Afrodita en París
Blanca como la luz después de un túnel.
Nunca hubo una timidez más descarada
Una lluvia que lloviera tantas ganas.
Un desnudo más púdico y urgente.
Nunca hubo una timidez más descarada
Una lluvia que lloviera tantas ganas.
Un desnudo más púdico y urgente.
Brotabas de las olas de mi edredón
con el paisaje de parís
como testigo
y boticelli
comprendía en el infierno
que se había equivocado de afrodita.
con el paisaje de parís
como testigo
y boticelli
comprendía en el infierno
que se había equivocado de afrodita.
Completo aquí.
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