miércoles, enero 31, 2024

Fetén Fetén

Fetén Fetén, el éxito inesperado de dos músicos que saben hacer de todo

Diego Galaz y Jorge Arribas empezaron como un dúo de música tradicional y festiva. Diez años más tarde, los artistas más famosos se pelean por colaborar con ellos.

Lo de Diego Galaz y Jorge Arribas no fue amor a primera vista. Qué va. La tarde del verano de 2002 en que se conocieron, en una sala de ensayos burgalesa, Diego reparó en aquel acordeonista zangolotino y gafotas, repeinado con la raya al centro, y pensó: menuda pinta de empollón. Jorge contempló a un violinista espigado de los rizos revueltos y se dijo: este se las da de bohemio. Hoy, los dos integrantes de Fetén Fetén han subido juntos a un escenario en más de 2.000 ocasiones y exhiben una química personal tan desbordante que en los hoteles aún a veces les preguntan si prefieren camas individuales o de matrimonio. Y es un equívoco que les ruboriza, pero sobre todo los enorgullece.

Galaz (Burgos, 47 años) y Arribas (Aranda de Duero, Burgos, 44) son pareja solo artística, pero la música les ha abocado a una hermandad íntima e indisoluble, un vínculo aún más vigoroso que el de los grandes flechazos. No son famosísimos, pero finiquitaron el año 2023 con un total de 113 actuaciones a sus espaldas (incluida una gira por Cabo Verde) y es imposible pasear con ellos por el centro de Burgos sin que el paisanaje local los detenga y abrace a cada rato. Más difícil todavía se antoja encontrar a algún compañero de oficio que no los piropee. Ellos se dicen “un par de culos inquietos, eternos aprendices de todo, desprejuiciados y sin pereza”, pero han cantado para ellos —agárrense— Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, Bunbury, Drexler, Kevin Johansen, Depedro, Ismael Serrano, Rozalén, Travis Birds, Guitarricadelafuente y una docena larga de otros tantos nombres ilustres. Fito Cabrales los incorporó este año pasado a la gira de sus Fitipaldis. ¿Unos folcloristas castellanos incrustados en una banda de rocanrol que llena pabellones? “Somos músicos versátiles y de oficio. Puedo coger ahora una acústica y tocarte a lo Tom Petty. Y Fito, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho, valora esas cosas”, resume Galaz. 

Todo en la historia de los Fetén es insólito; tanto como algunos de los instrumentos en que se han especializado. Entre los dos saben tocar unos 30 distintos, pero Diego últimamente causa sensación con el serrucho (su abuelo materno, don Atilano Ballesteros, regentaba en Burgos la carpintería La Industrial) y Jorge maneja una silla plegable de camping agujereada y manipulada para sonar, y esto es verídico, como una flauta dulce. No lo hacen por fardar o resultar estrafalarios, sino como parte de su compromiso con la cultura más popular y genuina, esa en la que militaban nuestros ancestros cuando “postureo” era un término que no constaba en ningún diccionario. “Nuestros abuelos sí que eran unos auténticos melómanos”, exclaman, unánimes. “Era una generación a la que la música les hacía sentir bien, porque los sacaba de esa cotidianidad anodina de la pobreza o el cuidado de la prole. No buscaban a cantantes guapos o festivales en los que sirvieran mucha cerveza: la música era parte consustancial de la vida y la felicidad”. Nota aquí.








Paris Joel

 Desobediencia

Llegan ecos de tambores y clarines,
Sollozos de madres rotas, y padres sin esperanzas.
Maldito el que azuza al perro,
El que empuja la cuadriga,
El que envía niños a las trincheras,
El que comercia con balas.
Que no os engañen gacetilleros mercenarios,
lacayos de la codicia,
Esa que envenena océanos,
Dispara a los ríos,
Y seca los lagos.
Para ellos sobramos,
Y no pararán hasta que nos dejen
A dos palmos bajo tierra,
Pues su crisis es la demanda,
Y su beneficio la guerra.
No os dejéis engañar,
Ellos no se moverán de la mesa,
Enviarán a tu hijo a matar
Con un billete sin vuelta.
Si llegan ecos de tambores
No sostengas su partitura,
Rompe su compás
Y cierra la puerta,
Que la plaza en soledad
Oxide la espoleta.
No os dejéis engañar,
Si suenan los clarines...
Desobediencia.



Rafa Mora

 Hay días del color de las cerezas.

Días que entran en erupción y cubren de ceniza las calles deshojadas.
Hay días que brotan sin noche.
Sin transito en la luz.
Sin presencia en el calendario.
Hay días abruptos.
Sin brillo.
Fugaces.
Con frío en las entrañas y
humedad entre sus grietas.
Hay días de nubes bajas que dejan vaho en los cristales
y días que rearman la tristeza con fusiles de niebla entre sus manos.
Sí, hay días donde el miedo es proporcional al vértigo a la vida.
Y sé, por mi reflejo,, que hoy es un día de esos.



martes, enero 30, 2024

José Larralde

 "ALLÍ DONDE ALCE MI RABIA"

¿Qué pasa con el que lucha
y se cincha como un caballo?
que ya ni el gusto a zapallo
puede probar en el plato
ese que se acuesta pato
y amanece con el gallo.
Ese que ya tiene un callo
en medio del corazón
con la mujer sin calzón
con el hijo sin tricota
ese que usan cuando vota
prometiéndole un montón.
Ese que tiene razón
cuando dice que es mentira
ese que no tiene lira,
ni dólar, ni patacón
ese que ni a religión
le alcanza lo que traspira.
¿que pasa con el que muere
solo por decir que no?
cuando a punta de rigor
le ahorcan los ideales
males que alimentan males,
dolores que traen dolor.



Ángel Martín

 “Cuando salí del hospital desapareció mucha gente. No sé por qué. Tampoco me he molestado en investigar”

Después del éxito de ‘Por si las voces vuelven’, donde relata su ingreso psiquiátrico tras un brote, el presentador de televisión vuelve con ‘Detrás del ruido’

“Hace años me rompí por completo. Tanto como para que tuvieran que atarme a la cama de un hospital psiquiátrico para evitar que pudiera hacerme daño”. Así relataba Ángel Martín, estrella de la televisión (Sé lo que hicisteis, Órbita Laika), el brote psicótico que desembocó en un best seller, Por si las voces vuelven (Planeta, 2021), que ha tenido continuidad con otro libro, Detrás del ruido, donde cuenta, en sus palabras, “todo lo que aprendí para rehacerme por completo y mantener la cordura”. Son dos libros impactantes por la intimidad desplegada, el humor que utiliza el cómico, y el impacto producido en cientos de miles de lectores para concienciarlos sobre salud mental.

Pregunta. ¿Cómo es la salud mental de este país?

Respuesta. Por los mensajes que recibo, el porcentaje de los que están bien es pequeño, claro. La gente no te escribe para decirte que está fantástica. Pero sí puedo sacar una conclusión: la salud mental es una cosa a la que no le prestamos atención. Sólo cuando algo nos rompe. Como cuando físicamente tienes un dolor. Pero como todavía no se ha roto el músculo, sigo.

P. ¿Cómo está usted ahora?

R. Noto mucho cuando pierdo el foco. Me llevo muy bien conmigo. Trato de ser muy consecuente en todas mis acciones, en las cosas que hago, en por qué las hago, en descubrir por qué algo me puede estar desestabilizando. No dejo pasar nada.

P. ¿Ha perdido vida social?

R. Puede ser. Cuando tienes días de muchas interacciones, terminas más cansado. A ver cómo te lo digo para que se entienda y no pueda parecer faltón: tratas de que todas las conversaciones sirvan de algo. Cuando hay mucho jaleo social, mucho compromiso, prevengo a mi cabeza, le digo: hoy va a haber ruido, va a ser cansado. Cuidas la cabeza antes de salir de casa igual que cuando te duchas por las mañanas. Nota aquí.




Paris Joel

 Canción

Remienda arrugas con cosmética,
Pinta de otoño la plata del pelo,
Y, cuidadosamente,
escoge de la serpiente,
La manzana y la piel.
Yo la miro embobado,
Veo su baile al caminar,
La Gioconda en su boca,
Y en sus ojos un gran lago
Donde habitan tan solo
Aquellos veinte años.
En el río de la inercia
Continúa con su labor,
Y para aturdir mi reloj,
Con pinceles de color
Crea una aurora boreal
en mi invierno cansado.
Y la amo como un héroe
Después de su odisea,
Haciendo de pretéritos
Una colada de abrazos
Que, de vez en cuando, pájaros
funambulistas cruzan
En ceremonioso cortejo.
Cual gallo que, día tras día,
Anuncia un nuevo amanecer,
La interrogo para salir,
Y con su afirmación,
por un momento,
Todo es melodía
y todo es
Canción.



Atahualpa Yupanqui

 Atahualpa Yupanqui en una mirada integradora

El ensayista y poeta aborda la figura del autor de "El arriero va" a través de su literatura, su búsqueda de una identidad, sus canciones y sus visiones políticas. 

El cancionero de Atahualpa Yupanqui no necesita fanáticos sino interrogadores, piensa Alejandro Gómez Monzón, que es escritor, que es poeta, que es ensayista, y que ha utilizado su pluma justamente para responderse algunas preguntitas sobre don Chavero, a través de un libro flamante y de título sugerente: La flecha ya está en el aire (El cancionero y la literatura de Yupanqui). Deviene tal de “La flecha”, una milonga que Ata grabó alboreando los setenta. “Ni bien escuché esta canción, supe cuál sería el título del libro”, asegura el autor, hombre nacido en Todd, pueblo ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires, y aquerenciado hoy en los pagos de Yupanqui: Pergamino.

Publicado por la Editorial Mil Campanas, el ensayo de Monzón –prologado por Sergio Pujol y epilogado por Liliana Herrero- se propuso abordar la abarcativa y contradictoria figura de Yupanqui en todo su esplendor: su literatura, su búsqueda de una identidad propia –“entre Chavero y Yupanqui”-, sus canciones y sus visiones políticas. Y lo logró a través de un entreverado y jugoso vaivén biográfico de siete capítulos. “Puedo señalar tres ejes del trabajo”, asegura Monzón a Página12. “Las identidades desarrolladas en el cancionero y en la literatura de Atahualpa; la fuerte conexión entre su obra y el imaginario surero o pampeano; y el Yupanqui autor y lector de literatura”.

-¿Puede que el principal entre los tres haya sido el de intentar dilucidar su identidad?

-Por caso, una pregunta que enhebra buena parte de este trabajo es qué habría pasado si Héctor Chavero hubiera elegido como nombre artístico el mismo, y no Atahualpa Yupanqui. Bautizándose de esta manera, él se aleja del Héctor homérico, del Chavero vasco y del Héctor Chavero pampeano, alejamientos que le permiten ingresar con mayor fuerza al circuito musical argentino. Por un lado, más allá de este silenciamiento onomástico, hay un subsuelo surero decisivo en Yupanqui, que forjó su imagen de cantor caminante y comprometido a la luz de los payadores anarquistas que recorrían la provincia de Buenos Aires a comienzos del siglo XX, así como de la lectura que hizo del Martín Fierro durante la niñez y la juventud. En cierto sentido, las lejanas tierras de las que habla el seudónimo quechua son las de la pampa bonaerense. Por otra parte, si bien la obra de Yupanqui instaló al aborigen en el folclore criollista de los años 30 y 40, la respiración incaica de su nombre artístico le otorgó mayor cercanía con el mundo del noroeste, donde a comienzos del siglo XX la oligarquía nacional fijó la cuna folclórica argentina, y donde la herencia originaria está más a flor de piel que en la provincia de Buenos Aires. Nota aquí.



Café García

 Reabrió en Villa Devoto un café casi centenario visitado hasta por Francis Ford Coppola

Tras dos años cerrado, Café García fue puesto en valor por los dueños de El Federal.

Mantiene sus emblemáticas picadas e incorporó un ojo de bife en honor a Maradona.

El barrio de Villa Devoto está de parabienes y se debe a que recuperó su tan querido Café García. Luego de casi dos años cerrado, este café notable, ubicado en la esquina de Sanabria y José Pedro Varela, reabrió sus puertas renovado, recuperando los atractivos que los vecinos tanto extrañaban como su salón plagado de recuerdos y sus enormes picadas.

Detrás de la recuperación de este bar hay manos con experiencia. Francisco Miranda y su familia, que fueron dueños del famoso bar Bidou, se asociaron al grupo de Los Notables que gestionan bares de renombre como El Federal, Café Margot, Bar de Cao, Celta Bar y Café La Poesía.

Preocupados por mantener la esencia del lugar -cabe recordar que el café fue declarado notable y sitio de interés cultural-, mantuvieron la estética, pusieron en valor el salón, conservaron algunos de los empleados que trabajaron en el antiguo café y armaron una propuesta tentadora con platos populares.

La historia del Café García

El bar fue fundado en 1927 por el asturiano Metodio García y Carolina, su mujer. La pareja vivió allí hasta la década del 50 cuando vendieron el fondo de comercio. Veinte años después, sus hijos Rubén y Hugo recuperaron el lugar y le dieron la fama actual. Como Hugo tenía experiencia en organización de eventos y muchos conocidos famosos, en poco tiempo le dio un carácter y un servicio gastronómico que lo destacó.

Un habitué del lugar era el padre de Claudia Villafañe, ex suegro de Diego Maradona, Víctor Hugo Morales, Graciela Borges, Alejandro Dolina, Enzo Francescoli y hasta Francis Ford Coppola. El director Eliseo Subiela eligió el bar para filmar varias escenas de su película “No te vayas sin decirme a dónde vas”. Nota aquí.







Ismael Serrano

 Ismael Serrano ensancha el corazón en un concierto con recuerdo a Gaza y Ucrania y mensaje para Feijóo

El cantautor tocó este sábado –y repite este domingo– en el Inverfest de Madrid, donde reivindicó la música como compañía y arma política.

Música para combatir la soledad. Música como animal de compañía. Música como campo de protesta. Música con la que sobrellevar el paso del tiempo, con la que intentar ser, cada día, mejores. Y más completos, de cosas que importan. Así la entiende Ismael Serrano y así la desplegó en su concierto este sábado en el Teatro Circo Price de Madrid, dentro del Festival Inverfest. Un recital que repetirá este domingo, convirtiendo el propio espectáculo en un viaje de introspección en voz alta, cantada. Una excursión a los mimbres que vertebran quiénes somos, cómo estamos y por qué. A través de melodías que abrazan, en colectivo, mente y corazón. Con espacio para reírse, con la sorna más sana, de uno mismo. Y también para lanzar mensajes a Palestina, Ucrania y Alberto Núñez Feijóo.

“Busquemos juntos la canción que pueda cambiarles la vida”, pronunció en el arranque. El público escuchó y sintió atento, sentado y concentrado en sus temas y presentaciones. Porque si hay algo a lo que Ismael Serrano concede protagonismo en su show es a contextualizar sus canciones. No hay puntada sin hilo, no hay cavilación al azar y no hay prisa. El cantautor dedicó tres horas a indagar en esta búsqueda, acompañado de cinco instrumentistas y la actriz María Pascual. Nota aquí.







Alfonso del Valle

 INTRUSO

Podrán decir de mí que fui un intruso,
que me colé sin más de polizón 
mas de mi lengua no hice tan mal uso,
no para merecer la ejecución. 
Podrán decir de mí que fui un intruso
mas, con mi escuadra y con mi cartabón, 
fui dibujando líneas en desuso,
subido al tren de la imaginación. 
Y mientras trenes iban y venían, 
yo me acercaba a verlos al andén.
Románticos, mis sueños se caían, 
algunos me miraban con desdén 
y otros casi que ni me veían 
perder de nuevo, incrédulo, mi tren.
Podrán decir de mí que fui un intruso
mas nunca que no le puse tesón 
sintiéndome a menudo un tonto incluso,
poniendo mesa, pan y salchichón. 
Podrán decir de mí que fui un intruso
por no hacer de mi sueño profesión. 
Alguna vez lo quise, pobre iluso;
si os ofendí, os pido hoy perdón. 
Y mientras trenes iban y venían, 
yo me acercaba a verlos al andén.
Románticos, mis sueños se caían, 
algunos me miraban con desdén 
y otros casi que ni me veían 
perder de nuevo, incrédulo, mi tren.



Cristina Narea

 «Estaré eternamente agradecida por haberme sentido familia de Aute»

La escudera del maestro fallecido le rinde homenaje este lunes en Clamores

La cantautora chilena Cristina Narea solo había oído un par de canciones de Eduardo Aute cuando, en 1998, recibió una llamada de la oficina de éste para proponerle cantar con él en los conciertos de la Semana Negra de Gijón. En apenas tres días se aprendió veintisiete temas para la ocasión, y en ese arduo proceso fue cuando se dio cuenta de la colosal calidad de sus letras. «Me puse en modo autista», bromea la artista, «y el choque por la sesión intensiva fue brutal, me impactó tanto que llegué a la actuación con todos los nervios que te puedas imaginar».

El concierto salió «precioso», hubo «feeling» entre los dos porque sus voces empastaban muy bien y se entendían bien fuera de las tablas, y ahí empezó una alianza artística que duró «hasta que él se nos fue», dice con la lógica pesadumbre de quien aún no se ha hecho a la idea de haber perdido a un amigo. Juntos compartieron escenarios por medio mundo, convivieron semanas enteras en un ambiente «divertido, tierno e inteligente, como él era», y su amistad llegó a convertirse en un sentimiento «familiar» mutuo por el que está «eternamente agradecida».

En diciembre de 2018, ella fue una de las organizadoras del homenaje que se le brindó al maestro en el Wizink Center, y poco después, cuando la salud de Aute entró en barrena, Cristina no dejó de visitarle en el hospital, donde le cantaba canciones mientras él vagaba por el limbo del coma.

«Después seguí yendo a verle a su casa, cuando le dieron el alta, para que estuviera lo más feliz posible y se sintiera cómodo y arropado», recuerda. «Su familia me abrió las puertas con mucho cariño para acompañarle en esos momentos, que.. bueno... no se los deseo a nadie porque fueron muy duros. Pero fueron muy especiales para mí».

Narea, que ha hecho coros en numerosas grabaciones de grandes artistas y tiene una hermosísima discografía solista (su último trabajo, 'Viento sur', es un cautivador tributo al País Vasco), tiene montados varios repertorios para presentar en directo, y uno de ellos se compone de temas que cantó con Aute durante sus más de veinte años de colaboración musical.

«Cuando murió me di cuenta de lo mucho, muchísimo que le quería, y de que a pesar de que es un cantautor reconocido, nunca se le reivindica como se merece porque es un artista tan enorme que nunca es suficiente. Al mudarme al País Vasco, me encontré con un pianista de jazz llamado Rafa Aceves que se ha comprometido con mi música al cien por cien, y él es quien me va a acompañar en este nuevo y necesario homenaje», explica. Nota aquí.




Ramón Serrano

 DESPERTAR CON ESPERANZA

Un nuevo día que acontece
despuntan tímidas las acacias
el silencio en el parque
son grumos de tu ausencia
van tomando forma las palmeras
los bancos y los olores
los cánticos y los mejores recuerdos
la luz va asegurándose posiciones
en vanguardia mis ángeles del desvelo
todavía el jilguero duerme
las cotorras hoy no entran en el argumento
el cielo es el reflejo
de los anhelos cotidianos
poco a poco el día despierta
a lo lejos
van llegando tus corcheas Pireri
ahora entrará la Voz
que tanto necesito porque alimenta
traerá muy cerca del parque
bosque y mar
versos de aroma purépecha
con la flor de mi pirekua
¡Oh que linda está la mañana!
me trajiste el sol de tu tierra.



Ana Belén

“Hacerse mayor es una putada porque, mentalmente, te sientes tan joven”

La cantante y actriz, con 35 discos, 40 películas, cientos de representaciones teatrales y recitales y 1,2 millones de oyentes mensuales en Spotify, presentará la próxima gala de los Goya junto a Los Javis

Hemos cantado sus canciones. Llevamos 57 años viéndola en escenarios, en salas de cine y en cadenas de televisión con el pelo rizado, liso, largo o corto. ¿Quién no conoce a Ana Belén? ¿Y quién conoce a Pilar Cuesta Acosta (Madrid, 71 años)? Explica que está feliz porque Víctor Manuel llenó, la noche anterior, el 17 de diciembre, el WiZink Center de Madrid y porque la subió a cantar. También porque salió a comer con una amiga y, aunque procura sentarse en rincones, observó a dos mujeres cuchicheando. “Al final se acercaron. ‘Ana, de mayor queremos ser como tú’. “¡Cómo de mayor, pero si son mayores que yo, pensé!”.

Es como una redundancia, ¿no?

O el secreto de la eterna juventud.

No digo que sea joven, pero me hace feliz mi profesión. Si se le diese la oportunidad de seguir trabajando a gente que ha tenido un oficio que apasiona, ¿cuántos médicos elegirían seguir?

Despiertan en la tumba 50 años después. Ella, anclada en los 13, y él, con amnesia.

Lleva 50 años con Víctor Manuel.

Siempre tengo la idea, o quizá el deseo, de que haya algún rincón inexplorado.

Eran ateos y comunistas. Y se casaron.

Para que nuestros padres no se disgustaran. Hacerlo por lo civil era imposible en el franquismo. La gente que no lo vivió no sabe la suerte que tiene y lo complicado que era todo. Nos casamos en Gibraltar. No legalizamos el matrimonio hasta hace dos años. Igual nos vimos mayores.

Ha sido muchas: cantante, actriz de cine, teatro y televisión… Amorosamente, ¿ha tenido la sensación de perderse algo?

Tengo la sensación de que he tenido suerte. Lo raro es estar juntos. Ni Víctor entró en mi vida siendo el primero, ni yo en la suya. Pero siempre hubo una idea de provisionalidad. No dar las cosas por hecho es bueno siempre. Y en una relación, más. Nota aquí.




Elia Suleiman

 “Los países que ahora niegan el genocidio palestino fueron los primeros en ser genocidas”

El director más importante de las últimas tres décadas de Palestina llega a Madrid para una retrospectiva que le dedica la Filmoteca.

Una pareja árabe está obligada por la tensión política en Oriente Próximo a verse en el aparcamiento del punto de control que separa Israel de Palestina. Él viene de Jerusalén; ella, de Ramala. Para atravesar el control, prohibido para ambos, cuentan con un globo con la cara de Yasir Arafat, primer presidente de la Autoridad Nacional Palestina, con el que los soldados se quedan distraídos. Esa escena de humor absurdo fusionado con realidad social de Intervención divina (2002), que él protagonizó, podría definir a la perfección la filmografía del director palestino más importante de los últimos 30 años, Elia Suleiman (Nazaret, 63 años). Esa huida del tono grave y serio del conflicto árabe-israelí podría ser la razón de las claras indicaciones dadas por él para la entrevista del jueves: “Nada de preguntas sobre política”.

“Siento la presión por parte de la prensa que me continúa preguntando sobre Gaza todo el día. Quieren que sea un representante político. No se dan cuenta de que llevan consigo un discurso colonial que te encierra en una nacionalidad, incluso si no todas mis películas tienen que ver con Palestina”, asegura Suleiman, quien ha llegado a Madrid para un ciclo de cine que le dedica la Filmoteca en enero y febrero. El ganador de cuatro premios en Cannes viene recibiendo una avalancha de preguntas sobre su opinión acerca de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que ha dejado más de 25.000 muertos. Es inevitable, sin embargo, tanto por su obra como por su pensamiento, que entre en ese terreno: “Se continúa diciendo el conflicto árabe-israelí y no es un conflicto. Es la ocupación de un país por parte de otro”, asegura en el Cine Doré, donde se proyectarán sus cuatro largometrajes y varios de sus cortos. Nota aquí.




Polaco Goyeneche

 Documental sobre el Polaco Goyeneche

El documental Roberto Goyeneche. Las formas de la noche se proyectará el próximo lunes a partir de las 19 en la Academia Nacional del Tango, para celebrar el cumpleaños del “Polaco”, cantor y emblema del tango, quien cumpliría 98 años.

La película, dirigida por Marcelo Goyeneche, sobrino nieto y realizador con extensa trayectoria, se estrenó el jueves 16 de noviembre en el Cine Gaumont de la zona de Congreso, luego de más de cuatro años de rodaje y producción, y se podrá ver en la entidad ubicada en Avenida de Mayo 833, con entrada libre y gratuita.

“Tenemos una hermosa noticia! El lunes 29 de enero nos juntamos con la familia Goyeneche para festejar el cumple del Polaco y ver junto a ustedes la película. Además de invitados y música en vivo”, expresa un comunicado difundido en Instagram. “Siento que el corazón de la película está en la esencia de su ser, en su forma Goyeneche de vivir”, dijo a Télam el realizador acerca del filme sobre el intérprete que fue puntal de las orquestas de Horacio Salgán y Aníbal “Pichuco” Troilo y que patentó un modo inconfundible de interpretación tanguera.

En septiembre de 2021 inició la filmación de esta película, que incluye entrevistas a Luisa Mirenda, Roberto Emilio Goyeneche, Jorge Goyeneche, Lorena Goyeneche, Adriana Varela, José Colángelo, Litto Nebbia, Néstor Marconi, Julio Dávila, Esteban Morgado II, Gustavo Varela, Matias Longoni, Gabriel Soria, Jorge Boccanera y Víctor Bertolini.

También hay recitales y material de archivo remasterizado y registro de filmaciones en el barrio de Saavedra, donde nació el 29 de enero 1926. 

“Como siempre digo, las películas se terminan cuando se encuentran con el público en las salas”, había dicho Marcelo Goyeneche en la previa del estreno de esta película que contó con buena recepción, tanto de la crítica como de los espectadores. Nota aquí.



Paula Catalán Toro

 La tragedia de los Andes contada por la hija del arriero que halló a los rugbiers: “Lo consideraron su segundo papá hasta que murió”

Paula Catalán Toro le contó a Infobae cómo vivió su padre el momento en que se encontró Fernando Parrado y Roberto Canessa en el medio de la cordillera, sus sentimientos al ver la película La Sociedad de la Nieve y la relación de toda su familia con los sobrevivientes del accidente aéreo

El 13 de octubre de 1972 tuvo lugar una de las mayores hazañas de supervivencia humana de las que se tenga registro a nivel mundial. A raíz del error humano de uno de los pilotos, un avión de la Fuerza Aérea uruguaya en el que viajaban 40 pasajeros y 5 tripulantes se estrelló contra la Cordillera de los Andes. En la aeronave, que volaba desde Montevideo hacia Chile, iba el equipo de rugby uruguayo Old Christians -que iba a disputar un amistoso- junto a algunos familiares.

Como resultado del impacto, 11 murieron en el acto y los 18 restantes fallecieron días después debido a sus heridas y como consecuencia de una avalancha de nieve. Al cabo de 72 días, solamente sobrevivieron 16 personas. Todos ellos tuvieron que soportar temperaturas de entre 25 y 42 grados bajo cero, a 3.500 metros sobre el nivel del mar, sin ropa adecuada ni experiencia para sobrevivir en esas condiciones extremas en la zona conocida como el Valle de las Lágrimas. Nota aquí.



Manuel López Azorín

 PIEDRA DE LUNA

silencioso poema
que ilumina tu cuerpo anochecido.
Su interior nos cobija entre paredes blancas adornadas de tiempo y primaveras.
Al calor de la lumbre, este otoño de ausencias, se desgranan mis sueños a la espera
de abrazarme a tu risa de aquel tiempo,
cuando andaba esta casa florecida.
Casa, piedra de luna y de granito.
Silencioso poema
que iluminó tus ojos y los míos.>>
(De mi admirado poeta Manuel López Azorín. Publicado por Lastura Ediciones)