domingo, agosto 26, 2018

María Guivernau

COLCHÓN 

A veces sucede
que el tamaño de mi colchón
se multiplica por diez
y me pierdo 
entre las sábanas
la almohada
y la ausencia de ti.
Y cuando consigo hallar
la salida de la cama,
camino descalza hasta el balcón,
enciendo un cigarro
y me asomo a la noche
para contar todas las veces
que no quise dormir sola
y no me atreví a decirlo.
No recuerdo todas.
Muchas.
Hay casi más que estrellas
en este cielo de luna sin nubes.
Y creo
que lo que se multiplica por diez,
en realidad,
es la necesidad de un abrazo
que haga de refugio
en este lecho.


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