domingo, octubre 13, 2024

La Vela Puerca

 La Vela Puerca marcó otro hito en su carrera

La banda uruguaya, a punto de celebrar 30 años de trayectoria, mostró material de su último disco, Discopático, además de sus hits. 

Una buena noche de primavera, La Vela Puerca debutó finalmente en el Teatro Gran Rex. En realidad, sucedió durante dos noches. Tras desembarcar el miércoles en calle Corrientes, la banda uruguaya le dio la estocada a este hito en su carrera el jueves último. Las canciones y las emociones eran las mismas en ambas funciones, pero los invitados (en su mayoría) cambiaron. Otro rasgo que varió fueron los nervios, porque en la segunda fecha consiguieron domarlos. Lo que bien supo reconocer ese día el vocalista Sebastián Cebreiro. Por más que parezca un dato anecdótico, en sus 29 años de historia nunca se atrevieron a subirse a ese escenario. ¿La razón? Le tenían un respeto que lindaba con el temor. También lo confesaron en las dos horas de show. Es por eso que este estreno estuvo amparado por un concepto.

“Envés” fue el nombre de esta propuesta que surgió a partir del “capricho de un montón de canciones que se amotinaron porque extrañaban” a los fans de la banda. Tal como justificó Sebastián Teysera, el otro frontman. El tándem de recitales en el Teatro Gran Rex estuvo precedido por otro debut en los aforos locales, esta vez a fines de mayo: el Movistar Arena. Se trató del preludio de la celebración de sus tres décadas de trayectoria, en el que igualmente desfilaron un montón de amigos músicos. Aunque la lista de temas fue diferente a la de esta vuelta. En sintonía con el espíritu estético de su último álbum de estudio, Discopático (2022), próximo a sus influencias post punk y new wave, La Vela Puerca reunió en este desembarco porteño esas canciones que sitúan a la banda en la militancia del rock alternativo.

Santiago Moraes amenizó la previa de los orientales. Mientras el ex integrante de Los Espíritus defendía su proyecto solista, en las puertas del teatro un puñado de fans, guitarra en mano, entraba a tono repasando un mini set de clásicos de la banda. Una vez adentro, a pocos minutos del inicio de la actuación, el público revoleaba al unísono la arenga “Vamo’ La Vela de mi corazón”. Esa suerte de mantra sólo consiguió ser interrumpido por el ocaso de las luces y la apertura del telón. Entonces el criquear de los grillos y el sonido de otros bichos nocturnos empezaron a darle entidad al bosque encantado que sirvió de puesta en escena. La sala se tornó tan silenciosa como expectante. Cuando los músicos sintonizaron con el clima del instante, decidieron irrumpir por el tablado.

Largaron con la guitarrera, espesa y melancólica “Frágil”, para luego seguir con “Su ración”, donde Teysera se colgó por primera vez la guitarra acústica. Y la audiencia se prendió en el canto colectivo, al tiempo que algunos se pusieron de pie y comenzaron a saltar sin pensarse mucho que estaban en un teatro. En tanto eso sucedía abajo, arriba salieron más músicos de la trastienda y poblaron el escenario. Con la rauda (a un minuto del arrebato indie) “Sanar”, La Vela Puerca cerró un inicio comandado por los temas del álbum El impulso (2007). Lo que los fans agradecieron invocando nuevamente el “Vamo’ La Vela de mi corazón”. A continuación, redoblaron la apuesta y también la intensidad de la mano de “Se despierta”, lo que dio pie para llamar al primer invitado de la jornada del jueves. Nota aquí.



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