miércoles, diciembre 04, 2024

Manuel Jabois

 Bustamante, Dani Martín y una pregunta equivocada

Hace unas semanas entrevisté a Martín y entendí que era de interés general que el público supiese por qué había adelgazado 30 kilos.

Confieso que cuando empezaron a circular imágenes de David Bustamante en un concierto reciente, me froté las manos. No por él, Dios me libre, sino por el periodismo. ¿Cómo iba a dar una noticia sin darla?, ¿cómo contar que Bustamante había engordado sin contarlo? “Sorprendente, llamativo, viral cambio físico”, leí. Lo curioso, sin embargo, era: ¿por qué tendría que ser noticia? ¿A partir de cuántos kilos de más y de volumen de fama, y cómo se calcula eso, son noticia los cambios de peso? La respuesta hay que buscarla naturalmente en las visitas a la web y en el gancho afortunado que llevan años explotando los medios: las redes sociales. Es una manera interesante de lavarse las manos: es noticia porque se está hablando de eso. Es decir: los lectores dan la noticia (“vayan a pedirle cuentas a ellos, y a recriminarles los insultos que fomentamos”), y los medios la recogen. Es conocido que las mejores noticias suelen ser las que provocan que la gente hable de ellas, no al revés, pero en este caso ni siquiera había noticia: hay un señor que sube y baja de peso, como lo hacen las señoras, como lo hago yo con mucha euforia. Hay otra cuestión, esta un poco más delicada. Hace unas semanas entrevisté a Dani Martín y entendí que era de interés general que el público supiese por qué había adelgazado 30 kilos. Ahí sí que me froté las manos de verdad, por listo. A un entrevistado, ¿puedes presentarlo con un cambio físico tan grande sin hacer mención a ello? Hice mención y respondió con naturalidad. El caso es que si hubiese engordado 30 kilos, no formularía la pregunta. Y 20 kilos, menos. ¿No es ese un cambio físico sorprendente, llamativo, viral? Lo es. ¿Es importante el peso de Martín en su nuevo disco, es el peso importante para los conciertos de Bustamante? No. ¿No iba con fotografías la entrevista y el lector, si le interesan estas cosas, se daría cuenta por sí mismo sin que el periodista celebre o censure algo que compete a la vida personal del entrevistado por muy a la vista que esté? Desde luego. Nota aquí.



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