jueves, abril 09, 2015

Rodolfo Serrano

A la manera de Don Antonio Machado. Y con todo respeto

Mi infancia es una escuela con olor a pobreza.
Un cura prometiendo del infierno el rigor.
Un padre derrotado y una madre que reza.
Y ropas heredadas del hermano mayor.

Amé y sufrí de amores como manda la vida.
Gocé cuerpos gloriosos que me dieron las noches
más hermosas. Y supe que en toda despedida
la añoranza es un viento que vence a los reproches.
Completo aquí.

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