REFLEXIÓN AL ALBA
a Paco Ibáñez, amigo*
En un campo de piedras
ese que se convirtió en torrente
cuesta abajo
rodeando cerros y montes agrestes
hasta los meandros de la vejez
desde donde se atisba la playa.
Ahi enfrente está la mar
hoy es una mar en calma
una cornisa de espuma
besa mis pies
con la suavidad del tiempo
que se desgrana.
Dulce la madrugada avanza
ya veo la primera luz del alba
me sentaré a meditar
el sinsentido de las cosas
la gratuidad del bosque
sus caminos y sus gramáticas
no contaré lo acaecido
en esta travesía
agridulce
entretenida
el Amor
el más sublime de los sentimientos
esto es lo que nos salva
las variadas clases de amor
nombradas como se quiera
lo demás es pura paja.
Me preguntaréis
¿Y el conocimiento?
Ése forma parte del ser
sin él no seríamos nada
es como el cuerpo
como un paisaje de flores
un salto de agua
una pradera de ovejas
o una loma de vacas que pastan.
Todo puro paisaje
sin ello no somos nada.
¿Y la Poesía?
La Poesía es Amor
pasada por el alambique
de la Palabra.
Ramón Serrano
9 de mayo 2020/2023
*Hace escasos minutos que me llegó este poema, que escribí y colgué, en mayo del pasado año, en el muro del grupo Amigos de Paco Ibáñez en donde estoy, por un like de un miembro.
Conozco a Paco desde 1968, y hemos pasado juntos momentos maravillosos, en Barcelona, en México o en París. Nunca olvidaré la tarde que vino a verme al Hospital, recién operado de cáncer de colon, y me cantó un par de canciones, a capella, en la habitación. Sólo estábamos mi hija Àfrika y nosotros dos.
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