jueves, octubre 01, 2009

Sergio Pérez Fernández

El hacedor de etiquetas.
Está perdidamente enamorado de la cultura del vino. "En la tumba de Tutankamon encontraron ánforas con restos de vino, decoradas por artistas anónimos, de 4.000 años de antigüedad. ¿Cómo no amar el mundo del vino?", dice con entusiasmo. Sergio es hijo del inolvidable artista Pérez Celis y tiene un largo camino propio. A lo largo de su carrera como diseñador gráfico, fue director de arte de Ediciones La Urraca e ilustró infinidad de libros y tapas de discos. Pero, desde hace 20 años, se dedica de lleno a la imagen del vino. Creó etiquetas para los principales bodegas argentinas y ganó la medalla de oro al mejor diseño de packaging del mundo, en una exposición internacional en Verona, Italia.
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