Las víctimas
Han sido tantos años de lo mismo, de ese mismo dolor, de su pulso continuo como un latido ardiente en la retina, que no entender a las víctimas un día como hoy nos resulta imposible. Después de repasar toda la información, el comunicado de ETA y las distintas comparecencias, posturas y discursos, si uno se para a leer las declaraciones de las asociaciones de las víctimas sólo puede abismarse en ese sufrimiento, pero sólo otearlo. Otearlo, sí, porque los atentados no terminan jamás para las víctimas, y porque una forma humana de afrontar el día de después es esperar, soñar, que quien te ha triturado la vida pague un precio justo por su crimen. Crónica completa aquí.
sábado, octubre 22, 2011
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