La Tierra Prometida
En mi tierra el cielo es siempre gris,
un Siniestro Total, casi permanente.
Nunca pertenecí a los apóstoles de la sequía
Una lluvia que es arte
En un lienzo de museo,
El aburrimiento en Jersey de lana con sabor a sopa dulce,
Silencio de lija para los que nunca están contentos.
Pero mi grito es un trueno lila y atemperado,
Un cáliz tan anacrónico como un paraguas de Cherburgo,
Un estruendo en Jericó sin muros enaltecidos,
Mi grito ora en rebeldía, musita rumbas, coplas y seguiriyas,
Esperando el momento para cruzar el mar rojo,
Y en un giro sorprendente de las escrituras,
Volver a la tierra de Ra donde todo es claro y evidente.
Si se abren los mares,
No esperes volver a verme.
0 comentarios:
Publicar un comentario