domingo, abril 05, 2020

Cristina Narea

Lejos de lo mediocre, cerca de la ternura

Luis Eduardo Aute, un ser único que se queda a través de su extensa obra, para siempre en nuestros días, a partir de hoy menos felices. Un hombre bueno, un hombre grande. A mí, que tuve la fortuna de conocerle de cerca, me deja también la enseñanza de saber vivir lejos de lo mediocre, de lo fácil, de lo superfluo. Y su ternura…
Vivimos días de confinamiento, de pandemia global y esto ha hecho que se vaya sin que podamos despedirnos. Ah, estos días pensaba en ti, Luis Eduardo, en qué pensarías de todo esto, porque si hay algo que es huella indeleble Autiana es tu mirada crítica ante todo lo que nos rodea.
Estos días, en los que he aprovechado para ordenar y dar vueltas por mi casa, me he encontrado con sus letras manuscritas del tiempo que empecé a trabajar junto a él: de un día para otro tuve que aprender 26 canciones, con sus versos y forma de cantar, tan personal. Nos estrenamos en Gijón y fue un concierto precioso del que salí con un buen aprobado por su parte. A partir de ahí no he dejado de aprender y disfrutar de su forma de ver y vivir la vida, porque su forma de contarla y escribirla es un horizonte solo reservado a genios como él y unos pocos más… Nota aquí.

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