martes, abril 14, 2020

Ana Montojo

Un poema de "Las horas contadas". Algunos sabéis de qué hablaba.

CEGUERA
Esa expresión de miedo en tus pupilas,
esa perplejidad
que asoma entre tus labios,
esa ceguera –qué me está pasando-
para reconocer el rostro que se acerca.
Tú siempre fuiste un niño
y los niños no piensan en la muerte.
Y yo aquí tan inútil, sin encontrar palabras,
sin poder ofrecerte un clavo ardiendo,
y yo tan impotente
sin dar explicación a tus preguntas,
jugando a echar balones fuera de los tres palos.
Y yo aquí tan absurda
como un pobre payaso en un entierro.




0 comentarios: