sábado, julio 22, 2017

Luis García Montero

Un trono a la intemperie


  • Eso es la poseía: un trono a la intemperie, un poder sin dogmas, un país propio de verdad, una pluma de pájaro con olor a tierra o a panadería
  • En un momento en el que la poesía social invitaba a diluir el yo en una verdad colectiva, sedimentaron mi carácter los poetas que a través de la ironía eran capaces de reconocer las distancias abiertas entre las ideas y la realidad

Eso es la poseía: un trono a la intemperie, un poder sin dogmas, un país propio de verdad, una pluma de pájaro con olor a tierra o a panadería. Lo escribió Ramón López Velarde en La suave patria (1921), el poema que dedicó al México vivido de sus ciudades, sus estaciones de tren, sus balcones de palmas bendecidas, sus costumbres y sus muchachas o su mujerío: un trono a la intemperie. Nota aquí.


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