EL PARQUE DESVENCIJADO
Los sentidos van menguando
según el sol baja la escalinata
a esconderse al otro lado
recostados en el hipotálamo
veo y no veo
oigo y no oigo
sólo siento las agujas clavadas
en lo más hondo de la sangre
el asfalto ahogó las flores
el jardín se vino abajo
ya no quedan aquellas begonias
que atentas escuchaban
los versos que yo recitaba
las acacias siembran su cobre
agitando brazos y alma
el verde se está evadiendo
del misterio de la floresta
cuando el hipocampo se abría
como un clavel en la ventana
ahora pardo de mí
no doy ni un paso en el pasto
cabalgo desde muy lejos
mis penas cuesta abajo
doblaré el umbral del tiempo
y se acabarán los espantos.
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