miércoles, febrero 24, 2010

Ismael Serrano

Ismael nos cuenta en su blog.
Tu susurro

En este caso el oxímoron era cierto: el susurro era atronador. Y atravesaba las paredes, se colaba por debajo de la puerta, junto con las cuchillas de luz que atravesaban las persianas y una vez dentro de la casa, la revolvía de arriba abajo. Se colaba entre la ropa tendida, bajo la cama removiendo las pelusas, abriendo las ventanas, los cajones de la cocina y mi corazón. Leer crónica.

0 comentarios: