sábado, abril 06, 2019

Sonia Fides

SOY EL RELÁMPAGO QUE CONTRADICE LA LEYES  DE LA METEOROLOGÍA

El día se cierra
con el mismo hermetismo
con que se clausura la escotilla de un submarino
antes de sumergirse en el mar.
No sirve de nada mirar al cielo.
Mi único camino es el arrepentimiento,
la zarza ya no arderá más por mí.
El cambio climático la ha convertido en una mujer caprichosa
que reniega de su padre.
—No digamos más mentiras,
reniega de aquel amante gaseoso
que crucifico a su hijo en un arrebato de envidia.—
No sirve de nada mirar al cielo.
Hay pecados que nunca esperas encontrar en el camino.
Las piedras pueden apartarse,
quedar arrinconadas sin que nadie las reclame.
La orfandad de los objetos es una tabla de salvación
 para los seres humanos,
sin embargo los pecados son pedazos de carne 
con olores que nos señalan, aunque a veces también nos escondan.
Camino despacio,
soy el relámpago que contradice las leyes de la meteorología.
De nada sirve recordar la sonrisa de la cama revuelta
para sentirme a salvo.

Completo aquí.


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