NIEVE
Miro embobada cómo caen los copos
silenciosos y blancos
a la indiscreta luz de la farola
en una sucesión inacabable
que me embruja y me deja
sin voluntad ni afanes, igual que cuando miro
el crepitar del fuego. Es algo extraño,
una atracción fatal que me hipnotiza.
0 comentarios:
Publicar un comentario