lunes, octubre 16, 2023

Juanse

 En la fiesta de Juanse, volvieron Los Ratones Paranoicos

En un Luna Park repleto, el guitarrista y cantante convocó a la formación original de la banda: el resultado fue una ardorosa celebración plagada de clásicos inolvidables.

“Gracias por venir a presenciar lo que va a pasar hoy. Será una noche inolvidable”, dijo Juanse apenas se colgó la guitarra. El nombre del show con el que el músico volvió al Luna Park el viernes, Ratones Paranoicos: 40 aniversario, era toda una invitación a disfrutar no sólo de uno de los mejores cancioneros del rock argentino. También proponía una gran fiesta para la nación stone, que tuvo como corolario la reunión de la formación original de los Ratones. Y el anuncio de la gira Adiós para siempre. Tour 2024 cuya escala en Buenos Aires sucederá en septiembre en cancha de Vélez. 

En la previa del recital, el público respondió a la convocatoria desbordando la Plaza Roma para consumar una suerte de kermesse. Como en los viejos tiempos. En el cruce del Alem y Lavalle, con dirección al estadio, “(I Can't Get No) Satisfaction”, himno por excelencia de la tribu, daba la bienvenida a la feligresía.

Poco después de que la horda de remeras que se dividían entre la popular lengua roja inspirada en la diosa hindú Kali y el ojo en espiral acuñado por Marta Minujin colmaran el predio, Juan Sebastián Gutiérrez irrumpió en el escenario, en medio del bullicio. Fue el primero en hacerlo, secundado por el bajista Pablo Memi (compañero de mil y una batallas), el guitarrista Ponch Fernández y el baterista Juan Colonna. Lo que decantó en un vitoreo a la altura de la contundencia del repertorio inicial. Pasadas las 21, el cantante y guitarrista inauguró la ceremonia con “Sucia estrella”, seguida por “Enlace”: la metamorfosis, el salvajismo y la urgencia sintetizados en una misma canción. Si lo anterior ya era demasiado, el rapto germinal tomó aún más vuelo con “Líder algo especial”, con Facundo Soto, frontman de la banda Guasones y heredero del legado de los Ratones, en calidad de voz invitada. Antes de introducirlo, Juanse imploró: “Que se desate la tormenta”.

A la terna de clásicos de Los chicos quieren rock (1988) se le sumó otro tema de culto del segundo álbum de los Ratones, el fundamental “Carolina”. Bien a lo taurino, a manera de estocada. Pese a que ese comienzo puso la vara bien arriba, el maestro de ceremonias se atrevió a bajar un cambio con el blues “Dama negras”, para a continuación equilibrar la balanza con el boogie “El vampiro”. Si “Simpatía” los puso en plan funk, tomando prestados matices de “Miss You” de los Stones, “Bailando conmigo” la rockea. Aunque con precisión groovera. En “El centauro” retomaron el rock and roll raudo, de autopista sin peajes, donde un Juanse inspirado sacó chapa de su PhD en el arte de dominar el instrumento a su antojo. Regresaron a Los chicos quieren rock de la mano de “El hada violada”, lo que desató la locura entre el público. Dos años después de esa obra maestra, el grupo lanzó Tómalo o déjalo, del que el artista rescató “Boogie”. Nota aquí.



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