domingo, agosto 04, 2019

Rafa Mora

INMÓVIL
Se desdibuja la tarde y el tiempo es agua.
Hay un color que dormita apacible esperando el milagro.
Y un eclipse de amor transcurre en la casa vacía.
Ya no adivinas las formas ni el contorno de los espejos.
Escuchas el silencio de los trenes,
que pasan vacíos de paisajes.
Y te buscas,
cansada de ti misma.
Todo perece.
Es baldío el horizonte.
Y la vida,
que transita por tu calle,
se abrocha la tristeza y se mesa los cabellos.
Pero tú no le sonríes.
Allí permaneces.
Inmóvil.
Y la noche te cerca con su silente brisa.
Y queda, ya, tu orilla,
al otro lado del mundo.


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