domingo, junio 30, 2024

Ismael Serrano

 Ismael Serrano le pone música a una cruzada solidaria para el Refugio Sol de Noche

El autor español dará dos recitales en la ciudad de Buenos Aires a cambio de frazadas para el albergue para personas en situación de calle.

La música es un espacio de encuentro que, sobre todo, en los momentos de adversidad nos hace sentir que no estamos solos", dice con tono serio el cantautor Ismael Serrano para anunciar los recitales benéficos que los dos primeros días de julio brindará en el Teatro Picadero, de la ciudad de Buenos Aires. Las entradas para el show se canjearán por frazadas que tendrán como destino al Refugio Sol de Noche de Rosario, una organización que todas las tardes, cuando cae el Sol, recibe a unas 30 personas en situación de calle. Y que este año deberá buscar un nuevo lugar donde seguir funcionando.

Por eso, el gesto solidario no llega en cualquier momento. La crisis económica generada por la megadevaluación del peso, en diciembre pasado, incrementó la cantidad de personas que a diario duermen en las calles de la ciudad. De acuerdo a datos del municipio, sólo en un año, crecieron un 30 por ciento los reportes sobre personas en situación de calle, lo que obligó a aumentar plazas de alojamiento en los albergues y engrosar los operativos de asistencia alimentaria y prevención sanitaria. Nota aquí.



Rafael Alberti

 Un marinero en tierra

El joven pintor Rafael Alberti recibió hace ahora 100 años el Premio Nacional del Poesía por Marinero en tierra. Sus inicios en el arte de vanguardia se desplazaron entonces de la pintura a la poesía. Con la intención de llevarlo a la imprenta, fue a recoger en el Ministerio uno de los ejemplares mecanografiados que había enviado al concurso. Encontró entonces una papeleta con el voto de Antonio Machado: “Mar y tierra, Rafael Alberti, es a mi juicio el mejor libro de poemas presentado al concurso”. Ese voto afirmó para siempre la fraternidad poética entre un maestro y un joven autor que buscaba su propio mundo. Aunque fuese un mago de las formas, ese mundo tuvo siempre que ver con un contenido de búsqueda profunda, una indagación en la condición humana condenada con mucha frecuencia al exilio y el desarraigo. Por eso, antes de publicar el libro, cambió el título de manera significativa. En vez de Mar y tierra, se decidió por Marinero en tierra.

Gracias a la generosidad de la familia de Rafael, me refiero a su hija Aitana y su sobrina Teresa, la Caja de las Letras del Instituto Cervantes guarda entre sus legados los pasaportes con los que María Teresa León y Alberti volvieron a España en 1977, después de 38 años de exilio. Pueden verse ahora en la sala de exposiciones del Instituto, junto a otros recuerdos de nuestra cultura. Me emociona ver documentos oficiales y manuscritos, fotografías y libros, tan llenos de vida. La cultura es La mayor riqueza de una sociedad, la herencia que nos define y da sentido a nuestra convivencia.

Rafael Alberti fue uno de los grandes poetas del exilio español. No se trata sólo de que se viese obligado a abandonar España junto a María Teresa cuando la República española fue derrotada en 1939 por los ejércitos de Hitler, Mussolini y Franco. Siempre había sido un marinero en tierra, un desenterrado del mar, un ángel caído, alguien que buscó la dignidad humana mientras se sentía expulsado del paraíso, víctima de una sociedad injusta, dentro o fuera de su patria. La experiencia de 1939 fijó en la realidad un sentimiento que años antes había vivido como ser humano en Marinero en Tierra o Sobre los ángeles (1929): “Paraíso perdido, /perdido por buscarte, / yo, sin luz para siempre”. Nota aquí.



Nicanor Parra

 El ‘puzzle’ de la herencia de Nicanor Parra, el antipoeta chileno

Los seis hijos del escritor, fallecido en 2018, logran un acuerdo unánime sobre qué hacer con el legado cultural de su padre, tras seis años de disputas legales.

Una década antes de que el chileno Nicanor Parra muriera el verano de 2018, a los 103 años, otorgó un poder por escritura pública a su hija Colombina Parra Tuca, compositora musical, la quinta de sus seis herederos, para que constituyera una fundación dedicada a preservar su legado. Con esa idea en la cabeza, el poeta redactó su testamento en 2017, en el que nombraba a la menor de sus hijas mujeres como albacea y beneficiada con el 58,3% de la herencia. Apenas unos meses después del fallecimiento de una de las plumas más importantes de América Latina en el siglo XX, se constituyó la Fundación Nicanor Parra. Los dos hijos que viven fuera de Chile, Alberto y Catalina Parra Troncoso, sin embargo, se opusieron a su creación y comenzaron una batalla judicial contra sus cuatro hermanos para anular el testamento de su padre: argumentaron que sus facultades estaban aminoradas cuando redactó su última voluntad.

En 1969, el año que Parra se hizo con el Premio Nacional de Literatura, publicó el compendio Obra Gruesa (Editorial Universitaria), en el que se incluía un poema titulado Últimas Instrucciones. La obra, como indica su nombre, es un listado de órdenes que debían realizarse en el funeral del autor. “La voluntad del muerto que se cumpla”, rezaba un verso. Y de eso fueron un poco los seis años de demandas, litigios y complejas negociaciones del clan Parra. Alberto y Catalina, representados por Andrés Cabello, querían resolver la sucesión de manera común y corriente. Los otros hijos —Francisca Parra Troncoso, Juan de Dios Barraco Parra Tuca, Nicanor Chamaco Parra Muñoz, y Colombina—, asesorados por el abogado Luis Valentín Ferrada, buscaban hacer la división considerando el legado cultural y patrimonial del artista.

En cuestión estaban los cinco inmuebles del poeta: la casa de Isla Negra y de Las Cruces, en la Región de Valparaíso, y las de Huechuraba, Peñalolén y La Reina, en la capital chilena. Eso, sumado a los valores bancarios, ascendía a un patrimonio de 3.400 millones de pesos (unos 3,5 millones de dólares). Colombina ejerció durante un año su papel de albacea y, en marzo de 2019, el 24º Juzgado Civil de Santiago designó a un administrador provisional para gestionar la herencia, el abogado José Alfredo Rojas. Nota aquí.




Sarasa

 Sarasa, el pueblo bonaerense de 70 habitantes que está reviviendo gracias a los proyectos de dos primos

Esta localidad que está en el partido de Colón, se autoproclamó la capital nacional del vermú

SARASA, Provincia de Buenos Aires.– Sarasa tiene 70 habitantes, está en el Partido de Colón, en el norte de la provincia de Buenos Aires, y durante los años en la que se autoproclamó Capital Nacional del Vermut llegaron a entrar 500 personas para participar de un evento donde los mejores bartenders del país se aislaban en carpa y creaban tragos con hierbas y frutas del pueblo que luego subastaban en público donando lo recaudado a la escuela del pueblo.

“Acá estamos, dando batalla, el pueblo está reviviendo”, dice Fernando Cura, nacido y criado en Sarasa. En abril se hizo cargo del almacén Plus Ultra, antiguo club que se construyó en 1925 comprándosela a Doña María Picardo, legendaria propietaria que no quería deshacerse de este edificio que está a un costado de la escuela; un comprador lo quería como depósito de maquinaria agrícola.

“Me dijo: te lo doy si lo trabajás como boliche, me lo pagás como puedas –recuerda Cura–. Estoy haciéndole honor a mi palabra”, dice este descendiente de sirios, con profundos vínculos con La Angelita, localidad vecina donde la mayoría de sus habitantes son musulmanes.

“Volvió a ser el punto de encuentro del pueblo”, acuerda Cura. Él vive enfrente y es criador de cerdos, todos los embutidos y salazones que ofrece los hace él. Un proyecto lo desvela: este invierno hará jamón crudo con cerdos alimentados a bellota. El pueblo tiene una prodigiosa arboleda de robles. A Sarasa no le falta sombra. Está a 25 kilómetros de Colón, al norte de la provincia de Buenos Aires, con un acceso de 10 kilómetros por tierra. “No es fácil la vida acá, estamos aislados, pero resistimos”, dice Cura.

Una gran historia sobrevuela el pueblo y al almacén. En 2012 aquí se hizo el particular evento de aislar a especialistas en tragos. Durante tres años se hizo el encuentro que propuso a Sarasa como capital nacional del vermut. La idea fue de Matías Jurisich, primo de Fernando, también nacido en el pueblo. Es maestro vermutero, en la actualidad vive en Rosario y su vermut “Pichincha” salió elegido el mejor del mundo en el World Vermouth Awards 2023 en la categoría semi dulce, en Londres. Nota aquí.










sábado, junio 29, 2024

Homero Manzi

 BARRIO DE TANGO

Un pedazo de barrio, allá en Pompeya
Durmiéndose al costado del terraplén
Un farol balanceando en la barrera
Y el misterio de adiós que siembra el tren
Un ladrido de perros a la luna
El amor escondido en un portón
Y los sapos redoblando en la laguna
Y a lo lejos la voz del bandoneón...
Barrio de tango, luna y misterio
Calles lejanas, ¿cómo estarán?
Viejos amigos que hoy ni recuerdo
¿Qué se habrán hecho?, ¿dónde andarán?
Barrio de tango, qué fue de aquella
Juana, la rubia, que tanto amé
¿Sabrá que sufro pensando en ella
Desde la tarde que la dejé?
Barrio de tango, luna y misterio,
¡Desde el recuerdo te vuelvo a ver!
Un coro de silbidos allá en la esquina
El codillo llenando el almacén
Y el dramón de la pálida vecina
Que ya nunca salió a mirar el tren
Así evoco tus noches, barrio 'e tango
Con las chatas entrando al corralón
Y la luna chapaleando sobre el fango
Y a lo lejos la voz del bandoneón
Barrio de tango, luna y misterio
Calles lejanas, ¿cómo estarán?
Viejos amigos que hoy ni recuerdo
¿Qué se habrán hecho?, ¿dónde andarán?
Barrio de tango, qué fue de aquella
Juana, la rubia, que tanto amé
¿Sabrá que sufro pensando en ella
Desde la tarde que la dejé?
Barrio de tango, luna y misterio
¡Desde el recuerdo te vuelvo a ver!



Paris Joel

 Paris nos cuenta por Facebook.

Os presento a mi tercer hijo, no me gustaría haber cumplido el ciclo vital en esta existencia sin que viera la luz. Creo que es lo mejor que he escrito en años, quizás, mi obra más personal. En esta ocasión será con Cuadranta Editorial del grupo editorial Ole Libros de Valencia. En breve lo podréis encontrar hasta en Amazon, pero antes, os iré contando cosillas del retoño mientras se prepara su presentación en sociedad.




Rodolfo Serrano

Soy un viejo

Soy ya un viejo sentimental, un viejo
con la lágrima fácil. Y me pesan
esta luz de la tarde y estos fríos
destemplados en medio de la noche.
El pasado es un cálido suspiro,
una caricia leve que no deja
ni un roce de nostalgia, cuando era
el mundo un manual de exploradores.
Busco ahora los días en que fuimos
la palabra más cierta de las cosas,
la verdad que escapaba de los vasos,
ese licor suavísimo del tiempo.
El tiempo, el tiempo, el tiempo que me alcanza,
que destruye los viejos calendarios,
que me envuelve en un manto de tristeza,
como un dolor antiguo por la sangre.
Soy ya un viejo cansado y solitario
que escribe versos. Y ve pasar las horas,
estas noches de insomnio y luna alta,
las tardes como un ascua en el brasero.
La vida que se escapa como arena,
Que es tan solo pavesa de la lumbre,
verdura de las eras. Nada. Sombra.
Un silencio que corre hacia el abismo.
Soy un viejo. Y sueño con tu nombre.
La foto es de Raul Cancio



viernes, junio 28, 2024

Rafa Mora

 MEA CULPA (Pecados poéticos capitales)

Vive dios que rocé lujuriosamente la piel y los ojos de unos versos.
Que me armé de pereza para dar luz a poemas de antaño.
Que cometí gula, infinidad de ocasiones, al saciarme en los ágapes de mis compañer@s poetas.
Que sentí también ira por la alargada sombra dedocrática en certámenes poéticos.
Que por supuesto padecí de fiebres envidiosas por no escribir los versos más tristes esta noche.
Que me consumí en la avaricia de acaparar aplausos, miradas y laureles.
Y que el orgullo me incitó a autoproclamarme poeta sin equipaje ni vergüenza.
A día de hoy, redimido ya de tales actos,
descanso feliz en el parnaso de los olvidados.
cometiendo los mismos pecados, una y otra vez, pero con la beneplácita acidez de los años.



jueves, junio 27, 2024

Eduardo Sacheri

La conformación de la Argentina moderna

El escritor de ficción se puso su ropa de profesor de historia para abordar el convulsionado período transcurrido entre las batallas de Cepeda (1820) y Caseros (1852). Se trata del segundo volumen de una saga que comenzó con Los días de la revolución y que seguirá con Los días de la Constitución y Los días del Progreso. "Cada tiempo merece ser comprendido antes que juzgado", dice Sacheri. 

Eduardo Sacheri, escritor y guionista argentino, dedicó gran parte de su obra a explorar historias de ficción con libros como La pregunta de sus ojos, Papeles en el viento, La noche de la Usina -todas adaptadas al cine con gran éxito-, Lo mucho que te amé y Nosotros dos en la tormenta, entre otros. Ahora, deja de lado el conocido traje de escritor -como en 2022 con el primer libro de ensayo histórico, Los días de la Revolución- para dar paso (nuevamente) al profesor de Historia y presentar la segunda entrega de esta colección: Los días de la violencia. Una historia de Argentina cuando empieza a ser Argentina (1820-1852).

En este nuevo libro -que ya ocupa los primeros puestos de los rankings de ventas en librerías a pocos días de su publicación-, Sacheri se sumerge en el turbulento período comprendido entre las batallas de Cepeda, en 1820, y Caseros en 1852, y ofrece una mirada aguda y reflexiva sobre una Argentina en formación.

Con un tono cercano al lector, cálido y didáctico, el escritor explora en esta obra cómo fue el colapso de grandes estructuras políticas y el surgimiento de nuevas realidades en el escenario argentino. Desde el derrumbe del Directorio y la Liga de los Pueblos Libres en 1820 hasta la caída de la Confederación Argentina liderada por Juan Manuel de Rosas en 1852, el autor invita a reflexionar sobre cómo estos momentos críticos marcaron un antes y un después en la historia del país.

“El año 1820 es muy importante en el Río de la Plata, en este territorio que se poco a poco se va convirtiendo en Argentina. A principios de ese año se produce la batalla de Cepeda, muy famosa por todo lo que sucede a partir de allí”, dice Sacheri en el libro sobre el recorte temporal de este volumen y sigue: “Y en 1852 tiene lugar otra batalla, que es la de Caseros. En ambas ocasiones se derrumban grandes estructuras políticas y a partir de ese derrumbe nace algo nuevo”. Nota aquí.




Karmelo C. Iribarren

 RETORNO AL PASADO

Últimamente
se ven muchos sombreros
por la calle.
Lo mismo vuelven a ponerse de moda.
Yo quería dejar de ser niño
-entre otras cosas-
para poder ponerme uno.
No le vendría nada mal al mundo
que se llenasen las ciudades
de sombreros
-y de gabardinas, por qué no-.
Un poco de seriedad al viejo estilo.
Y no me olvido
de las cabinas telefónicas.



Todas las

Félix Maraña

 Cisma y cisco en Belorado

El obispo excomulgado
y su cura y coctelero,
falso fraile y escudero,
se largan de Belorado,
por consejo de abogado
y obispal requerimiento,
salvando el allanamiento
del sagrado monasterio,
dejando en el cautiverio
a las monjas sin aliento.
Los dos vivían del cuento
de ser obispo y ser cura,
profesando la impostura
con la soberbia y acento
con nulo arrepentimiento
ante la iglesia de Roma.
Lo suyo parece broma
y como vienen se van,
esperpento, Valle Inclán
no puso ni quitó coma.
Las monjitas, sin esposos,
sin dios, ni papa, ni santos,
pierden sus dulces encantos,
su posada y sus golosos
pasteles, sus caprichosos,
rebeldes escapularios.
Siguen rezando rosarios
de rito preconciliar
y las van a desahuciar
y quitar los talonarios.



miércoles, junio 26, 2024

Rafa Mora

 LLEGAS

Llegas como luciérnaga en madrugadas tranquilas.
Con palabras arropadas por la luz de un candil desvelado.
Como un tiempo inesperado que deshoja las horas en minutos,
los minutos en segundos y las noches en vertiginoso remanso.
Llegas en primavera, desde el mar,
desde una ventana luminosa,
con la fuerza del oleaje arrastrando caracolas y orillas.
Llegas del horizonte,
donde cielo y mar trenzan un difuminado hilo que marca el rumbo,
donde los ojos desprenden versos varados en una playa de espejos.
Llegas cuando la música, a altas horas de la noche,
acaricia el cuerpo y lo mece en silencio sobre las sábanas.
Llegas y todo permanece.
Y entonces,
nace un tiempo.



Geralds Bar

 Geralds Bar: un local al que poder llamar casa

En el donostiarra barrio de Gros se encuentra Geralds Bar, barra y restaurante con cuerpo de bistró y alma de pub.

El Geralds Bar de Melbourne es el ideal de local al que quien esto escribe, si viviera allí, llamaría casa y recomendaría a todos lo que vinieran a visitarle a la ciudad. Selección impecable de vinos, cocina euroasiática, una sabrosa colección de vinilos y una foto de Michael Caine hecha por David Bailey presidiendo la sala. Gerald Diffey, el propietario de aquel establecimiento, nombrado bar del año en Australia en 2010, se enamoró de San Sebastián y decidió abrir una sucursal en el barrio de Gros. Vinilos y fotos que colgar tenía para repartir por medio mundo. Sin apenas tocar la decoración original del asador que ocupaba antes el espacio, abrió un bar en el que se evitaba competir con la cocina de la zona, pero sin entregarse a una traducción literal del local australiano.

Han pasado 10 años, y al frente de este Geralds Bar se halla la británica Bella Bowring, que ha acercado su cocina a la de un bistró, medio vasco, medio francés (magret de pato, picantón, remolacha al vino), con énfasis en el producto local y en los vinos naturales. El equipo es casi todo femenino. Al frente de la cocina, Jessica Lorigo, antes en Mugaritz. Así, este Geralds representa una transición suave desde los postulados de Diffey —­señores de mediana edad que tienen una cuenta de Instagram para subir fotos de vinilos y de George Best— hasta este bistropub en cuya barra se mezclan artistas, vecinos, turistas, estudiantes… y señores de mediana edad que, discretamente, golpean suavemente la barra con los nudillos al ritmo de ese tema de The Marvelettes que suena ahora en el tocadiscos. El Geralds Bar de San Sebastián es el ideal de local al que quien esto escribe, si viviera allí, llamaría casa y recomendaría a todos lo que vinieran a visitarle a la ciudad. Nota.aquí.



martes, junio 25, 2024

Paris Joel

Idiomas
Hay muchos idiomas para hablar de amor,
Pero solo uno para entendernos.
Elegiste ese como lengua extranjera,
Y, en esa clase,
Que es la mía,
Sigo llevándote los libros
para evitar,
En lo que pueda,
El peso de la cartera.
Hay muchos idiomas para hablar de amor,
Y, ahora entendemos,
que aprender el nuestro
A veces cuesta.



Fabiana Cantilo

Fabiana Cantilo presentó su ópera rock en el Luna Park

La cantante brindó un show conceptual, que versó sobre la esperanza y el nuevo comienzo. Eligió canciones de su obra afines a ese relato, además de una puesta en escena especial. 

“¿Entendieron?”, preguntó Fabiana Cantilo previo al bis, y tras advertir que no pudo hablar antes porque la dinámica del espectáculo no se lo permitía. Si ya era una rareza que pusiera en suspenso su verborragia a lo largo de dos horas, fue aún más singular la propuesta que presentó en la noche del viernes en el Luna Park. Después de agotar tres veces el Teatro Gran Rex en 2023, la cantante, música y compositora regresó a calle Corrientes de la mano de una ópera rock. “Apocalipsis No” fue el nombre de este concepto que versó sobre la esperanza y el nuevo comienzo. “No es el fin del mundo”, afirmó la artista en la epístola con la que promocionó a este show. “Hoy en día la humanidad está en la vibración más baja que existe y necesitamos dar el salto cuántico que va a dar la tierra a la 5ta dimensión”.

Como respuesta al miedo y la incertidumbre que desataron el covid-19, en la pandemia empezó a tener eco la expresión “nueva normalidad”. Si bien inicialmente fue acuñada para dar cuenta de las consecuencias de la recesión económica de 2008, se retomó durante el confinamiento a manera de reacción frente a las secuelas sanitarias, psicológicas, sociales, económicas y hasta políticas que estaba por causar en ese entonces el coronavirus. Sin embargo, lo que nadie previó fue que el término, antes que tener una connotación positiva, vaticinaba un cambio de era bisagra para el que nadie se encontraba preparado. A nivel metafísico, espiritual y astrológico, era el preludio de un proceso bélico, del derribamiento de estructuras y de un nuevo contexto para las revoluciones. Tanto internas como colectivas.

“Es muy importante que tratemos de vibrar más alto, conectar con la frecuencia de la luz del espíritu. Es un esfuerzo de libre albedrío que tenemos que hacer cada uno individualmente”, instaba Cantilo en la perorata que contextualizaba a “Apocalipsis No”. Y, además, destacó: “A mí me toca ser puente, plasmando a través de mis canciones la idea del paso de lo más denso a lo más elevado, de los más oscuro a lo más iluminado”. Es imposible saber si ese estadio abarrotado de público consiguió entender la preocupación de la artista. La realidad es que ella cumplió con la consigna del show. No sólo lo dejó patente en la curaduría del repertorio, eligiendo canciones de su obra (algunas ignotas, e incluso compuso una para la ocasión) afines al relato, sino también en la puesta en escena. Nota aquí.



Daniel Ibáñez

 “Miguel Hernández es un poeta de luz y esperanza”

Tras protagonizar la película ‘Segundo premio’, el intérprete da vida al poeta cabrero muerto en una cárcel franquista.

A pesar de que empezó a trabajar incluso antes de acabar la Escuela de Arte Dramático y ha encadenado proyecto tras proyecto, incluyendo su participación en una gran producción como Terminator: Dark Fate, Daniel Ibáñez reconoce que está viviendo sin duda un asombroso año de suerte. De protagonizar la película de Isaki Lacuesta Segundo premio, que ganó la Biznaga de Plata en el Festival de Cine de Málaga y en la que interpretaba a Jota, del grupo Los Planetas, ahora se sube al escenario con la función Para la libertad, en la que da vida a Miguel Hernández, el poeta cabrero que murió en 1942, a la edad de 32 años, en la cárcel de Alicante, encarcelado por la dictadura franquista. En ambos proyectos, Daniel Ibáñez, el actor madrileño de 29 años que iba para médico, no solo interpreta, sino también canta. En Segundo Premio, pone voz a los temas de Los Planetas, y en Para la libertad, nada más y nada menos, interpreta las canciones con las que el Joan Manuel Serrat rescató del olvido a la figura del poeta de Orihuela. Para la libertad está dirigida por Gabriel Fuentes y, junto a Daniel Ibáñez, trabajan Eva Rubio y Pablo Sevilla. La función, que recrea la vida y obra del poeta con la música de Serrat como motor de la trama y que ha contado con la asesoría del propio cantante, se representa en el Teatro Marquina, de Madrid, hasta el próximo 28 de julio.

Pregunta. Lleva tiempo encadenando trabajos, pero este año parece especial. De Jota de los Planetas a Miguel Hernández. ¿Cómo ha sido ese doble salto mortal?

Respuesta. Ha sido bastante asombroso y muy emocionante, pues he tenido que lidiar con la diferencia de colores entre un personaje y otro, pero me ha resultado sencillo. Al estar rodeado de gente con talento, sientes que el reto no es un salto al vacío, sino que tengo un buen paracaídas. Contar la vida de Miguel Hernández bien vale la pena todo.

En los dos proyectos no solo actúa, sino también canta. ¿Hace algo más?

R. Me queda macramé y papiroflexia. Hablando en serio, canto e interpreto, pero hay otros trabajos de muchos actores que hacen verdaderas maravillas, como mis dos compañeros en Para la libertad, que se desdoblan cada uno en multitud de personajes.

P. ¿Abruma ponerse en la piel de un hombre como Miguel Hernández?

R. Sí. Después de leer mucho sobre él, especialmente la biografía que escribió José Luis Ferris, hemos ido descubriendo que te puedes ir agarrando a todo aquello que fue fundamental en su vida, como la poesía, el amor y la lucha. Esperamos que el público se lleve emoción, esperanza y que la historia que contamos les pueda sacudir. Nota aquí.