Salgo a ese camino virgen que no he de pisar,
seguro de que mi pensamiento no ha de borrar
huellas que no sean las mías, a saludar a esa
letanía que aún no ha llegado, a desnudar la
pereza, a redimir la tristeza.
Completo aquí.
Publicadas por Romano a la/s 10:46 a.m.
Etiquetas: Antonio Sanz
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