Cristina (Fernández) lo consiguió; en el país de las vacas, la leche ya es más cara que en Europa.
Siempre me desconcierta Buenos Aires; como toda pasión tiene un tiempo de excitación, en donde los defectos quedan tamizados por la fascinación: todo lo que se ve resulta exuberante, hermoso, poético, diferente. Te entregas a la ciudad como si fuera tu primer amor y estarías dispuesto a matar a quien te apercibiera de los desperfectos. La ciudad discurre siempre en las grandes avenidas, en los parques, en las veredas cuidadas llenas de terrazas que aunque fueran inútiles en invierno, esperan una línea de sol para permitir el café al descubierto. Crónica completa aquí.
miércoles, junio 08, 2011
Carlos Carnicero
Publicadas por Romano a la/s 5:36 a.m.
Etiquetas: Carlos Carnicero, Personal
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