Amy y la autodestrucción.
Que la muerte de Amy Winehouse es una lástima y una pérdida para el mundo de la música nadie lo pone en duda. Ahora bien, no soy de aquellos que la mitificarán y la encumbrarán al universo de las estrellas del Rock o el Pop, para mí ese lugar está reservado sólo a aquellos que abandonaron este mundo viviendo ajenos a las drogas o al alcohol. Querían vivir. Y trabajaron duro y por encima de sus límites para dejar un legado póstumo a sus seguidores. Crónica completa aquí.
martes, julio 26, 2011
Manuel Cuesta
Publicadas por Romano a la/s 5:40 p.m.
Etiquetas: Manuel Cuesta
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