A la mañana sigueinte el campesino vuelve a arar la tierra.
Y curaste la tierra de la muerte,
le rozaste las manos
cansadas de estar yermas,
cerraste sus heridas
y cubriste de agua cada surco.
Completo aquí.
domingo, julio 17, 2011
Joaquín Pérez Azaústre
Publicadas por Romano a la/s 9:13 a.m.
Etiquetas: Joaquín Pérez Azaústre
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