y te tiendes
junto al cuerpo dormido. Nada dices,
mas sientes su calor, y ahora respiras
el olor de esa piel tan conocida.
Después de tantos años, lo confieso:
hubiera dado todo porque fuera
yo mismo el que esperaba cada noche
a que tú regresaras a mi cama.
Yo siempre le envidié porque él tenía
lo que yo nunca tuve: Despertarse
sintiendo cada día la dulzura
de tu carne pegada a su costado.
(La rutina derrota a las pasiones,
inevitablemente. Inevitable).
La foto es de Raul Cancio.



Luis Salinas

 "Es un regalo absoluto tocar con mi hijo"

"Esta vez, el concierto será con la viola eléctrica de principio, influido por la cosa rockera que le da mi hijo Juan, aunque, claro, siempre hay dando vueltas por ahí un tango, una milonga, una zamba o una chacarera”, anticipa Salinas.

Hombre de aforismos sentenciosos, sencillos y precisos, Luis Salinas. Ha dicho cierta vez a este diario que no se proponía meta alguna, porque sino “cuando llegás se termina todo”. También que el público no tenía por qué entender de melodías, armonías o ritmos, pero sí de sensibilidad. “Y entonces, cuando tocás de verdad, sintiendo, al que te escucha le pasa lo mismo”, ha dicho en una frase absolutamente competente con su hoy.

Un hoy que lo encuentra, tras la insoportable y resistente pandemia, volviendo de a poco al vivo. A tocar de verdad, sintiendo, para que le pase lo mismo a su gente. Lo hizo en el Tasso activando su faz acústica, de músicas argentinas, y lo hará este miércoles 29 a las 20.30 en BeBop Club (Uriarte 1658), en su otra faz, la del mosaico latin jazz, blues, funk y salsa. “Esta vez, el concierto será con la viola eléctrica de principio, influido por la cosa rockera que le da mi hijo Juan, aunque, claro, siempre hay dando vueltas por ahí un tango, una milonga, una zamba o una chacarera”, prevé el guitarrista para el último show del año, que también intervendrá a dos músicos consustanciados con su estética: Sebastián Peyceré en batería, y Patán Vidal al piano. “La idea es darnos distintos gustos porque después de estar mucho tiempo sin tocar en vivo, todo se disfruta el doble”. Nota aquí.



martes, diciembre 28, 2021

Zahara

 "El mayor logro de mi disco es poner sobre la mesa el maltrato, los abusos sexuales o el suicidio"

Ha sido una de las grandes artistas del año gracias a un disco doloroso y confesional sobre las tragedias de su vida.

Zahara habla mucho, habla rápido y no para de reír, a menudo a carcajadas. Puede reírse cuando recuerda el acoso escolar que sufrió en el colegio. O cuando habla de la depresión y la ansiedad. El machismo en la sociedad o el maltrato psicológico de algún ex novio también llegan a despertar la risa en su bonito rostro anguloso. Y se ríe igualmente al comentar que ha necesitado volver a terapia. Incluso si recuerda los abusos sexuales de los que fue víctima a los 12 años, también culmina alguna explicación con la risa.

Zahara no está loca, o no está más loca que cualquiera de nosotros.

Parece, en esencia, una mujer feliz y realizada. Y en este 2021 tiene más motivos que nunca para ello: ha sido una de las artistas del año gracias a su disco Puta, publicado en abril, en el que desvela las tragedias de su vida en canciones de pop electrónico efusivas que brillan y sueltan chispas como bengalas: canciones que parecen de fiesta pero que te pueden quemar la piel. Un éxito artístico y de popularidad fabuloso que llega después de más de 15 años de carrera independiente.

A sus 38 años, la cantante, guitarrista y escritora de Úbeda (Jaén) se muestra relajada pese a que es una de las primeras entrevistas que concede desde el pasado mes de agosto, cuando su imagen con una banda de miss con la palabra «puta» y un halo divino en torno a la cabeza, similar al de una virgen, desencadenó un gran debate nacional y la censura de un concierto en Toledo a petición de Vox.

¿Cuál es tu balance del año?

Pues ha sido un año increíble, me siento muy afortunada. Jamás habría pensado que iba a dar este paso en mi vida, sacar un disco tan personal y que ha supuesto tanto profesionalmente. Esta apertura emocional y esta honestidad con mi familia, por ejemplo, y con mi público y conmigo misma ha sido brutal.

¿Cómo se ha tomado tu familia las revelaciones del disco?

Por un lado han sentido gratitud, a pesar de haber estado como muy shockeados por todo, porque realmente nadie sabía todo lo que cuento en el disco. Había alguna amiga que sabía algo, otro amigo o novio que sabía otras cosas, pero no había nadie que tuviera el mapa completo. Y desde luego mi familia eran los que menos sabían, por desgracia, como consecuencia de todo lo vivido. Con quien más habría necesitado ser honesta menos pude, porque no les quería decepcionar. Y eso te demuestra que todo falla, que lo que tienes instaurado está completamente corrompido por una obsesión con complacer y ser una imagen perfecta, aunque al final seas una manchilla de chapapote o una montaña de mierda... Mis padres, por ejemplo, han estado ahora escuchando hasta donde he querido contar. Es cierto que después ha venido su propio duelo. Yo viví el mío intensamente, que fue el que me llevó a escribir este disco, y para ellos ha supuesto también un proceso de cuestionarse cosas de su vida, lo cual me parece también positivo. Mi madre, por ejemplo, está dando un paso hacia su autoconocimiento. Al final sincerarte te lleva a un lugar incomodísimo, incomodísimo, pero el resultado solo es quererte mejor. Obviamente, es duro. Yo que soy madre de un hijo de cuatro años soy incapaz de imaginarme que le pueda pasar algo igual, no tengo ni idea de cómo reaccionaría. Creo que mis padres lo están haciendo de una manera preciosa que es comprendiendo y acompañándome. Nota aquí.



lunes, diciembre 27, 2021

Vicente Feliú

 Segunda cita nos cuenta en su Blog

Réquiem por Vicente

Vicente, Tinto, Tintín.

Vicente Feliú Miranda.

Tu filme vital aún anda 

Sin The End, Koniec, ni fin.

Tu vida fue un polvorín

Que en símbolo te convierte.

Pero qué fuerte, qué fuerte:

Has muerto en el escenario 

(Tu Campo de lucha diario):

Coherencia hasta en la muerte.

 

CRÉEME, amigo Vicente.

Cuando te diga que aún vives.

Que aún cantas, tocas, escribes,

Emocionas a la gente. 

Créeme, Cuba doliente,

Te vino a prestar abrigo.

Créeme, Vicente, amigo,

Cuando te diga que estamos 

Todos los que te extrañamos

Cantando hoy por ti y contigo.

 

Créeme cuando te diga 

Que la muerte tuya espanta.

Que hay un nudo en mi garganta 

Y un dolor que me fustiga.

Créeme cuando rediga  

Que te observa Cuba entera 

Derrumbado (a tu manera)

Por un “te quiero” dulzón: 

Feliz como una canción, 

feliz abriendo trinchera.

Completo aquí. 



Luca Prodan

 Luca Prodan y sus fieles perros vagabundos: los días de su llegada a Argentina y sus primeros pasos en Hurlingham

En 1987, cuando murió, el líder de Sumo ya era un personaje importante del rock nacional y vivía en San Telmo. Quienes lo conocieron en la localidad del oeste del conurbano a la que fue a vivir recién llegado al país lo sentían como  alguien propio.

Poco antes de su muerte -de la que este miércoles se cumplen 34 años-, lo vi una noche a Luca caminando por Hurlingham con una novia que nunca antes había visto. Lo llevaba -literalmente, esa chica lo llevaba a Luca- abrazado. Me impactó su delgadez. Su cuerpo bailaba dentro de una gastada remera blanca. Cuando pasaron a mi lado, esperé unos segundos, me di vuelta y miré a esas dos figuras que parecían caminar juntas hacia el incierto destino que sus pies decidieran llevarlos.

Luca Prodan murió a los 34 años y había vivido a toda velocidad: “No sé lo que quiero, pero lo quiero ya”. Sabía que hacía rato que la parca lo andaba buscando; que se la tenía jurada. Y cada vez que podía, lo decía: “Y yo me alejo más del suelo/ y yo me alejo más del cielo también”.

Cuando la maldita parca finalmente lo alcanzó, en 1987, Luca ya era un personaje importante del rock nacional y vivía en San Telmo, pero en Hurlingham lo sentíamos -y seguimos sintiendo- un poco nuestro. Había armado una banda con pibes del barrio, que –como él siempre decía- tocaban la guitarra encerrados en sus casas. Nota aquí.



José Luis Perales

 José Luis Perales: historia del hombre invisible que se comió el mundo

El conquense se despide de Madrid tras casi medio siglo de singladura libre en el velero de sus canciones

Ojito con Perales, don José Luis. Nunca un ídolo de masas fue tan discreto y sereno, tan alejado de prosodias y parafernalias. Ese talante suyo, siempre mesurado, puede abocarnos al error. Pero con el tiempo lo hemos ido comprendiendo: pocos artistas han dejado tanta huella en la música popular española del último medio siglo. Y ninguno lo ha hecho como él: de puntillas, sin darse importancia. Casi en contra de su propia voluntad.

Ahora que va llegándole el momento de que caiga el telón, asombra el grado de fidelidad cómplice que conservan los peralistas, esa mayoría silenciosa. Son indetectables a simple vista, no gastan camisetas ni otros artefactos mercadotécnicos, ni siquiera se ajustan siempre al tópico del matrimonio entrado en años. Pero fue decir Perales que abandonaba los escenarios y sobrevino la movilización. El abrazo masivo, aunque sea con unto hidroalcohólico.

En la penúltima cita con su gente del Foro, el martes en el WiZink Center, se congregaron 11.600 fieles. Otros tantos, misma hora y lugar, estaban convocados para el miércoles. El fulgurante tsunami de la sexta ola apenas retrajo en sus casas, según la organización, a un par de centenares. Por delante quedarán ya solo dos fechas en Bilbao, la próxima semana, y una veintena de citas latinoamericanas en la primavera. Y se acabó para siempre el tormento dulce de la tarima Nota aquí.



viernes, diciembre 24, 2021

jueves, diciembre 23, 2021

Rodolfo Serrano

 Un sueño

Soñé anoche contigo. Estabas como
en los días de gloria, guapa y joven.
Y soñé que reías como entonces,
esa risa que todo alborotaba,
que vestía de nubes nuestros pasos.
Estábamos los dos en una extraña
ciudad desconocida, en una noche
de bares y de hoteles. Por el aire
sonaba aquella música que un día
nos llenó los bolsillos con estrellas.
Fumabas como entonces y me hablabas
-no recuerdo de qué. No era importante-
mientras yo sonreía y te escuchaba
pendiente, como siempre, de tus labios.
Notaba los latidos de tu sangre,
el calor de tu piel, muy dulce y suave.
Recuerdo que, de pronto, te encontraba
en antiguos tugurios y que, luego,
subíamos a un tren y que mirábamos,
a través del cristal, la luz lejana
de una ciudad sin nombre y sin memoria.
Y nunca desperté. Quedé a vivirte
en ese mundo tuyo. Con el cálido
abrazo del recuerdo. Yo, contigo.
(Qué importa que la vida nos separe.
La vida nada puede con los sueños).
La foto es de Raul Cancio.



Serú Girán

 Serú Girán modelo 1978, sonido 2021

La producción del Inamu, Pedro Aznar, Ariel Lavigna y Gustavo Gauvry le da una impactante grandiosidad sonora a canciones que forman parte del patrimonio cultural argentino.

¿Hay acaso un amago de polémica ante la afirmación de que "Seminare" es una de las canciones más perfectas que dio el rock argentino? Quien quiera discutir por discutir nomás, por esa mecánica de las redes, puede ir a buscar la reedición 2021 del album debut de Serú Girán -cuesta escribirlo con acentos, uno viene acostumbrado a la otra versión-, apoltronarse en el punto justo frente a los parlantes y poner a girar el disco. Al terminar los 3:32 minutos del tema compuesto por Charly García y llevado al cielo por David Lebon, Oscar Moro y Pedro Aznar, se puede volver a charlar el asunto. Nota aquí.







martes, diciembre 21, 2021

Miguel Cantilo

 "La melodía es el dulce de leche de la canción"

La "instrumentación levemente amplificada" le permitió al cantautor explorar facetas sutiles de la música que fue componiendo en pandemia. Este martes se presentará en Bebop Club.

“Porque todo el disco gira alrededor de la guitarra acústica”, contesta Miguel Cantilo ante la remanida, y consabida pregunta cada vez que un músico está de estreno: ¿Por qué se llama así tu disco? El disco, más que acorde con la respuesta del cantautor, se llama Corazón acústico. Es el decimonoveno que publica en carácter solista y el trigésimo primero, si se incluyen sus pasadas experiencias con Punch, y Pedro y Pablo. Lo va a presentar el martes 21 de diciembre a las 20.30 en el nuevo Bebop Club (Uriarte 1658), y consta de quince introspectivas, íntimas y minimales canciones, en su mayoría compuestas –o retocadas- durante la pandemia. 

“La idea es que en un principio la presentación sea acústica, casi como sería un 'desenchufado', pero levemente amplificado. Luego, la otra intención es que se vayan sumando poco a poco los músicos de mi banda. Hace años que toco con ellos y han estado presentes alternativamente en el disco, así que irán añadiéndose hasta tocar todos juntos los temas más emblemáticos”, planea Cantilo, bien copado por tocar en el que él define como un templo dedicado a la música, de los que hoy escasean. 

“Me encanta tocar en lugares chicos donde la gente escucha”, asegura el creador de “Catalina Bahía” y “Adonde quiera que voy”, que ya está escribiendo letras para un nuevo disco, en este caso compartido con el pianista Mariano Díaz. “También estoy terminando un proyecto argumental de corte operístico”, anuncia y enmarca, para luego volver sobre la pregunta inicial: “Le puse así al disco porque éste fue enteramente compuesto con guitarra acústica, e instrumentado básicamente con ella. He tratado intencionalmente de eludir la electrificación, excepto en la participación de bajos y teclados muy moderados, y en función minimalista. Otro motivo es que la guitarra acústica está íntimamente emparentada con la intimidad del corazón. Es un corazón acústico que late como el que dibujó Kubero en la tapa”. Nota aquí.



lunes, diciembre 20, 2021

Miguel Cantilo

“A muchos emigrados les resulta muy difícil volver a la Argentina”

Pieza fundamental del rock nacional con el dúo Pedro y Pablo, el compositor de “La marcha de la bronca” presenta este martes en Buenos Aires “Corazón acústico”, disco-libro que produjo entre España, donde vive la mayor parte del tiempo, y la Argentina.

“Este álbum representa un viejo desafío que tenía pendiente con mi actividad: la grabación de un álbum prácticamente sin el contexto de banda -a pesar de que alternativamente figuran todos los integrantes de mi grupo- y con el eje puesto en las canciones, las letras y la intimidad”.

Miguel Cantilo vive con la naturalidad de la experiencia la edición de su nuevo trabajo: Corazón acústico, el disco-libro que conforma el registro número 16 de su carrera solista, integrado por un puñado de temas compuestos durante la obligada cuarentena en España. Temas que posteriormente grabó en Buenos Aires con su hijo Anael como productor y que este martes presenta por primera vez en el reinaugurado Bebop Club del barrio de Palermo.

–Preparaste el disco en España, durante el confinamiento de la pandemia pero luego lo grabaste en Buenos Aires. ¿Cómo armaste todo ese proceso?

–La parte más dura del confinamiento la pasé en España. Totalmente recluido, trabajando más que nada en la composición. Una vez que estuvo todo compuesto vine a la Argentina y lo grabé en el estudio que tiene mi hijo Anael, en Parque Leloir, en el Gran Buenos Aires. Él hizo la producción y yo grabé mis partes a principios de este año. Luego, durante todo el 2021, estuvimos trabajando en agregar instrumentos, hacer arreglos, terminar los temas y todo lo hicimos a la distancia

–¿Estás viviendo definitivamente en España?

–Voy y vengo, pero te diría que estoy más tiempo allá que acá. Cuando en 2019 se editó mi disco Día de sol, que grabé en Europa con músicos argentinos y españoles, se hicieron algunos videos que fueron emitidos por la televisión española y todo eso generó una corriente de trabajo que me permitió quedarme. Además mi actual compañera es española, así que hoy buena parte de mi vida transcurre allá. Nota aquí.




domingo, diciembre 19, 2021

Litus

 Litus, retrato del joven maduro que doblegó todos los fantasmas

Hoy es cantante, actor y estrella televisiva, pero ha tenido que sobreponerse a muchos miedos y una gran ruina. En 2022 estrena disco y un documental reconstruye su vida azarosa.

Ahora puede resultar difícil imaginarlo, porque el rostro afable, risueño y bigotudo de Carlos Ruiz Bosch se ha convertido en cotidiano y recurrente en las pantallas televisivas y los escenarios. Pero hubo un tiempo no tan lejano en que el artista mucho más conocido como Litus estuvo a punto de rendirse. Dejarlo todo. Asumir que había seguido el camino equivocado. Aprobar de una vez por todas el puñado de asignaturas que le faltaban para convertirse en licenciado en Filología Hispánica, y a las que no se había presentado por pura desidia, y reinventarse como profesor de literatura en algún instituto. No le desagradaba la idea. Se le daría bien. Y, sobre todo, se ahorraría muchos disgustos, sobresaltos e ingenierías microeconómicas para pagar todas las facturas a fin de mes.

La que sigue es la historia de entrega y superación de un hombre que ha acabado doblegándole el pulso a todos sus fantasmas. Y, sobre todo, el retrato de un artista polifacético y torrencial que se sabe mucho más joven ahora, recién incorporado a la cuarta década de la vida, que aquel veinteañero inseguro y de vida azarosa que fue. Nota aquí.



Martín Guevara

 El sobrino del Che Guevara en León y su infancia en el Habana Libre, el hotel de los revolucionarios

Martín Guevara narra en un libro la vida de los hijos de revolucionarios de todo el mundo acogidos en un hotel de La Habana. "Yo no quería ser un héroe como ellos, me abrumaba la idea. Pero me avergonzaba no serlo", asegura a 'Público'.

Martín tenía diez años cuando abandonó su Buenos Aires natal por La Habana. Era mayo del 73, Nixon acababa de firmar la paz con Vietnam, grupos como Kiss y Aerosmith sacaban sus primeros discos, y en España faltaba poco para que Carrero Blanco jurase su cargo como presidente del Gobierno de Franco. Al otro lado del Atlántico, en el aeropuerto José Martí, un matrimonio argentino y sus tres hijos de diez, ocho y cinco años eran recibidos por un séquito de señores vestidos de verde y armados con metralletas que los escoltaron a su nuevo hogar: el Hotel Hilton Habana Libre.

Martín no lo sabía, pero estaba a punto de recibir una información que marcaría el resto de su estancia en la isla. Su padre, Juan Martín, no tenía cuatro hermanos, como él había creído siempre, sino que había uno más, el mayor, que "había muerto luchando por los pobres" y a quien él encontró parecido con Sandokán: el Che Guevara.

"No nos lo contaron antes porque en Argentina no era conveniente hablar del Che ni que los niños soltasen ese nombre o hablasen de comunismo en la escuela", recuerda hoy Martín Guevara desde León, donde reside desde hace catorce años. Nota aquí.



Bajofondo

 Bajofondo coronó en el Coliseo una noche con sabor a festejo

Bajofondo regresó a los escenarios porteños, en la noche del jueves en el Teatro Coliseo, con un show contundente, incluso superior a la presentación de su disco Aura en el Opera, en 2019. Ese había sido su último recital en Buenos Aires y también el único que tuvo su cuarto álbum de estudio en esta ciudad. Sin embargo, antes que recuperar el tiempo perdido de esa etapa, el colectivo de neo música ciudadana se dedicó a poner el foco en el reencuentro con su público, que respondió agotando las localidades. El recital, epílogo de una mini gira rioplatense, sirvió además para revisitar su repertorio y para aceitar el engranaje de la performance, por lo que terminaron el año dos de la pandemia con una nave con un motor V8 en estupendas condiciones.

Lo demostraron apenas se subió el telón, con esa suite tanguera que da título a Aura, donde Alejandro Terán y su octeto de cuerdas, desde bien temprano, ganaron protagonismo. A continuación, aparecieron los invitados de la noche, el grupo de candombe uruguayo Cuareim 1080, para hacer “Solari Yacumenza”, suerte de oda montevideana al Philadelphia Soul. En “Flor de piel”, también incluido en ese repertorio, el guiño era a los Beatles. El álbum presente pidió cancha con “Código de barra”, milonga milénica en la que el diálogo entre el grupo dirigido por el fundador de la orquesta Hypnofón y el bandoneonista Martín Ferres se llevaron el protagonismo. Entonces habló Gustavo Santaolalla y saludó al público, aludiendo al tiempo y al encierro.

Y se quedó frente al micrófono para cantar “Pena en mi corazón”, antecedida por la ciudadana “Pide piso. Otra del arrabal, “Espiral”, pisó fuerte en la melancolía porteña. Y sin mover un pie de Buenos Aires, “Clueca la cueca” tiró un cable hacia la tradición chilena. Antes de avanzar, el otrora Arco Iris advirtió que entre el público se encontraban Estela de Carlotto y Taty Almeida, quienes recibieron una ovación aparte. Y evocaron uno de los temas de cuando Bajofondo era “Tango Club”: el breakbeat tanguero “Duro y parejo”. Apelando a ese matiz urbano y dialéctico, del 6x8 y el hip hop, “Miles de pasajeros” tuvo a Santaolalla y al tecladista Luciano Supervielle excavando en el cosmopolitismo de ambas orillas del Río de la Plata. Nota aquí.



sábado, diciembre 18, 2021

LeturAlma

 Rozalén nos cuenta por Facebook.

POR FINNN!!!!!
Novedades de @leturalma
Con OFERTA!!!!
De nuevo en la línea de salida con más esperanza y fuerza que nunca y con la meta puesta en compartir nuestra música y nuestra cultura en un entorno tan maravilloso como la Sierra del Segura!!
Os animamos a regalar LeturAlma estas navidades y aprovechar nuestra súper oferta navideña: si adquieres 3 entradas te damos cuatro… y si compras 4, te damos 6.
Vendrán poco a poco más novedades, más confirmaciones!
Regala ilusión y diversión, regala experiencias, regala Leturalma, el festival más bonico del verano!!!!



Manolo García

 “Si abusas de lo que más te apasiona en la vida, te va a llevar de culo”

La próxima primavera presentará su octavo disco en solitario, al que seguirá una gira hasta finales de año. Mientras, el artista muestra un centenar de lienzos, dibujos y esculturas en Málaga. Obras con las que, dice, busca una vida más sosegada y exorciza sus demonios.

Cuesta imaginarlo, pero en su juventud Manolo García (Barcelona, 66 años) dibujó cientos de mochilas, libretas, lapiceros o estuches con el universo gatuno de Hello Kitty. La empresa para la que trabajaba tenía los derechos del personaje de origen japonés y el barcelonés ilustraba material escolar con gatitos, casitas y arbolitos. Como diseñador freelance también realizó carátulas de casetes de gasolinera, ideó juguetes o los coloreó. “Era todo muy artesanal con rotuladores de alcohol y las manos manchadas de tinta”, recuerda García, que estudió en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Barcelona. Ahí le inocularon un veneno que sigue en él: la pintura. Lo primero que pidió a su madre fue un caballete, pinceles y óleos; la guitarra llegó un año después. Cinco décadas más tarde, cuadros y canciones siguen acompañando al artista, que presenta disco en 2022, para lanzarse luego a la carretera en una larga gira de conciertos. Mientras, muestra hasta el próximo 30 de enero esculturas, lienzos y dibujos a lápiz en la finca El Portón de Alhaurín de la Torre (Málaga).

García perdió el tren con el que tenía previsto viajar hasta Málaga hace unas semanas para inaugurar su exposición. Quería llegar a tiempo, así que se subió a su coche y recorrió los casi mil kilómetros que unen Barcelona con la Costa del Sol casi de un tirón. “Se me hizo largo”, asegura. Consiguió su objetivo y acompañó al público a saborear Cuerpos Celestes, exhibición que incluye 60 cuadros, 35 dibujos a lápiz y una docena de esculturas.

Tras una intensa mañana atendiendo las peticiones de la prensa y posando ante los fotógrafos, encontró hueco para descansar en un banco al sol que calienta la excepcional mañana fría en Málaga. A pesar del cansancio, regala una conversación llena de palabras que viajan del desengaño al optimismo, de la luz a la oscuridad; que transmiten ideas claras o que necesitan de un mapa para desvelar el tesoro de su significado. Y aunque su equipo de prensa aprieta cuando se supera el tiempo acordado de charla, él pide diez minutos más. Nota aquí.