domingo, agosto 22, 2010

Rodolfo Serrano

Quise ser
Yo siempre quise ser
el hombre de tu vida,
ese beso que nunca
pudieras olvidar,
la caricia más dura
y el mordisco más suave,
el pecado más sucio
y el demonio sediento
del licor que en tu sexo
guardabas para mí.

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