viernes, octubre 29, 2010

Horacio Fontova

Poema Cherokee a la muerte de un Amigo.
No te pares al lado de mi tumba y solloces.
No estoy ahí, no duermo.
Soy un millar de vientos que soplan
y sostienen las alas de los pájaros.
Soy el destello del diamante sobre la nieve.
Soy el reflejo de la luz sobre el grano maduro,
soy la semilla y la lluvia benévola de otoño.
Cuando despiertas en la quietud de la mañana,
soy la suave brisa repentina que juega con tu pelo.
Soy las estrellas que brillan en la noche.
No te pares al lado de mi tumba y solloces.
No estoy ahí, no he muerto.

1 comentarios:

Roxana dijo...

Cuánta verdad, estoy segura que es así, nuestros seres queridos que ya nos están con nosotros, son parte de este universo maravilloso.
Un saludo para ti, Alejandro.