sábado, septiembre 02, 2023

Joaquín Sabina

 Joaquín Sabina se despide de Sevilla por la puerta grande

El genial cantautor brindó anoche un brillante concierto en la Real Maestranza ante 6.500 espectadores

Joaquín Sabina le dedica su concierto a Curro Romero: «Siempre he venido a la Maestranza a ver al Faraón de Camas»

Joaquín Sabina ha ofrecido este viernes el primero de los dos conciertos que dará este fin de semana en Sevilla. La segunda cita, también en la plaza de toros de la Maestranza, tendrá lugar el domingo, siempre y cuando la lluvia lo permita. Pero centrándonos en el de hoy, hay que destacar el detalle que ha tenido con Curro Romero.

El cantautor comenzó su espectáculo y, tras la primera canción, paró para dirigirse al público. Fue entonces cuando Sabina, conocedor y apasionado del mundo de la tauromaquia, explicó que el torero sevillano estaba entre los asistentes.

Así, Sabina empezó explicando que «tengo que contároslo porque, si no lo hago, me puedo caer de la emoción. Yo había venido bastantes veces a la Maestranza, desde luego no para torear. Siempre venía a ver al 'Faraón de Camas', a Curro Romero».

Noche para la historia de la ciudad la que se vivió anoche en la Real Maestranza de Sevilla. Y en esta ocasión no tuvo a un torero como protagonista. O sí. Joaquín Sabina brindó un gran concierto en el marco de una gira con claros aromas a despedida, algo ya de por sí para que cada uno lo guarde en los anales de su memoria, pero el momento que quedará para el recuerdo de cada espectador y de Sevilla es ese encuentro entre Sabina y Curro Romero.

El cantautor, nada más empezar el concierto, tras arrancar con 'Cuando era más joven', dedicó unas sentidas palabras al torero, que se encontraba en la quinta fila. «He venido bastantes veces a la Maestranza, siempre a ver al Faraón de Camas, a Curro Romero. ¿Cómo puede ser tan loca la vida y a veces tan emocionante? Me acaban de decir que está aquí con su mujer, Carmen Tello. Curro, maestro, este concierto es para usted. No se puede pedir más a la vida». De maestro a maestro, ambos de pie y el público ovacionando. «Saber que estaba ahí delante el artista que más me ha impresionado en mi vida ha hecho que cambie mi guion del concierto», confesó un poco más tarde.

Además de revisar gran parte de su excelso cancionero, el bardo andaluz también interpretó tres de sus creaciones más recientes, 'Lo niego todo', 'Lágrimas de mármol' y 'Sintiéndolo mucho' («Por fin ayer llegó la hora tan temida de hacer balance de mi vida y terminar esta canción, y en vez de echar sal y vinagre en las heridas haré otra vez de tripas corazón»).

El tour, el concierto y las letras recién referidas son indiscutiblemente el particular canto del cisne a orillas del Guadalquivir del artista más canalla y lleno de talento de cuantos existen en la música de autor escrita en la lengua de Cervantes.

Dos horas de altísimo voltaje literario
Y lo hizo de manera memorable, dosificándose, sí, con la mirada demasiado atenta al telepronter para no olvidar ningún verso, con la voz igual de cascada que de costumbre, casi sin bajarse de su taburete, pero qué importa eso cuando la vieja fragua de su garganta funde de manera única los lamentos del corazón, qué importa eso cuando tamaño repertorio de altísimo voltaje literario suena a la perfección a manos de una banda (su «cuadrilla») repleta de grandes músicos –los habituales a excepción de Pancho Varona (¿alguien le echó anoche de menos? en el escenario al menos, no)–, qué importa eso si su sola presencia cautiva, qué importa eso cuando la suma de los factores da como resultado dos horas tan fecundas para el alma como las que se vivieron anoche en el ruedo del Baratillo.

Como el torero sevillano, el maestro Sabina no necesita armar una faena larga, en cuatro lances de su excelsa poesía musicada hay más verdad, más talento y más arte que en todos los maratonianos festivales que abundan cada primavera-verano a lo largo y ancho de la geografía española, más que suficientes para poner a todo el mundo de acuerdo y poner la plaza boca abajo. Pero es que, además, al igual que el Faraón de Camas, parece que el Flaco se gusta en la Maestranza. Nota aquí.










0 comentarios: