miércoles, noviembre 08, 2023

Wos

Wos en Quilmes: de la noche perfecta a lo mejor por venir

Con un repaso de toda su carrera y algún anticipo de su próximo disco, el rapero entregó un show explosivo, con una banda a la altura de su propuesta.

Al bajar en la estación de tren de Quilmes, las remeras de Boca Junior se entrecruzaban con las alusivas a Wos. Pero unas cuadras más adelante se disipaban los cánticos de aliento al club pese a la derrota y sólo marchaba la púber feligresía del rapero. En las inmediaciones del Estadio Centenario, sede del “Decano”, se percibía un sonido ambiental, al mejor estilo de las películas de suspenso, a medio camino entre lo macabro, lo misterioso y lo tenso. Antes que huirle, la gente se acercaba a cuentagotas a la boca del lobo. O más bien a la recreación de esos dientes (instalados en el ingreso al predio) que ilustran la tapa de Oscuro éxtasis, segundo álbum del álter ego de Valentín Oliva y cuya etapa estaba por cerrarse. Si el show del viernes, en el mismo lugar, había sido adjetivado como “explosivo”, todo podía suceder en el cierre de la gira en la noche del sábado. Y así sucedió.

Justo en el terreno baldío que estaba al lado del estadio, se agolpaba la muchedumbre que ya empezaba a sufrir la ansiedad. A medida que ese hálito que respiraba el sistema de sonido aumentaba su intensidad, también lo hacía la tela blanca que tapaba el escenario. Veinte minutos luego de las 21, un haz de luz se proyectó sobre el lienzo, y, al mejor estilo del teatro de sombras, Wos, encerrado en un círculo de luz, espetó: “Sumergiendo mi cabeza en una nube, sintiendo lo que baja y lo que sube. Se prepara el corazón pa’ cuando nada alumbre. Somos cuerpos en peligro de derrumbe”. Tras dejar fluir los primeros versos de “Introducción al éxtasis”, cayó la pantalla y apareció el artista junto a su banda. Luego de ese abreboca existencialista, el icono centennial se debatía entre lo dark y lo épico de la mano de “Buitres”, también incluido en el disco que despedía.

De pronto, Wos y su banda pegaron el volantazo y la rockearon con “Luz delito”, de Caravana, su álbum anterior, lo que le inyectó la locura a sus fans, que respondieron saltando como si se tratara de un mantra colectivo. En ese momento, la steadicam en escena, recurso apropiado por la música urbana para sus shows en vivo, tomó protagonismo. Y es que Wos comenzó a interactuar frente a ella, generando la sensación de que estaba improvisando un videoclip en vivo. Fue la primera advertencia de que el recurso audiovisual en este caso no era sólo funcional a la contemplación: también era partícipe activo. Apenas terminó el tema, la muchedumbre lo arengó con un “Wosito, Wosito”. A lo que el artista respondió con su primera alocución: “Gracias por este recibimiento, Quilmes”. Inmediatamente, se abrió el juego para ensanchar los matices sonoros. Nota aquí.






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