lunes, marzo 11, 2024

Joaquín Lera

 DUBLÍN

Hoy he tomado café con James Joyce
en el centro de Dublín.
Después canté entre adoquines
en el barro de Temple,
donde los músicos se adueñan de las calles.
¡Qué placer pasear entre guitarras acústicas
escuchando canciones de folk irlandesas,
y beberse una guiness a dos grados bajo cero
mientras el mundo gira en su tocadiscos de ambiciones!
San Patricio, el trébol, la lira, los cafés concierto,
el Trinity College, la escultura de los emigrantes a
orillas del río Liffey, el parque donde Oscar Wilde
besó a la primavera, la nieve, los cisnes, las palomas
y, de nuevo, el Temple bar donde contemplé
con temple a las musas que sueñan con violines
sobre sus cabezas.
Volveré a Dublín y besaré sus calles de juguete.
De momento voy a guiñarle el ojo a esta pinta de cerveza.
Mañana ya veremos.





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