Para Pablo
A ti que recién llegas y abres por primera vez los ojos iluminando el mundo con tu mirada. Pequeño y frágil, único como la estrella helada que mece este viento de otoño. A ti que eres recibido con celebración y maravilla, congelando el suspiro mientras tu breve cuerpo apenas llena nuestro abrazo. Crónica completa aquí.
miércoles, noviembre 03, 2010
Ismael Serrano
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