miércoles, abril 13, 2011

Pablo Moro

Saber ganar
Los niños, en su infinita inocencia, siempre han sido los mejores poniendo en práctica uno de esos rasgos del ser humano que lo diferencian del resto de seres vivos: la capacidad para burlarse del prójimo. Algunos de los casos más sangrantes se han dado en las competiciones deportivas de los patios, hasta el punto de aparecer, como antítesis a la rotunda sentencia hay que saber perder, la resignada, rabiosa y, aparentemente sensata, también hay que saber ganar. Crónica completa aquí.

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