domingo, junio 09, 2019

Alexis Díaz Pimienta

John Lennon en Almería
(igualito al de La Habana). 

La misma réplica humana.
La misma melancolía.
Bronce, gafas, poesía.
Silencio, guitarra, hado.
Un banco y Lennon sentado.
Saco la cámara. Foto.
Y Lennon dice: "Te noto,
no sé por qué, emocionado".

Saca una cámara él
(su Leika de los 80).
"¿Me das un selfie, Pimienta?
Y yo pienso: Qué nivel.
Cada uno en su papel.
Sonreímos y posamos.
Clic. Sonrisas. Clic. Callamos.
Nostalgia a todo color.
Cuba. Almería. New York.
Fin del selfie. Conversamos.
Lennon: ¿Cuba cómo está?
Yo: ¿Qué tal ser una estatua?
Lennon: ¡Vaya vida fatua!
Yo: ¿Qué tal el Más Allá?
Lennon: Bien... ¿Cómo te va?
Yo: Voy tirando, lo aguanto.
Lennon: ¿Qué haces tú?, yo canto.
Yo: escribir, improvisar.
Lennon: ¡¿Un Superstar?!
Yo: No te pases, no tanto.
Lennon: ¿No me habías visto?
Yo: Vi tu doble en La Habana.
Lennon: mi fama no es sana.
Yo: eres como un nuevo Cristo.
Lennon: ya no lo resisto.
Yo: seguro hay más de dos.
Lennon: ni Cristo ni Dios.
Yo: todos te amamos, men.
Lennon: ¿y Yoco está bien?
Yo: llegó mi taxi, adiós.

0 comentarios: