El desesperado esfuerzo de los refugiados para hallar un hogar
Familias completas, casi sin nada, saltando de país en país.
Sufrieron represión, bombardeos y desplazamientos forzosos. Tuvieron que huir de sus casas, vieron morir a vecinos, amigos y, en algunos casos, a familiares. Algunos llevan años viviendo en países metidos en guerras –como Iraq, Afganistán o Siria- o sufriendo la represión de feroces dictaduras, como en Eritrea.
Lo dejaron todo atrás, su trabajo, sus casas, sus libros, sus escuelas … porque su vida estaba en peligro. Durante años su huida acababa en un campo de refugiados gestionado con medios insuficiente por la ONU en Turquía, Líbano, Jordania o Kenia. Pero esos países no pueden más. La situación en esos campos es cada vez más grave y poco a poco creció el número de quienes decidieron seguir el viaje hasta una Europa que consideran un lugar seguro en el que podrán prosperar y sus hijos tendrán un futuro. Nota aquí.
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