lunes, enero 31, 2022

Ángel Guinda

 Muere el poeta Ángel Guinda: la vida discreta y la pasión por la poesía

Son muchos los poemas que, a lo largo de su trayectoria, se han nutrido de la sombra de la muerte, de cierto pálpito premonitorio. Esa sombra saltó del verso a la realidad el pasado sábado.

Hay dos frases, procedentes de la obra poética de Ángel Guinda, que siempre me han conmovido de manera especial: “Un niño cruza el mundo con un féretro al hombro y ese niño soy yo”. Es casi el comienzo de su libro Espectral (2011). La otra es un verso estremecedor de su libro (Rigor vitae) (2013): “El silencio comienza a traducirme”. Son muchos los poemas que, a lo largo de su trayectoria literaria, se han nutrido de la sombra de la muerte, de cierto pálpito premonitorio. Esa sombra saltó del verso a la realidad el pasado sábado, 29 de enero. A Ángel Guinda el cáncer le ganó la partida. Había nacido en 1948 en Zaragoza y desde 1987 vivía en Madrid, ciudad en la que, sin perder pie en Aragón, construyó la mayor parte de sus libros.

Su obra, que abarca algo más de una veintena de poemarios, tres volúmenes de aforismos y una decena de traducciones, deja una impronta de rigor, de originalidad y de hondura. Poeta alejado de los círculos literarios más convencionales aunque integrado en una docena de antologías no canónicas, es una muestra más de esa “historia otra” de la poesía española en la que encontramos nombres como Miguel Labordeta, Julio Garcés, Aníbal Núñez o Javier Egea, entre otros. Ha sido un poeta lateral por escribir al margen de las tendencias dominantes, y lateral por haber madurado, pese a residir en la capital, a caballo de una realidad literaria como la aragonesa. Fue, además, un escritor que no dio la espalda al conflicto social y perseverante en una opción estética que integró sentimiento y razón lingüística, corazón y palabra. Desde finales de la década de los setenta, Guinda mostró una fuerte vocación por otorgar al poema una función. Así, escribió, en distintas etapas de su trayectoria, varios manifiestos, Poesía y subversión en 1978, Poesía útil en 1994 o Poesía violenta en 2012, lo que le reveló como un perseverante animador cultural, además de ejercer en distintos momentos como editor y creador de revistas. Nota aquí.



Rafael Nadal

 “Es mi triunfo más inesperado”

El campeón subraya el “proceso” previo que vivió para poder llegar al torneo y reitera que ser el más laureado de todos los tiempos “nunca ha sido una obsesión”

Siempre aplicado, Rafael Nadal enfiló nada más acabar la ceremonia final el túnel de vestuarios para dirigirse rodeado de su equipo a la sala de recuperación instalada en las entrañas de la Rod Laver Arena. Una vez allí, se desplomó rendido sobre una esterilla y bromeó con su fisio, Rafael Maymò, Titín para el campeón. Acto seguido, se subió a una bicicleta estática y comenzó a pedalear de forma relajada para liberar el estrés muscular y articular que había acumulado en sus piernas después de más de cinco horas de paliza sobre la central.

En ese instante, accedió a la sala el legendario Rod Laver —11 grandes, la gran eminencia masculina del tenis local— y Nadal interrumpió la marcha para agradecerle la felicitación. Después, ingirió algunos alimentos para reponer fuerzas y se dirigió a la sala de conferencias, donde transmitió el mismo mensaje prudente de los días previos, pero aderezado el discurso de un tono melancólico. Nadal, el único jugador junto a Novak Djokovic que ha conquistado en más de una ocasión cada uno de los cuatro grandes en la Era Abierta (a partir de 1968), se expresó emocionado, como si estuviera en una nube. Nota aquí.




Osvaldo Soriano

 25 años sin Osvaldo Soriano, el cronista de las simples cosas que definen la argentinidad

En 1997, víctima de un cáncer de pulmón, falleció con solo 54 años. Dejó una gran obra de novelas, cuentos y artículos periodísticos, claves para entender nuestra cultura contemporánea.

Osvaldo Soriano está en la Chacarita. Pero sólo su cuerpo, sus restos; lo demás, lo importante, que es su literatura, libros y libros entrañables, están en todos lados: librerías, bibliotecas, ereaders, computadoras, celulares, hojas fotocopiadas en escuelas y universidades, adentro de la mochila de un chico que viaja todos los días en el tren durante una hora hacia el trabajo y saca una novela de Soriano para jugar a ser feliz leyendo.

Murió un día como hoy, hace 25 años: 29 de enero de 1997. Cáncer de pulmón. Tenía 54 años, podía seguir escribiendo y escribiendo, había mucho hilo en el carretel. Pero las enfermedades son injustas y se fue de repente. Fue cuestión de meses. Del otro lado de la línea histórica de su vida, en su nacimiento, ocurrió algo similar: nació en cuestión de meses. También en verano. Verano en Mar del Plata: 6 de enero de 1943. Nota aquí.



Rafael Nadal

 Rafa Nadal logra su 21º grande tras una apoteósica remontada contra Medvedev en el Open de Australia

El español voltea un duelo de 5h 24m frente al ruso (2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5) y eleva su segundo título en Melbourne, ya por delante de Federer y Djokovic en la historia.

Inscriben el tenis y el deporte, en realidad, la fecha con un cincel de oro: 30 de enero de 2022, día en el que Rafael Nadal vence en 5h 24m a un guerrillero de pura cepa llamado Daniil Medvedev y en el que el español asciende al altar de los altares, con el ansiado 21 ya en el registro después de una refriega extraordinaria: 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5. Por primera vez, quedan atrás Roger Federer y Novak Djokovic, sus intrépidos compañeros de viaje. Eleva su segundo trofeo en Melbourne, que le volvía la espalda desde 2009 y ahora enmarca la ascensión a la cima histórica de la raqueta. Son la 1.10 hora local, las 15.10 en España, y el ruso levanta por fin la bandera blanca. Nadal lanza un pelotazo con el pie, se arrodilla emocionado y se funde en un abrazo con su equipo.

Tiene la escena algo o mucho de romántico, dadas las circunstancias de lo que acontece y lo esquivo del 21. No atinó Federer hace tres años, en Wimbledon, y el propio Medvedev se lo negó en septiembre a Djokovic en el US Open. Era el turno de Nadal, a rebufo durante la mayor parte de la carrera histórica entre los tres gigantes y que aterrizó el 30 de diciembre en Melbourne cogido con alfileres, después de medio año en la enfermería. También en el sofá. Por ahí pasó la tentación, dijo, de rendirse ante el pie izquierdo que le martillea, pero al final decidió coger ese avión y este domingo, el chico que hace 17 años cayó como un rayo sobre Roland Garros se impuso en el hostil hábitat de las Antípodas a otro una década más joven que él. Nota aquí.



Paris Joel

 EL CARACOL

Qué hermosa es la vida!
Decía el caracol que no sabía lo que hacía.
Un bromista creador le puso casa a cuestas
Y el otrora raudo quelonio se tornó en un lento estilista.
Soñaba con ser actor, escritor, artista...
Sin saber que era un ser hogar, prehumanista.
Con los años fueron muchas autopistas de hojas las recorridas,
Mucha lluvia cromática en la concha y en la arista,
El caracol, ya veía arrugas en el Sol,
Y en la Luna, rasgos de poetísas,
Nunca cumplió sus sueños,
Pues solo era un caracol,
Una ínfima pieza del hermoso puzzle,
Que llamamos : vida,
donde pululan miles de actores, escritores, artistas...
Mas solo un caracol
Puede llevar su casa
Con su son,
Cuesta abajo,
Y también,
cuesta arriba.




sábado, enero 29, 2022

Rodolfo Serrano

 Hotel de paso

En un hotel -pongamos que muy lejos-,
con el aire moviendo las cortinas
y un limpio sol de invierno acariciando
el revuelo de sábanas y sueño.
Y el frío amanecer de un sitio ajeno.
Lo peor del amor y sus pasiones
viene cuando te vistes en un cuarto
que no tiene de ti nada en sus muebles,
en cuadros de caballos y tormentas.
Te preguntas entonces quién se ha amado
entre estas paredes que ahora mismo
te asfixian las palabras, en la cama
que miras con hastío, sucia y triste.
Lo peor es esa huida apresurada
de la alcoba alquilada, ese silencio
del viaje a la ciudad, la luz rompiendo
la oscuridad bendita del deseo,
el rugido del coche en la autopista.
Y despedirte luego, a pocos metros
de su casa. Decir hasta mañana.
Y saber que este hoy y ese mañana,
han muerto en un hotel ya muy lejano.
(La luz del día siempre borra y mata
el deseo de todos los amantes).
La foto es de Raul Cancio.



René Robert

 El fotógrafo René Robert muere congelado en las calles de París tras una caída

El artista, de 84 años, permaneció nueve horas en la acera sin que nadie le prestara ayuda.

La muerte a los 84 años de René Robert, el fotógrafo suizo que retrató a las grandes estrellas del flamenco contemporáneo, podría ser una estadística, uno más de los 500 que cada año mueren en las calles de las ciudades de Francia. Lo que distingue a Robert de la mayoría de estos muertos en la soledad y el desamparo es, primero, que él no era un sin techo. La segunda diferencia es que era alguien con una trayectoria profesional reconocida y que, gracias a ello, sus amigos han dado a conocer las circunstancias en las que murió.

El miércoles 19 de enero, pasadas las nueve de la noche, Robert daba su paseo nocturno habitual por su barrio parisiense, el de la plaza de la República, uno de los centros neurálgicos de París, casi siempre concurrida y bulliciosa. Ante el número 89 de la calle de Turbigo cayó al suelo. Se desconoce el porqué. Si tropezó o si sufrió un mareo.

Y ahí quedó. En un trozo de acera entre una tienda de vinos y una óptica. Paralizado y a la vista de los parisienses que volvían a sus casas a toda prisa de trabajar, los paseantes que iban o venían de los restaurantes o los cafés de la zona, los turistas. Nota aquí.



jueves, enero 27, 2022

Gastón García Marinozzi

 “Yo vengo a ofrecer mi corazón ya no es de Fito, es de quien la cante”

En “Biografía de una canción”, el escritor argentino residente en México indaga la potencia cultural de la composición del músico rosarino. “Allí hay magia, misterio y milagro”, afirma

El verso “¿Quién dijo que todo está perdido?” de la canción de Fito Páez “Yo vengo a ofrecer mi corazón” le sirve al escritor Gastón García Marinozzi por un lado como título de la Biografía de una canción -dedicada al célebre tema que el músico rosarino compuso en 1985 cuando tenía 22 años- y por el otro como una muestra de ADN que concentra en su espiral el contenido del texto que propone una recorrida por “los himnos” latinoamericanos y la esencia de la cultura y literatura argentinas.

Autor de crónicas, novelas, guiones y obras de teatro, García Marinozzi nació en Argentina y vive en México. Asegura que cuando Fito Páez canta a capella con el público “Yo vengo mi corazón”, o cuando la cantan tantos artistas o fans por todos lados, se produce una suerte de alquimia que permite a la gente contener y acaso comprender el mundo que la rodea. “Acá entra la parte mágica y misteriosa de las canciones. Nadie sabe por qué pasa esto. Se lo pregunté a Fito, a Manzanero, a Serrat, grandes generadores de canciones populares y perennes, y ellos no saben qué responder. Magia, misterio, milagro”, dice García Marinozzi

El periodista, que cristaliza sus indagaciones sobre la célebre composición en el libro Biografía de una canción -que en la Argentina publica por estos días el sello Turner- observa que en el cancionero en español, y sobre todo en Latinoamérica, son pocas las canciones que “resisten el paso del tiempo y se convierten en algo tan importante para tanta gente”.

“¿Por qué se transforma en un himno? Porque es diáfana, y sabe llegar a fondo, tanto a nivel personal como colectivo. Irradia un momento de esperanza, que a veces, es lo único que necesitamos. Ese es su poder”, sostiene García Marinozzi, que en su texto recorre desde el origen hasta la memoria coral de la creación del músico rosarino, atravesando la historia y el contexto de su composición. Nota aquí.



Emilio Rojo

 El ‘factor Emilio Rojo’, la historia del visionario viticultor de Ribeiro

Cada madrugada controlaba las vides y durante la fermentación dormía en la bodega. Esta es la historia del creador de un vino blanco mítico, que encontró en los bancales de una pequeña viña de Leiro, en Ourense, su edén particular y una manera de expresarse a través del vino. Un universo a la medida de un pionero.

“A veces estoy vivo, pero la mayor parte del tiempo estoy muerto”, afirma con naturalidad Emilio Rojo, visionario viticultor que convirtió una viña familiar en una referencia del vino en general y del ribeiro en particular. “Cuando digo que estoy muerto es porque mi actividad cae abruptamente. Entro en melancolía. Profundos pozos. Estoy solo conmigo mismo”, dice.

Es una mañana fría de otoño. Una cubierta vegetal de castaños, mimosas y robles impide que el sol penetre en el camino que lleva desde Leiro (Ourense) hasta el icónico viñedo. El suelo es un manto de hojas marrones. En algunas de las piedras que sobresalen se perciben marcas del hierro de las llantas de los carros que, en su día, transportaban las pipas de vino hasta la carretera, camino del ferrocarril de Ribadavia, Santiago o Pontevedra.

El paseo atraviesa Ibedo, una aldea abandonada desde los años sesenta. Aquí heredó Rojo la casa familiar de Julia González, su mujer, fallecida en octubre de 2019 y a la que una cruz azul de teca recuerda desde lo alto del terreno. “Di la vida en esta viña para que mi mujer se sintiera orgullosa de mí”. Nota aquí.



miércoles, enero 26, 2022

Pablo Guerrero

 Félix Maraña nos cuenta por Facebook.

Guerrero y poeta
Pablo Guerrero Cabanillas es un cantautor que ha dado nombre, timbre, emoción y aliento a nuestro medio siglo. Se le conoce menos como poeta, pero quien lo conoce sabe que es un poeta, autor de una poesía "tan fieramente humana, tan fieramente angélica", como ha escrito Rodolfo Serrano , autor del prólogo y promotor de la edición de este libro, "Diez de cuatro. Antología poética (1999-2006)", que ha publicado un sello con amor y devoción machadiana, "Hoy es siempre", que dirige y alienta Ismael Serrano. El libro recoge una muestra muy importante y representativa de los pasos y posos sobre la tierra de la poesía de este hombre lleno de armonía vital y calidez de calidades y calideces. Hoy me han preguntado dos jóvenes por su poesía. Les respondo con su poesía: he aquí esta antología.
"En cada hombre que nace se contempla el mar,
y el amanecer primero acude a su llamada".
Pablo Guerrero
[Hice esta foto a Pablo una tarde feliz de 2014, en La Casa Encendida de Madrid. Nos convocó el afecto de Patxi Andión, ay!, en la presentación de su libro "Breverías", publicado por Antonio Jose Huerga y Charo Fierro , que montaron un acto cultural de mucho postín].






Ana Montojo

¿POR QUÉ?
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado… Emocionado…
(César Vallejo)
Porque no somos nada y somos todo,
porque vivimos solos, cada uno
en el pequeño núcleo de lo nuestro
y creemos que amamos y que odiamos
sin saber casi nada los unos de los otros
ni apenas preguntarnos qué le angustia al de enfrente,
qué clase de dolor le mata cada noche,
por qué se esconde en risas engañosas
o en silencios graníticos
que a lo mejor estallan en sollozos
en el refugio de su soledad.
Y porque solo vemos el perfil que nos muestra
-irremediablemente fragmentario-
y no necesitamos más detalles para emitir un juicio,
no vaya a ser que pueda conmovernos
y ponga en entredicho la sentencia.
Declaramos que somos sus amigos
o nos decimos irreconciliables
por una irracional cuestión de piel
sin pensar ni un momento que vivir,
simplemente vivir un día más,
puede ser el empeño más difícil.
Porque nuestras miserias son lo más importante
que nada nos distraiga de lo nuestro,
que nada nos enturbie la mirada
para ver claramente nuestras penas
sin una concesión a las de otros.
Y plagiando a Vallejo, le hacemos una seña,
se acerca y le abrazamos, no sabemos
qué sacude su pecho de esa forma,
casi casi parece que estuviera llorando.
(El dibujo es de Tulia Guisado y está colgado en mi casa)



Paco Gento

 ... y Gento

Perdonen que abunde en el tema, o perdonen la tristeza, como decía César Vallejo: yo fui un niño en blanco y negro de la quinta del 57. Fueron impares todos mis números, 13 del 7 de 1957. Tuve una niñez feliz aunque mi padre vivió demasiado poco y se fue en el 65. En mi casa no éramos unos locos del fútbol, pero no vivíamos ajenos a ello. La televisión hablaba de fútbol en blanco y negro y por el NO-DO, noticiero que ponían antes de las películas en los cines, transitaba el fútbol en blanco y negro también. Recuerdo, aunque yo tenía muy pocos años, que se hablaba mucho del Real Madrid, y por supuesto de la Selección española, aunque esta, como yo, todavía estaba casi en pañales. Uno escuchaba los informativos, el Telediario, o el noticiero del cine, y un locutor con voz siempre a lo Matías Prats padre daba las alineaciones. Recuerdo nítidamente que, diera la alineación que diera dicho locutor, ya fuera en el cine o en la televisión, siempre, indefectiblemente, terminaba con estas dos palabras: "y Gento". Cualquier alineación que escuchaba acababa así. Y Gento. Nota aquí.



martes, enero 25, 2022

Diego Peretti

 "La actuación es un oficio de una exposición enorme"

El actor encarna a un escritor de best-sellers de suspenso que se ve involucrado de repente en un asesinato. Un personaje complejo, "con un estrés muy grande, que lo lleva a perderse en un laberinto mental perverso". El film de Cristian Bernard se estrenará primero en salas, y luego estará disponible en HBO MAX.

Diego Peretti está de vuelta en la pantalla grande de la mano de Cristian Bernard, director de Ecos de un crimen, thriller de suspenso protagonizado también por Julieta Cardinali, Carla Quevedo, Diego Cremonesi y la participación especial de Carola Reyna. El film se estrenará el próximo jueves en salas, y luego estará disponible en HBO MAX. En la ficción, a Peretti se lo ve con la máscara de Julián Lemar, un escritor de best-sellers de suspenso, quien se va de vacaciones con su familia a una cabaña en un bosque. La primera noche, durante una fuerte tormenta, se corta la luz y una mujer se presenta pidiendo ayuda desesperada: su marido mató a su hijo y ahora quiere acabar con ella. A partir de ese momento, el peligro y el engaño son una amenaza constante, y para Julián comienza una noche infernal hasta descubrir la verdad. El de Peretti es uno de esos personajes que atrapan por lo complejo. Pero, ¿qué le interesó de la historia para aceptar el protagónico? “Me pareció una historia muy bien escrita, perteneciente a un género que se hace poco en la Argentina. Ya son dos originalidades: que esté bien escrita y que sea un género que se hace poco aquí". Nota aquí.



José Luis Cabezas

 José Luis Cabezas: cómo fue su asesinato, la investigación del caso y dónde son los actos en su memoria 

Cabezas fue había conseguido tomar una fotografía del empresario Alfredo Yabrán.  Fue asesinado con dos disparos en un crimen que sacudió a la sociedad y al mundo político. 

Se cumplen 25 años del crimen de José Luis Cabezas. El fotógrafo de la revista Noticias fue asesinado de dos disparos y su cuerpo calcinado dentro del auto que utilizaban para cubrir la temporada en Pinamar. Fue el crimen político y el mensaje mafioso más siniestro que se recuerde desde el regreso de la democracia. El entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, consideró que le habían "tirado un muerto" en plena pelea por la sucesión con el presidente Carlos Menem. Una trama a la que se sumaban intereses económicos que tenían como protagonista al empresario Alfredo Yabrán. La justicia, la verdad y la memoria fueron un permanente reclamo en estos 25 años aunque no siempre se dieron en el mismo momento. Nota aquí.



Osvaldo Peredo

 Murió Osvaldo Peredo, un emblema del tango

Aunque no fue una figura en su juventud, fue el puente entre las estrellas del género y las nuevas generaciones, que lo veneraban.

Tenía 91 años y quizás por el cariño que se le profesaba, parecía inmortal. Osvaldo Peredo compartió tablas con Goyeneche, Morán, Florio y Nelly Omar, entre otras figuras legendarias del tango, pero la generación actual lo recuerda como uno de los cantores emblemáticos del mítico Boliche de Roberto, entre fines de los ’90 y comienzos de este siglo. Allí se transformó en referente para una generación de chicas y pibes cantores que asomaban al tango. Muchos lo consideran un puente entre los ecos de una edad dorada perdida y un futuro que por entonces recién germinaba. Para cuando la generación (o generaciones) actuales del tango ya se había consolidado, él seguía siendo parte. Músicos que tenían 60 años menos que él lo invitaban al escenario, lo reconocían y lo mimaban. Y el público lo adoraba. Peredo falleció este lunes a la madrugada. Venía golpeado por una enfermedad brava, que se le metió de queruza y se reveló demasiado tarde. Una neumonía terminó de callarlo. Ahora lo despide la escena que apadrinó con su voz trajinada.

Peredo nació en Boedo en 1930. A los 20 recorrió los barrios porteños cantando en Zacanino, una orquesta de Pompeya, pero eso se cortó pronto, porque además de cantor, Osvaldo era jugador de fútbol. De San Lorenzo de Almagro pasó al Sporting de Barranquilla. La pelota lo llevó a Colombia, pero tras una breve carrera colgó los botines y aceptó su destino de micrófonos. Se instaló en Medellín para volver al tango. Allí actuó en teatro, televisión, radio, bares y grabó para distintas compañías. En YouTube queda alguno de esos registros y es curioso encontrarse con la voz de un Peredo joven, vigoroso, limpia de rasposidades, pero ya con muchos de los yeites y gestos en el fraseo que enamoraron porteños de este siglo. Los años que van del ’55 al ’70 son más modestos en lo artístico, repartidos entre Venezuela, como invitado de distintas orquestas, y la Argentina, con Ricardo Martínez. Nota aquí.



Joaquín Pérez Azaústre

 «El dolor extremo siempre nos seguirá uniendo»

En el 45 aniversario de la matanza de Atocha, publica «Atocha 55», un «true crime» narrado con absoluto rigor tanto histórico como ético y político.

Cuarenta y cinco años después, Joaquín Pérez Azaústre propone una recuperación histórica y emocional de los abogados laboralistas que sufrieron un atentado terrorista perpetrado por la ultra derecha, en su novela “Atocha 55″ (Almuzara, Premio Albert Jovell). Un “true crime” narrado con exquisitez hacia el detalle y absoluto rigor tanto hacia el contexto histórico así como a las motivaciones éticas y políticas de aquellos abogados. La revisitación sanadora de un suceso que hizo tambalear los cimientos de la joven democracia.

45 años... ¿en qué forma, el trágico suceso, hizo tambalear los cimientos que sustentaban a aquella joven democracia?

El impacto se debió a la brutalidad del atentado y a la juventud de sus víctimas. También a su condición de abogados y a lo que representaban, por el tipo de casos que llevaban. Quienes lo planearon buscaban provocar una reacción violenta desde la izquierda que justificara una intervención militar para detener la Transición. Pero lo que encontraron fue una respuesta pacífica y comprometida con la nueva democracia, que la fortaleció. Nota aquí.



Félix Maraña

 Atocha

Hoy recordamos el asesinato de aquellos ciudadanos dignos del despacho de abogados de Atocha. Agur eta ohore.
Atando lazos
Este abrazo que aquí ves
recoge la voluntad
de hermanar la Humanidad:
lo enlazó Juan Genovés.
Pero antes y después,
sin demorar en los plazos,
una miriada de abrazos
esperan cumplir su fin:
Que te abraces con tu afín
y nadie suelte los lazos.
La rima de tus abrazos,
con versos de afinidad,
conjuga con la bondad
aunque rime con tortazos.
Aunque rime con codazos
y con puñetazos rime,
el abrazo nos redime
y nos mejora por dentro,
porque rima con encuentro:
dime si me abrazas, dime.
Abraza al niño que gime
y a la persona que llora,
abrázalos sin demora,
antes que el mundo se ultime.
Antes que todo termine
y el universo se muera,
al ver que nadie lo quiera
y se sienta desolado.
Abrázalo con cuidado,
que el mundo es frágil y espera.
[Imagen: escultura El abrazo, de Juan Genovés,
en homenaje permanente a los héroes de Atocha].