Llueve, llueve y llueve
Suena una saeta al compás de los limpiaparabrisas
y, desde su torre, la princesa, triste, muerde amapolas
y no habrá trenza que la salve del encierro.
“¡La Transición está muerta!, gritan iracundos barbudos
con gafas de pasta bajo la estatua de Neptuno,
“¡Viva la transición!” responden otros
y los leones adormilados en Las Cortes se desprenden
de la yedra que les creció durante la siesta.
Completo aquí.
martes, abril 09, 2013
Ismael Serrano
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario