miércoles, abril 09, 2025

Pedro Pastor & Rozalén

 Pedro nos cuenta por Facebook.

Este 2025 se cumplen 10 años desde que somos una banda y lo vamos a celebrar de la forma más especial posible: con un disco hermoso con colaboraciones de auténtico vértigo.
El lunes -14 de abril- sale la primera, Los Olvidados junto a Rozalén.
No podía ser otra canción la que arranque este proyecto y no se me ocurre una persona que pueda honrarla más.






Laura Henríquez

 

El Kanka


 

El Tokio

Cafetines de Buenos Aires: El Tokio en Villa Santa Rita cumple 95 años y el barrio saldrá a la calle a festejar

El bar abrió en 1930 como otros tradicionales boliches porteños. Originalmente había dos mesas de billar que cedieron su lugar para que más clientes pudieran tomar café.

En Villa Santa Rita, Buenos Aires recuperó un lugar de encuentro. También de desencuentro, pero de eso me encargaré más adelante. Ahora vengo a contar que luego de largos meses de obra, con vecinos que certificaron a diario su evolución, reabrió el Bar El Tokio, ubicado en Álvarez Jonte 3550 esquina Pasaje Tokio. Volvió a manos del hijo de Jesús. Suena bíblico, lo sé. ¿Acaso no estamos de acuerdo en que en Buenos Aires el café es religión? Con tantos Jesús dueños de cafés y bares en la ciudad estamos bendecidos hasta el fin del mundo.

El Bar El Tokio abrió en 1930. Qué cosa ese año. No deja de sorprenderme. Los Galgos, La Giralda, La Academia, Bar de Cao, El Colonial, Bar del Plaza Hotel, entre otros, son del 30. Puede afirmarse que es el año de comienzo de la Segunda Colonización Española.

El primer nombre del bar Tokio fue Jonte. Era un boliche de esquina con dos billares. En 1950 entró a trabajar como lavacopas Jesús Feas Albor. Joven de 16 años, recién llegado de Galicia. Y como tantas conocidas historias de trabajo y sacrificio, Jesús terminó comprando el lugar. Su primera decisión fue cambiarle el nombre. Convocó a un letrista y pintó los vidrios para rebautizar al local como “Santiago de Compostela”, su pueblo natal. No hubo caso. Ya todo el mundo lo llamaba El Tokio. Y se rindió ante la evidencia. La clientela siempre tiene la razón.

En 1964 Jesús Feas Albor conoció a su esposa Nélida y dos años más tarde, instalados en el bar —el depósito les servía de dormitorio— nació Miguel, el primero de cuatro hijos. Eran años de mucho trabajo. En el país y en el bar. Tanto que Jesús tuvo que deshacerse de una de las mesas de billar para responder a la demanda. El espacio no daba abasto para atender a operarios de talleres y fábricas cercanas. La segunda mesa de billar sobrevivió hasta mediados de los 80 cuando el costo del paño para reparar el daño provocado por los jugadores era más elevado que los ingresos por sus consumos. Si hasta Carlos Garaycochea, parroquiano frecuente, le dejaba dibujos en el verde paño con los restos de tiza de los tacos. La última mesa de billar fue a parar al buffet de una institución del barrio. Don Jesús lo trabajó hasta 2002 cuando decidió pasar a retiro. Al bar lo alquilaron unos vecinos. Poco después Jesús falleció.

Volví a El Tokio después de muchos años. No lo hacía desde los tiempos de Jesús. Comparto la mesa con su hijo, Miguel Feas y su socio, Martín Conte. Ellos me cuentan sus historias de vida y cómo se conocieron. El Miguel niño siempre tuvo el mismo deseo “vestir de traje y viajar hasta el Centro con maletín”. La psicología barata me exime de mayores comentarios. El Miguel universitario quería ser gerente de banco. Estudió economía y alcanzó esa posición en el Banco Santander.

Martín Conte era hijo de un bancario y siguió los pasos de su padre. Pero, entretanto, mientras transitaba su vida en diferentes entidades de crédito, le picó el bicho de la gastronomía y empezó a abrir bares. Uno, dos, tres. Hasta llegó a tener un hostel en Palermo. Un domingo, en un asado familiar, frente al fuego que Martín animaba para llevar a la parrilla, el padre lo abordó por la espalda y le dijo: “No lo hagas por mí, si querés otra cosa, andá tranquilo”.

Miguel y Martín fueron compañeros de trabajo del Banco Santander. Ambos renunciaron a sus trabajos y, años más tarde, se reencontraron para retomar la historia del Bar El Tokio. “Yo no sabía nada de gastronomía, pero sí tenía entrenado el músculo de la relación dueño y cliente” dice Miguel. Para Martín, la argentinidad que afloró después del Mundial ganado de Qatar, lo empujó a apostar por un producto genuino de fuerte anclaje local que rescate nuestros valores culturales. La charla que mantenemos se ve interrumpida por vecinas que se acercan a la mesa para decirle a Miguel Feas “Yo te vi nacer” o “Yo te cambié los pañales”. Otra pareja que se acerca le pregunta a Martín Conte si el Ministerio de Cultura de la Ciudad está enterado de la reapertura. Esa familiaridad más el orgullo barrial es lo que fluye por el bar.

La restauración que hicieron fue magnífica. El bar recuperó el viejo toldo de aluminio. No sin dificultades. Quedan pocos que dominen el oficio. Miguel acota que tiene el dato de un herrero que vive en Rosario y está por llamarlo. Las aberturas siguen siendo las originales. Lo mismo pasa con el piso calcáreo que mantiene las huellas de los movimientos de los jugadores de billar. Para reforzar el carácter porteño convocaron al fileteador Gustavo Ferrari para que pinte el nombre del bar en las vidrieras. También invitaron a diferentes artistas que pintan bares a que dejen su impronta en el salón. Y siguen luciéndose en las paredes el retrato de Jesús Feas Albor y la réplica de “El triunfo de Baco” de Diego Velázquez. Ambas obras las realizó Héctor, un viejo cliente del bar al que Jesús le dio refugio y comida —en el depósito que había sido su dormitorio matrimonial— mientras pintaba.

Miguel no recuerda más que el nombre de este artista de apellido anónimo. Sí que había comenzado a copiar otra obra de Velázquez y que el trabajo inconcluso estuvo arrumbado en el depósito por años. Sugestiva historia. Un falso Velázquez, fiel al original, de un autor anónimo, que desapareció en la trastienda de un bar de Villa Santa Rita. Esa anécdota no la dejaré así sin más. Pero hoy estamos celebrando la reapertura y el encuentro. Tampoco el cuadro perdido es el desencuentro que mencioné en el primer párrafo. La historia fue otra. Y me tuvo como protagonista en las mesas de El Tokio. Nota aquí.








León Gieco

 

Marwán

 


Ramón Serrano

 OJITOS

Me gustan las muchachas que siempre sonrien
con una sonrisa fresca
ojitos de espuma blanca
que bailan cuando miran
una sonrisa abierta
limpia y cristalina
me gustan cuando hablan con la mirada florida
cuando en su gesto anida la fragancia
todo un jardín marino
de olas esmeraldinas
me gustan las muchachas que navegan como los cisnes
en el estanque de mi tristeza
y dan vueltas y vueltas
en los reflejos de su sonrisa.



Valeria Castro

 

Dani Flaco


 

Homenaje a Antonio Mata

 Félix nos cuenta por Facebook.

Memoria y canto de Antonio Mata
Un grupo de amigos y amigas de la poesía se han congregado hoy en Madrid, en el laboratorio de ideas del Comercial, que dirige Rafael Soler, para honrar la memoria del poeta y amigo Antonio Mata. Un acto cargado de emoción, recuerdos, testimonios y vivencias, para un escritor que cantó y celebró en vida la cultura de la palabra y la poesía del mundo.

Carlos Ares

 

La Noche de las Vinotecas


 

Félix Maraña

 Anchoas a la marinera

Por llamar al rey corrupto,
el conocido Revilla
ha removido la silla
de algún juez santo, incorrupto,
por proferir exabrupto
contra el sagrado Borbón.
Le pide indemnización
de cincuenta mil euretes,
por tocarle los juanetes,
previa la conciliación.
El querellado echa leña,
e irá a televisión
para buscar al Borbón
el ADN y la enseña.
Quien te puso una almadreña
puede meterte en apuros,
porque una multa de duros
que se pide en la querella
no parece que hará mella,
ni aclarará claroscuros.
El exiliado, en su honor,
dice que se siente herido,
pues ni miente ni ha mentido,
porque se siente un señor.
Que robe al pueblo es menor
asunto para su credo,
pues se cree dueño y su dedo
puede acusar a cualquiera,
y condenarlo a la hoguera,
por lo menos, meter miedo.
Revilla cuenta y atiza
y dice estar confundido,
enojado, resentido,
al ver que el Borbón desliza
que en un cantón de Suiza
tiene escondido el dinero.
Lo cuenta en El Hormiguero,
un programa con tarjeta,
y enciende al mayor asceta,
llamando al rey extranjero.



Idígoras y Pachi


 

martes, abril 08, 2025

Leiva

 

Laura Henríquez

 


Leire Martínez

 “En un momento determinado aprendí a poner límites, y esto no gustó”

La excantante de La Oreja de Van Gogh lanza su primera canción en solitario, un ajuste de cuentas titulado ‘Mi nombre’, y cuenta a EL PAÍS los pormenores de su salida del grupo.

Leire Martínez (Rentería, Guipúzcoa, 45 años) todavía tiene activo en su teléfono móvil un chat llamado ‘LODVG’ (La Oreja de Van Gogh). Lo forman los que fueron de 2008 a 2024 los cinco componentes del grupo de San Sebastián. Ella ni se ha salido de ese chat, ni la han echado. Permanece sin mensajes desde el 14 de octubre de 2024, fecha en la que se hizo público un comunicado donde se prescindía de sus servicios en el grupo donostiarra, donde ejercía de cantante. 17 años ventilados en 11 líneas. Han pasado seis meses de aquello, un frenesí mediático como pocas veces se ha vivido en el pop español, y la artista retoma su vida musical con la canción Mi nombre (en todas las plataformas este viernes 11), un ajuste de cuentas en toda regla donde canta: “Rompiste todo cuando casi estaba perfecto. / Nunca fui tuya, búscate a alguien que me sustituya”. El tema es el adelanto de lo que en unos meses será su primer álbum en solitario. Leire lleva el pelo de color pelirrojo fuego, se muestra tranquila y amable, y habla lentamente, realizando pausas para pensar las respuestas. La cita es en Madrid. Queda por delante una hora y media de charla.

Pregunta. Su salida de La Oreja de Van Gogh se comunicó el 14 de octubre de 2024 y provocó, por llamarlo suavemente, muchos malentendidos. La gestión de esta ruptura fue claramente mejorable. ¿Cómo lo hubiera hecho usted?


Respuesta. Yo hubiera terminado el ciclo de otra manera. Creo que todos nos merecíamos un cierre mejor. Las historias empiezan y a veces acaban y no pasa nada. Pero creo que la forma de cerrar esa etapa marca las cosas de cara al futuro.

P. ¿Cómo la hubiera cerrado usted?

R. Me hubiera gustado despedirme de la gente, del grupo… Nos debíamos eso los unos a los otros después de 17 años. No sé, un último disco, una última gira, un último concierto… Una despedida desde un lenguaje musical. Por qué no festejarlo.

P. ¿Por qué no se hizo así?

R. Si le soy sincera, no lo sé. Porque yo no decidí.

P. ¿Es normal que un grupo integrado por cinco personas tome decisiones importantes excluyendo a una de ellas, la cantante en este caso, la que da la cara en el escenario?

R. Yo entiendo que no es normal. Pero a veces las formas de trabajar de un grupo van cambiando y se van adaptando a las circunstancias. Yo llego a un grupo que ya está creado, donde hay una forma determinada de funcionar. Y yo entro y respeto lo que hay. Hasta que dejé de respetarlo… Cuando entré no puse límites, pero en un momento determinado aprendí a ponerlos, y esto no gustó. Yo entiendo que esto no gustara, porque no estaban acostumbrados. ¿Esto es culpa de alguien? No, pero eso hace que se rompan las relaciones. Qué ha detonado todo esto: un cúmulo de cosas. No entendíamos el grupo de la misma manera.

P. “Queremos anunciar que las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados”. Eso dice el comunicado. Según está redactado, parece incluso que usted no era La Oreja de Van Gogh.

R. Yo he sentido que era parte del proyecto y he creído que teníamos algo chulo, interesante y potente. Luego cada uno tiene sus cosas, pero se puede convivir en la diversidad y llegar a acuerdos. Yo he creído hasta el último día en el proyecto.

P. Parece que era algo desigual: cuatro contra una.

R. No siempre fue así, pero en algunos momentos sí ha sido así. Pero lo entendía, porque me incorporé a la banda con la maquinaria en marcha, cuando ya se habían tomado muchas decisiones. Así que existían ya roles establecidos. Y a mí nunca me gusta imponerme. Siempre me gusta compartir mi opinión, pero no convivo bien con las imposiciones. Esto no es sobre buenos y malos, y no me siento cómoda ahí. Los cinco somos responsables y hemos tenido que ver en lo bueno y en lo malo que haya pasado. Y eso se llama convivencia. Nota aquí.



Abel Pintos

 

Carlos Varela


 

Rafa Pons

 

Inés Estévez & Germán Palacios

 "Yasmina Reza escribe sus obras desde las vísceras"

Los actores decidieron hacer su propia versión de la obra de la autora de ART, a quien le gustó la idea de la puesta y la pareja protagónica. "Escribe con maestría, encontrando situaciones dramáticas como excusa para desarrollar los grandes temas de la literatura", afirman ellos.

El hombre inesperado, una de las grandes obras de Yasmina Reza, multipremiada escritora, actriz, novelista y dramaturga francesa, saltará la barrera idiomática para seguir por el andarivel de los sentimientos de dos pasajeros de un mundo interior. Es que el viernes 11 de abril a las 20.30 en el Teatro Maipo se conocerá la versión argentina de esta historia de una mujer que se encuentra ¿fortuitamente? en un viaje en tren con un hombre, que resulta ser el escritor que ella lee habitualmente. A la calidad de la obra de la autora de ART, se le suma que los directores y protagonistas de El hombre inesperado son dos animales de la actuación: Germán Palacios e Inés Estévez. Las funciones también serán los sábados a las 21. 

"Fui convocada por Germán. Me preguntó si me podía llamar, yo estaba manejando, me llamó y cuando me llamó me propuso esta obra, que yo había visto y me había fascinado. Y sentí que bajaba Dios, sentí que era un proyecto que tenía todo que ver con lo más genuino de mi búsqueda artística y profesional, y me encantaba volver a trabajar con él, algo que habíamos hecho solo dos veces en cine hace muchos años", cuenta Estévez en la entrevista con Página/12.  A su lado, Palacios completa: "Estaba viendo el material en soledad y estaba enloqueciendo un poco. Lo tenía hacía varios meses y venía estudiándolo, empecé a interpretarlo y a pensar también un poco como director, inevitablemente, con posible puesta en escena y todo. Y necesitaba una compañera sí o sí para empezar a madurar. Así que fue mágico porque Inés también era inequívoca para mí. Fueron las ganas, y fue shockeante llamarla y que me dijera que sí al instante. Y empezamos a trabajar ya así: ella en el auto manejando y conversando. Después, también coincidimos mucho en la lectura del material, en la interpretación y una afinidad natural que hace que sea más fácil compartir la dirección".

-Además de dirigir, ¿la idea fue siempre que fueran ustedes los protagonistas o es algo que después se dio con el correr de las charlas?

Germán Palacios: -No, partía de la base de que la actuáramos, primero que nada.

Inés Estévez: -Lo de la dirección vino después. El tenía la idea de dirigirla, pero la idea era, en principio, actuarla los dos, y después me ofreció compartir la dirección. Y ahí ya se terminó de cerrar todo, porque veníamos muy coincidentes en relación a lo que haríamos con la puesta, con la obra, con la imagen. Y llegó un momento que nos pareció que estaba tan avanzada esa idea que trasladársela a una tercera persona iba a ser un incordio.

G.P.: -Ya era difícil, estábamos muy, muy avanzados. Es una muy linda decisión, muy linda experiencia, porque uno no está acostumbrado a estar en los dos lugares. Pero para nosotros la idea de esta obra es como quien hizo un pan: es un proyecto muy particular en ese sentido y es como que veníamos amasándolo y amasándolo. Por eso dijimos: "Horneémoslo nosotros. ¿Vamos a llevarlo a una panadería? ¡No!". Así fue.

-Es una obra de Yasmina Reza que se hizo en otra oportunidad en la Argentina y refleja una historia que no pierde vigencia: el amor, la soledad, la muerte son los grandes temas de la obra, pero también los grandes temas de los seres humanos, ¿no?

I.E.: -Sí, subyacen, ¿no? Son temas inherentes a la existencia y no tienen edad. Son temas que acompañan la existencia toda, porque quizás uno cuando es muy chico no tiene tanta conciencia de la finitud, pero los otros dos ítems que mencionás son absolutamente vigentes. Creo que habla de muchas más cosas que eso. Hace un rato comentaba que es un viaje de los dos personajes, un viaje en el que coinciden, pero también es un viaje de cada personaje consigo mismo.

-O sea, es un viaje físico de traslado y, a la vez, es un viaje introspectivo. ¿Se podría decir que sus personajes son pasajeros de un mundo interior?

G.P.: -Sí, y a la vez, como todas las obras de Yasmina, vincular. Cada uno consigo mismo y con el otro. Las obras de Yasmina Reza son maravillosas porque es una mujer inclasificable. Ella escribe con una maestría, encontrando situaciones dramáticas como excusa para desarrollar los grandes temas de la literatura. Porque esto que vos mencionaste y arrancaste es Shakespeare: la vida, la muerte, la soledad. Ella lo maneja desde un lugar inclasificable. Cuando escribe una comedia, dice de sí misma: "Si yo escribí una tragedia..." En este material, yo le digo a Inés: "Esto es una comedia de amor". ¿Pero con qué? Con el humor, con la profundidad, la sofisticación con la que escribe una autora consagrada. La inteligencia, claro. Es un material muy particular. Nota aquí.



Carlos Chaouen

 


Mafalda Cardenal

 

Rafa Mora

 AMORES GRAMATICALES

Hay amores sin reglas ortográficas.
Sintácticamente desordenados.
Morfológicamente copulativos.
Hay amores sin tilde pero acentuados.
Amores de punto y seguido,
de punto y aparte,
de punto y final.
Amores en coma.
Amores que buscan sinónimos.
Amores que ansían antónimos.
Amores de complemento directo.
Amores circunstanciales.
Amores que se complementan indirectos.
Amores que habitan sólo en pronombres.
Amores encerrados entre preposiciones.
Amores sin ninguna conjugación.
Hay amores singulares.
Amores en plural.
Amores que se quedan sin palabras.
Amores sin tiempos verbales.
Amores que, al fin y al cabo, construyen diariamente un lenguaje que tod@s hablamos.



María del Mar Bonet


 

Mäbu & Guadi Galego

 

Homenaje a Nina

 Javier Ruibal nos cuenta por Facebook.

Mañana miércoles nos daremos un baño de cariño en memoria de nuestra Nina. Fue primero anfitriona de cuanto músico sensible caía por Madrid dándole lugar y respeto además de conciertos para que la gente supiera de esa otra música que prima acelerar los latidos del corazón y poner la piel erizada. Y luego a puerta cerrada, en las diferentes salas que tuvo, la noche no tenía fin porque había que cultivar la amistad como patria y la alegría como bandera.
Nina siempre será la risa rotunda y la presencia inquebrantable ante cada uno de nuestros conciertos. No estás ausente,al contrario, estás tanto o más presente que antes.
Y mañana nos vas abrazar a todos con tu abrazo gigante y zalamero. Gracias por todo y por tanto.



Tute


 

lunes, abril 07, 2025

Kiko Veneno

 “Serrat es el número uno y Rosendo el Machado del rock”

El artista repasa la historia de la música española después de ser el que más álbumes (tres) colocó entre los diez primeros de la lista de Babelia ‘Los 50 mejores discos españoles del último medio siglo’

Sevilla. Barrio del Polígono San Pablo. Cielo encapotado, pero temperatura agradable. Jueves 3 de abril. Hoy hace 73 años nació Kiko Veneno en Figueres (Girona). A los tres años se trasladó con su familia a Cádiz y cuando él contaba nueve se mudaron al sevillano barrio de Nervión, cerca de donde estamos. Sale del taxi, saluda y dice de inmediato: “Vamos a tomar una cervecilla; venga, que es mi cumpleaños”. Nada más entrar en el bar, agarra su móvil y muestra al fotógrafo y al redactor su último descubrimiento: la Chirigota del Ukelele, una agrupación gaditana que compone “cuplés con tres palabras”. “Escucha, escucha. Qué maravilla…”, se deleita mientras sube el volumen de su móvil, con los camareros atentos.

Kiko contagia entusiasmo, quizá precisamente por una veteranía bien asimilada. También por la parte creativa: en unos días edita un disco con G-5, un grupo donde ejerce de sabio patriarca de Tomasito, Los Delinqüentes y Muchachito, y ya tiene listas 12 canciones para un álbum propio que quiere publicar el año que viene. Contribuye a este excelente estado de ánimo el reconocimiento que obtuvo el pasado 15 de marzo, cuando Babelia publicó una encuesta entre 41 especialistas vinculados a EL PAÍS para elaborar la lista de los 50 mejores discos españoles de los últimos 50 años (1975-2025). Realizados los recuentos, resultó que Kiko participó en tres de los diez primeros (La leyenda del tiempo, de Camarón, donde aporta canciones e ideas, en el puesto uno; Échate un cantecito, en el cuatro, y Veneno, en el nueve) y otro más en el lugar 21 (El madrileño, de C. Tangana, donde canta un tema). Estamos, pues, ante el triunfador de esta lista.

Pregunta. ¿Cómo le sienta el traje de uno de los artistas más influyentes de la música española?

Respuesta. Me da un poco de vergüenza, la verdad. Tengo tres apariciones entre los diez primeros y otros artistas muy grandes ninguna. Las listas son para gente con conocimiento y con raciocinio para relativizar. Me parece injusto que yo esté ahí, pero las listas son eso, una aproximación. De todas formas, la música es para disfrutar, no para discutir quién está en una lista.

P. ¿Quién considera que es el número uno de la música española?

R. Serrat es el número uno de la música española. Empezó cantando en catalán, hizo buenas letras y potenció el mensaje de Machado y Miguel Hernández. Serrat es importantísimo para la cultura de España, las costumbres, una persona relevante socialmente y hasta filosóficamente. Hay personajes como Serrat, Camarón y alguno más que son definitivos. Con 15 años me aprendí enteros, con voz y guitarra, John Wesley Harding, de Bob Dylan, y Ara que tinc vint any, de Serrat [ambos publicados en 1967]. Me acuerdo porque fuimos a Cataluña de veraneo, al pueblo de mi madre, y un herrero me construyó un aplique para poder soplar la armónica mientras tocaba la guitarra. Así de peculiar era yo con 15 años.

P. ¿Qué música le impactó primero?

R. De chico, cuando estaba en Cádiz, escuchaba la radio: Sarita Montiel, Juanito Valderrama, Caracol… Me encantaba la música folclórica española. Pero lo que me hace despertar la afición es cuando llego a Sevilla y empieza el fenómeno de los Beatles. De España, lo primero que me impacta son Los Brincos. Son los primeros que hacen rock-beat, como los Beatles pero en español. Idiomáticamente abrieron puertas extraordinarias. [Kiko se pone a cantar Mejor, de Los Brincos]: “Mejor era cuando decías, que también me querías, ahora todo pasó”. Eso la gente se cree que es una pamplina, y yo les digo: hazlo tú. Luego me impactó Peret, que lo veía en la tele cuando yo tenía 12 o 13 años. Peret era original. Y después hay una persona fundamental que es Paco Ibáñez, por su formación política y el estudio de los poetas clásicos. No era nada popular y tenía poca gracia, y lo digo como algo meritorio. Hacía melodías maravillosas sin gestos a la galería. Era seco, austero, sin aditamentos. Yo lo adoraba.

P. ¿Quién le encaminó hacía el flamenco?

R. He de decir que lo primero que me arrebató fue la música inglesa y americana: los Beatles, los Who, los Kinks, los Doors, la Motown, Bob Dylan, Miles Davis… Pero curiosamente me aficioné al flamenco en California, en un viaje que hice en 1974, en plan hippy. Allí conocí a Agustín Ríos, un guitarrista gitano de Morón, sobrino de Diego del Gastor. Vivía en EE UU porque estaba casado con una americana. Él me aficionó al flamenco y ya cuando llegué a España conocí a Raimundo Amador y me metí a fondo. Agustín murió hace una par de años. Ahora tengo contacto con su hija. Nota aquí.



Julia Medina

 

Luis Quintana


 

Ramón Serrano

 NUEVA MASACRE EN GAZA

Cientos de niños
cementerio de piedra amordazada
In Memoriam
Antes de la nueva cacería
antes de las argucias de la sucia pólvora
sobre los capullos que asomaban
por el pretil de la vida
la vieja sangre corría por las vaguadas todavía
de norte a sur
de sur a norte
persistente la famélica noche aciaga
no es suficiente el dolor de las flores tronchadas
el aroma putrefacto de la venganza
ni el fuego sobre la hierba de antaño
esplendoros parterres ajardinados
rompiendo el silencio del tiempo
-saben que el padrino está de su lado-
a fuego y acero dejan arrasado el llano
habrían sido flores de pétalos aromáticos
carme de carbón humeante ahora
ceniza de una historia de vergüenza
odio de un jardinero enloquecido
creyente de un dios sangriento
emborronando las páginas del pasado
¡no segueis más capullos del jardín!
dejad en paz las amapolas
que crezca la esperanza entre el trigo
oro del mañana
miles y miles de capullos amortajados
serán futuro de semilla al alba.



Enrique Bunbury

 

Rafa Pons


 

Vicky Gastelo

 Vicky nos cuenta por Facebook.

Sí, he tenido el inmenso honor de escribir para ella, la gran DAMA de la música
Con ella aprendí a cantar....
He escrito dos canciones con todo mi cariño. Dos canciones muy especiales, como ella y de las que me siento muy orgullosa. Muy pronto las podréis escuchar.
Un sueño que ni me habría atrevido a soñar.
Ya me puedo volver a casa



Leiva

 

Los Secretos


 

Homenaje a Antonio Mata

 Miguel nos cuenta por Facebook.

Mañana, martes 8 de abril, presentación en Madrid del libro-homenaje a un hombre bueno, narrador y poeta excepcional. Guardo como un tesoro el último año de nuestro Whatsapp: confidencias, proyectos, incertidumbre, dolor, poemas (uno de ellos adjunto aquí), encuentros, lágrimas, despedida...
Allá donde estés, querido poeta, sonreirás, porque sentirás todo el cariño que sembraste recogido como cosecha inmensa de amor y admiración imperecederos.
El libro es un tesoro, porque en su nacimiento han puesto todo su corazón el gran Félix Maraña, junto a Anita Wonham en una preciosa edición (de momento, digital) de Poesía y Métrica (Blanca Izquierdo y Cristina Longinotti) y todos los participantes.
UN POEMA DE ANTONIO MATA HUETE
Notatum pecto
Abre tu mano desde tu pecho roto y ejecuta el milagro,
Ofrenda en el altar la impureza de la carne desnuda y ensalza, en éxtasis solemne,
Los pétalos abiertos de las rosas que sangran… es tu sangre.
Del tránsito, cara a cara, he visto los ojos ciegos del destino,
La suerte que nos depara cuando se acaban los egos y el camino,
Al final de la partida las cartas ya están marcadas por el viento,
Si no apuestas por tu vida no te valen las jugadas, todo es cuento.
Destiérrate a tu destierro con la llaga de tu herida, siempre abierta
Por los que matan a hierro y deciden que tu vida está desierta,
De la cuna a la mortaja ya te han tejido tu historia con cadenas
El filo de la navaja anclado está en tu memoria y en tus venas.
De tu sangre no reniegues ni tampoco de tu origen, aún si duro,
Al destino no te pliegues, lucha contra los que eligen tu futuro,
Los milagros nunca llegan por mucho que los esperes, son mentiras,
De los que contigo juegan y solo son mercaderes… si respiras.
Es la sangre de tus rosas abiertas en tus heridas, en tu pecho,
Las virtudes dolorosas, las utopías perdidas, tu derecho
A cometer tus pecados sin cumplir las penitencias siempre impuestas,
Todos tus sueños robados sufriendo unas consecuencias tan funestas…
«Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar…».



Diego Ojeda

 


Mr. Kilombo


 

El Roto

 


domingo, abril 06, 2025

Los Caballeros de la Quema

 

César de Centi

 César nos cuenta por Facebook.

Mi madriña lo que me regalasteis el viernes.
A veces la vida te invita a un vals y se duerme en tu pecho. Por eso y por más cosas GRACIAS.
-Mecenas.
-A todas las personas que vinisteis al concierto , sois IMPRESCINDIBLES.
-A los músicos e invitados por creer en mi proyecto y prestarme su talento.Oscar Quintans,Juan Aparicio,Diego Barral,Tito Calviño,Antonio Facal Rivas,Fetén! Producciones,Jose Laredo,Juan Cordonie,David Prado,María Ángeles Iglesias,Zeltia Díaz, Germán.
-Al Garufa y a Pepe Dorè que creyó en mi proyecto.
-A Cris Varela por el currazo maravilloso.
-A mis alumnas de guitarra por el cariño.
-A Max, técnico de sonido por su trabajo y su talento.
-A Andrey que cree en mí.
-A Claudia y mi familia que es posible que les cuesta entender a veces mi cabezonería en ciertas cuestiones.
-A Luis, Nando, Tato Paris y Daniel mi columna vertebral en cuestiones de escena.
Fui feliz y me acorde de Borja, Juan e Ismael Serrano y de las las personas que hacen la vida de este cantor mucho más sencilla.
¡Salud!
Decía Silvio,;“No he estado en los mercados grandes de la palabra…”
Aunque el viernes mis canciones eran escuchadas con claridad con respeto y cariño en mi casa.