León Gieco

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“La vida de Norita se hizo dos veces, una porque si y otra para reconfirmarla.

Asi fue desaprendiendo lo fácil, lo cómodo, lo breve e incorporó una experiencia que quedará viva para siempre.
Cuando se sintió empujada a un vacío inentendible y horroroso, planeó con alas y posó sobre mil lugares nuevos, donde falta justicia, donde hay un derecho vulnerado, donde hay que abrazar, concientizar, transformar, escuchar.
Su tiempo dejó de ser tiempo,
un segundo ahora es minuto
el minuto, hora.
Una hora es un dia
un dia, mes
un mes, un año
y de aqui a la eternidad:
pura vida para siempre.… “
Leon Gieco
Fragmento del Prologo de “NORITA, La Madre De Todas Las Batallas” de Gerardo Szalkowicz.



English Social Club

 Un rincón inglés secreto que pasa inadvertido en pleno Lomas 

No hay ningún cartel o chapa que lo identifique. Solo se ve una puerta de madera cerca de la zona céntrica de calle Balcarce. 

Hay lugares por los que pasamos miles de veces y a los que jamás les prestamos atención. La historia que les voy a contar hoy trata de un increíble reducto escondido en la zona comercial de Lomas de Zamora, muy cerca de la estación de trenes, que cuenta con interesantísimos antecedentes vinculados con los inmigrantes británicos que llegaron a la provincia de Buenos Aires hacia finales del 1800.

Se trata del English Social Club Lomas de Zamora, ubicado en la avenida Almirante Brown 2115 y fundado el 17 de julio de 1893. En verdad, cuando uno pasa frente a él ni se da cuenta. No hay ningún cartel o chapa que lo identifique. Solo se ve una puerta de madera que pasa inadvertida entre locales comerciales próximos a la céntrica calle Balcarce. 

El lugar tiene calidez por su decoración donde se destaca la madera oscura. A simple vista, cuando uno entra por primera vez, parece transportarse mágicamente a un pub de Londres. Si no fuera por algunas pocas fotos colgadas con sobriedad o una placa de bronce que dice dónde estamos, cualquiera pensaría que no está en el país y mucho menos en el Conurbano.

Las mesas están cubiertas de un paño verde oscuro y sus parroquianos conversan en voz alta. Fuman pipa y toman un buen scotch. Son sólo varones, por tradición. Ladies, out. Pero desde algunas décadas, a pedido de las mujeres de sus socios, el English Social Club organiza fiestas a las que llaman "noche de brujas": es la única ocasión en la que ellas pueden entrar. Nota aquí.








Jorge Drexler

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EN BERLÍN, EN CASA.

Ayer recibí un mensaje de mi padre, Günther, de 89 años diciéndome que estaba orgulloso de que me hubieran recibido así en la ciudad en la que él nació y de la que se tuvo que escapar con 4 años.
Quiero empezar a explicar lo que significó para mí este concierto en Berlín contándoles eso.
Cada detalle berlinés de la comida, la manera desenfadada de vestirse, el amor por la cultura, la conexión con la historia, la capacidad de renacer de las cenizas, la energía vital…hasta el sentido del humor…todo me recordaba a cada momento a la casa de mis abuelos paternos Georg y Ruth.
Todo el fin de semana previo al concierto consistió en un flashback de mil detalles que sabía que eran míos, pero no sabía que venían de Berlín.
Visité la casa donde nació mi padre en Köpenicker Str. , a pocos metros donde después pasaría el muro.
Conocí una ciudad que cultiva y asume su memoria, por más dolorosa que sea, en este mundo de ahora, donde ese ejemplo debería ser seguido por todos los horrores que siguen generándose hoy en día.
Como me dijo el guía @juanberliner que nos mostró el centro histórico: “Paris siempre es Paris, Berlín nunca es Berlín”(citando a Jack Lang).
Berlín ha cambiado de identidad muchas veces, siempre renovándose y a la vez siempre manteniendo esa capacidad de vanguardia, libertad y conciencia.
Sentirse querido en una ciudad así es una experiencia que a uno no se olvidará en su vida.
VIELEN DANK, BERLÍN!



Tina Serrano

 Adiós a Tina Serrano, emblema del teatro

Supo despegarse del estigma de ser "hija de" y forjó una sólida carrera sobre tablas, lo que no le impidió transitar la TV y plasmar a una de las villanas más recordadas de la pantalla chica.

“Que los chicos tengan acceso a los mecanismos de la dirección, de la actuación. Creo que sería muy estimulante y enriquecedor para ellos, elijan o no más tarde el escenario para trabajar. Ayudaría a formar espectadores y lectores, ya que la tele abierta no les da espacio a estas manifestaciones. Todos necesitamos ilusionar, proyectar, sublimar por el lado del arte para vivir mejor”. Eso decía hace veinte años a Página/12 la actriz Tina Serrano, quien solía compartir su deseo de que la disciplina teatral se incorporara a la currícula escolar en las instituciones educativas.

Hija del legendario actor Enrique Serrano, Tina poseía genes de capocómica pero también era capaz de encarnar roles de alto voltaje emotivo; podía arrancar carcajadas y lágrimas entre la audiencia televisiva o ante una platea de teatro. Serrano, quien protagonizó hitos cinematográficos como La noche de los lápices (Héctor Olivera, 1986) o De eso no se habla (María Luisa Bemberg, 1993) y televisivos como Resistiré o Gasoleros, falleció este jueves a los 82 años. Su hijo Hilario, fruto del vínculo con el actor Lorenzo Quinteros, lo confirmó a través de las redes sociales con estas palabras: “Mi mamá falleció. Se fue en paz. Estoy muy triste”. Nota aquí. aquí.



jueves, mayo 30, 2024

Nora Cortiñas

 Murió Nora Cortiñas, la madre de todas las batallas

Referente de los derechos humanos, santa pagana de todas las luchas, Norita estuvo hasta principios de este mes en Plaza de Mayo --ese lugar que transitaba desde mayo de 1977. Nunca supo qué hizo la dictadura con su hijo Carlos Gustavo Cortiñas.

Nora Cortiñas no es una sola: es la madre que grita frente a las cámaras, la que lleva el pañuelo blanco en la cabeza, la que porta el pañuelo verde en la muñeca, la que juega a la pelota, la que se sube a una moto, la que anda con su bastón con flores o la que se deja conducir en una silla de ruedas. Es la mujer que fue hasta sus últimos días a la Plaza de Mayo –a ese lugar en el que recaló en mayo de 1977 con la esperanza de recuperar a su hijo secuestrado por la dictadura. Nora Cortiñas, que murió este jueves a los 94 años, es eterna en la memoria del pueblo argentino que quiere verdad y justicia.

Nació el 22 de marzo de 1930. La llamaron Nora Irma Morales. Era una de las cinco hijas de una de una familia de españoles que se afincó en el barrio de Monserrat. Conoció muy jovencita a Carlos Cortiñas. Él pidió su mano cuando ella tenía 18 años y se casaron un año después. En 1952 nació el primer hijo de la familia, Carlos Gustavo. Después llegó Marcelo.

Norita cosía para afuera y daba clases. Iba a la escuela de los chicos. Su marido trabajaba en el Ministerio de Economía. Su mundo tenía epicentro en la casa de Castelar.

Gustavo empezó a militar en la Juventud Peronista (JP). Lo hacía en la villa 31 de Retiro con el Padre Carlos Mugica. A Nora le preocupaba, le pedía que no se expusiera en las movilizaciones.

–¿Qué querés, mamá, que vayan los hijos de otras madres?-- le preguntó él.

A Gustavo se lo llevaron el 15 de abril de 1977 de la estación de trenes de Castelar. Para entonces estaba casado con Ana y tenía un hijito, Damián.

Nora salió a buscarlo. La primera gestión la hizo en la Catedral de Morón. Se acercó a los organismos de derechos humanos que ya estaban funcionando, como la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) o la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

Un cuñado le habló de unas mujeres que se reunían frente a la Casa de Gobierno. Hacia allá fue ella. Llegó por primera vez a la Plaza de Mayo en mayo de 1977. Nunca la abandonó –ni con el terror que provocaron los secuestros de Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco en diciembre de ese año. Nota aquí.



Los Piojos

¿Vuelven Los Piojos? Se cumplen 15 años de su último show y sale un disco en vivo para recordarlo

Mientras crecen los rumores de la vuelta, hoy se publica Ritual Piojoso, registro en directo de la despedida de la banda, ocurrida el 30 de mayo de 2009 en la cancha de River. El recuerdo de Dani Buira, baterista original piojoso, en diálogo con Teleshow.

Este jueves 30 de mayo se cumplen 15 años del último recital en el recorrido de Los Piojos. Ocurrió en 2009 en la cancha de River Plate y fue la despedida del grupo que, esa noche, formó con Andrés Ciro Martínez, Tavo Kupinski, Micky Rodríguez, Sebastián Cardero y Juanchi Bisio. A ellos se sumó, en calidad de invitado, Daniel Buira, baterista original del grupo y presente en las versiones de “Verano del 92″, “Desde lejos no se ve” y “Cruel”.

“No soy bueno ni dado para los discursos. Entonces lo que tengo que decir se los voy a decir acompañando todo lo que se siente en este momento, de parte de la banda y mía, se lo vamos a decir a través de esta canción”, pronunció Ciro antes de que comenzara a entonar “Pacífico”, uno de los últimos hits del grupo, aquel que contiene frases como “Dejando que suceda / es más fácil así / el cuerpo bien sabe flotar / Distintas las miradas / y tu contestación / muestra qué inútil fue mi hablar”. Compuesta en 2006, durante un parate del grupo, y editada en 2007 en el álbum Civilización, la canción exponía que las cosas entre los integrantes del grupo no estaban del todo bien. Y de algún modo, adelantó la separación.

“Estaba entusiasmado por tocar con los chicos y, a su vez, con una sensación triste por lo que estaba sucediendo en ese momento con la banda. Pero también me pasaba que era volver a sentarme en la batería con los pibes. Un reencuentro en un final. Para mi, en lo personal, era muy emotivo, muy fuerte. Pero reservándome por la situación que se estaba viviendo entre ellos, que no era la ideal, no era el mejor momento de ellos como personas entre sí, entre cada uno de ellos”, recordó Buira en diálogo con Teleshow sobre la noche final de Los Piojos. “Por otro lado, sentía que era necesario. Yo tenía charlas por separado y era súper necesario el corte, darse un descanso, para en un futuro sentarse de vuelta. Estaba bien lo que estaba pasando”, consideró. Nota aquí.






Ramón Serrano

 Los Chimbangueles

Ritmicos bailan los negros su corazón de tambor
sus roces de cósmicas variantes
notas de astros en sus genomas
derramados en la cosmogonía de
los pies
Piel con piel sobre la planicie
ese ruido de madre contorsionando
vocales de la plenitud
en el epicentro de la raza
Hay algo en la tierra con sonido
de cueros
Algo que nos hace un solo ser
en el horno de las caderas
su fundición en el amor de padre a hijo
ese dedal en la curva del espacio
imaginado cordón de astro
que los ata a la rojiza candela
y salen del cuerpo como pólvora



Rodolfo Serrano

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Finalmente, el encuentro se realizará el mismo día, 31 de mayo, y a la misma hora, pero en la Biblioteca del Ateneo . Alli nos vemos...




Susu Pecoraro

 "'Camila' fue un salto de calidad para el cine argentino"

La actriz rememora la realización de una película que marcó épocas, fue un éxito de taquilla, fue nominada al Oscar y enervó a los sectores conservadores. Este martes habrá un homenaje y proyección en el Teatro San Martín.

Camila es un símbolo indiscutible en la cinematografía argentina por varias razones. Fue el tercer largometraje dirigido por María Luisa Bemberg después de Momentos (1981) y Señora de nadie (1982), y ya en su génesis es posible rastrear dos fechas de gran relevancia a nivel nacional. El germen que motivó a la directora a encarar este proyecto apareció el 2 de abril de 1982: acababa de estrenar su segundo film protagonizado por Luisina Brando y Rodolfo Ranni, habían ido a festejar a un restaurante con el equipo de producción y se quedaron en vela toda la noche para poder leer las críticas de los diarios al día siguiente. Los titulares daban la triste noticia del inicio de la guerra de Malvinas en primera plana y algunas críticas señalaban que las películas de Bemberg descreían del amor.

“Tenés que hacer una historia de amor, y qué mejor historia de amor que Camila”, le dijo la productora Lita Stantic. La directora ya conocía la historia de Camila O’Gorman por algunos comentarios de su amiga Graciela Borges. El rodaje de aquel proyecto comenzaría en otra fecha clave: el 10 de diciembre de 1983, cuando Argentina recuperó la democracia tras la última dictadura cívico-militar eclesiástica. A 40 años del estreno, este martes a las 18.30 se realizará un homenaje abierto al público en el hall Alfredo Alcón del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) con la presencia de sus protagonistas y a las 20 se proyectará el legendario film en la sala Leopoldo Lugones.

Se trataba de un amor trágico al mejor estilo de Shakespeare en Romeo y Julieta, pero con una historia local basada en hechos reales y situada durante el rosismo: un amor prohibido entre Camila O’Gorman (Susú Pecoraro), una joven de cuna aristocrática, y Ladislao Gutiérrez (Imanol Arias), un sacerdote católico. Bemberg no fue la primera en retomar esa historia: Mario Gallo había filmado una versión muda en 1913 protagonizada por la actriz Blanca Podestá –aunque no se conservan copias– y Juan Batlle Planas (h) también la había recreado para la gran pantalla en El destino (1971), con Julia Dávalos en la piel de Camila y Lautaro Murúa como Ladislao. Además, la figura fue abordada desde otras disciplinas como la historia o la literatura: en Allá lejos y hace tiempo (Guillermo Enrique Hudson), en Historia de la Confederación Argentina (Adolfo Saldías), en las novelas de Enrique Molina (Una sombra donde sueña Camila O’Gorman) y Agustín Pérez Pardella (Camila), y en otras aproximaciones de autores como Félix Luna, Silvia Miguens o Marta Merkin. Nota aquí.





Guardas de Vinos

 Tomar un vino de... 1940. Crece la costumbre de guardar vino y el gusto por las botellas añejas

Por motivos emocionales, pero también porque muchas de estas bebidas mejoran con el paso del tiempo, cada vez más argentinos se suman a esta tendencia que se ve, incluso, en los restaurantes.

Pablo Zabala lleva años buscando y guardando los vinos con los que celebrará –el año próximo– su cumpleaños número 60. En otro rincón de su cava subterránea, donde descansan unas 1740 botellas de distintas bodegas y regiones, se encuentran apartadas aquellas con las que festejará –dentro de 6 años– su 40° aniversario de casado, todas del año en que contrajo matrimonio: 1990. En su cava también guarda los vinos de los años en que nacieron sus hijos, botellas pensadas para brindar con ellos en algún momento especial. De hecho, cada vez que viaja a España, donde vive uno de ellos, Pablo lleva alguna de esas botellas en la valija.

“No me considero un coleccionista, para mí el vino es una pasión”, dice, y cuenta que se reúne todas las semanas con un grupo de amigos para descorchar botellas con varios años o incluso décadas de evolución. “Cuando un vino me gusta, compro un par de cajas. Una la guardo y de la otra voy abriendo las botellas a medida que pasa el tiempo para ver cómo va evolucionando “, agrega.

Pablo lleva ya un par de décadas guardando vino, costumbre a la que se asoma cada vez más gente tras descubrir la amplia gama de aromas, sabores y texturas que desarrolla esta bebida con el tiempo transcurrido dentro de una botella. En la Argentina, es un fenómeno relativamente nuevo. De hecho, hasta no hace mucho tiempo incluso la mayoría de los bodegueros y críticos de vino ponían en duda la capacidad del vino argentino para evolucionar a través de los años del mismo modo que lo hace un gran vino francés, español o italiano. Nota aquí.






El Vino

 SABÍAS POR QUÉ LAS BOTELLAS DE VINO SON DE 750 ml...?

Las botellas de vino son generalmente de 750 ml (75 cl) y no de un litro (1.000 ml). ¿De dónde viene esta especificación?
La capacidad de una botella de vino se normalizó en el siglo XIX y surgieron las explicaciones más locas de este hecho, que correspondían a:
- La capacidad pulmonar de un vidriero;
- Consumo medio en una comida;
- La mejor capacidad para conservar el vino;
- Facilidad de transporte ...
- Nada de esto.
En realidad se trata simplemente de una organización práctica con una base histórica:
En ese momento los principales clientes de los productores de vino franceses eran los ingleses. Pero ellos nunca adoptaron el mismo sistema de medidas que los franceses.
La unidad de volumen de los ingleses era el “galón imperial” que era equivalente a 4.54609 litros.
Para simplificar las cuentas de conversión, transportaron vino de Burdeos en barriles de 225 litros, es decir, exactamente 50 galones, correspondientes a 300 botellas de 750 ml. (75 centilitros).
Siendo más fácil el cálculo, adoptaron que un barril = 50 galones = 300 botellas.
De esta forma un galón correspondía a 6 botellas.
De hecho, por eso aún hoy las cajas de vino suelen tener 6 o 12 botellas ”.
¡El vino también es cultura!



Rodolfo Serrano

 Mi amigo Joaquín Pérez Azaústre me reúne el 31 de mayo con la gente que quiero y que -a pesar de todo- me quiere. Será en el Ateneo de Madrid. Hablaremos de todo, de vida, literatura, familia, amistad…

Sin tonterías, la verdad es que me hace mucha ilusión tener una charla y encontrarme con gente que quiero y que ha significado para mí mucho en esta vida.
Así que, si alguien quiere acompañarme, se lo agradeceré y estaré encantado de darle un abrazo con la fuerza que me deje este maltrecho cuerpo.







Isabel Allende

 “Los abusadores son cobardes; cuando uno los enfrenta, escapan"

La escritora chilena publica su primer cuento infantil, "Perla, la súper perrita", inspirado en su pequeña perra rescatada. La protagonista ayuda a su hermanito humano a enfrentar a los que le hacen bullying. 

“¡Por favor, no compren perros ni gatos, rescátenlos! Yo nunca he comprado un animal. Los tengo siempre conmigo rescatados; esos son los que hay salvar y los que nos salvan”. La que hace este pedido es la escritora chilena Isabel Allende en una conferencia de prensa desde su casa de Sausalito, en San Francisco (Estados Unidos), para presentar su primer cuento infantil, Perla, la súper perrita (Penguin Kids), inspirado en su pequeña perra de pelos negros y grises con mechones blancos, que tiene nueve años. En este libro ilustrado por Sandy Rodríguez, que llegará a las librerías el jueves 30 de mayo, la protagonista es una perrita que tiene dos súper poderes: hacer que todo el mundo la quiera y ladrar como si fuera un león. Cuando descubre que su hermanito humano, el niño Nico Rico, está siendo acosado, ella lo ayudará para enfrentar a los abusadores.

Cuando Camila, la nieta de una vecina, entra a la casa de Allende grita: “books, books, books” (libros, libros, libros). Entonces la escritora le lee una historia y luego toman helados. Esa niña a la que le gusta tanto los animales como los libros fue una inspiración. “Esa relación entre el animal y el niño es demasiado linda como para perderla”, subraya la autora de La casa de los espíritus y recuerda que su madre, Francisca Llonas Barros, tenía la idea de que si una persona se criaba con animales tendría un “muy buen sistema inmunológico”, no se enfermaría nunca del estómago, no le saldrían cosas en la piel ni tendría alergias. Entonces le compró una perra bulldog francesa para que durmiera con ella. “Yo puedo tomar agua del (río) Ganges y no me enfermo”, confirma la escritora con una sonrisa que revela el orgullo que siente por su temprana relación con los animales.

En el libro, observa Rosa Samper, directora literaria de Penguin Kids en España, Perla, la pequeña heroína, le enseña a Nico, un niño que sufre bullying en la escuela, a hacer oír su voz y a defenderse, “un mensaje que muchos niños y niñas necesitan oír”. Perla es una perrita que rescató el exmarido de Allende, el abogado y escritor de policiales William C. Gordon (1937-2019). Como él murió pocos meses más tarde, heredó a esa perrita que parece “una rata de alcantarilla”, “imposible más ordinaria, pero se cree una princesa”, aclara la escritora que la define también como una perra “arrogante” y “valiente”. Como tiene un problema en las cuerdas vocales, “gruñe y ladra como un perro policial”. Nota aquí.




Juan Villoro

 “Vivimos en la era de la falacia con una intención política o propagandística”

Desde Panamá, donde participó de Centroamérica Cuenta, el escritor español destacó la importancia del periodismo y el arte en la búsqueda de la verdad en tiempos de desinformación y mentiras políticas.

El prolífico escritor mexicano Juan Villoro, Premio Príncipe de Asturias en 2009, otorga una valía especial al arte y al periodismo en la obtención de la verdad, más cuando hoy se vive un “mundo de falsedades” y de gobernantes que las protagonizan.

Villoro, que participó en Ciudad de Panamá en el festival literario Centroamérica Cuenta, que concluyó el domingo, detalló que “vivimos en la era de la posverdad (...) que es el uso ideológico de la mentira, es decir, no se trata de una falacia inocente, sino de una falacia con una intención política o propagandística”.

De forma “muy intensa” esto se ha expresado en las redes sociales y en las plataformas digitales en las que hay “sitios muy visitados que dicen que la tierra es plana, que el Holocausto no sucedió, que el ser humano no llegó a la Luna, que las vacunas hacen daño”.

Es decir, según el autor de El disparo de argón (1991) y de No soy robot (2024) –ensayo en el que analiza la lectura y la sociedad digital– “vivimos en un mundo de falsedades y esto ha hecho que muchos presidentes gobiernen diciéndolas”.

Pone como ejemplo de esto una investigación de The Washington Post, que se “tomó el trabajo de medir la cantidad de mentiras que decía Donald Trump en su primer año de gobierno, y detectó que había más de 2.000 mentiras comprobadas. Sin embargo, podía gobernar al país más poderoso en la Tierra”.

Galardonado en el 2004 con el Premio Herralde de Novela por El testigo, el cuentista y cronista manifiesta en este sentido que “hoy en día la verdad no es requisito de buena conducta política. ¿Significa esto que haya dejado de ser importante? Yo creo que todo lo contrario”. Nota aquí.