El grito hiriente de Guayasamín
A Oswaldo Guayasamín (1919-1999) no le gustaba el siglo que le había tocado vivir. Aborrecía las guerras y los soldados. Detestaba a sus líderes y sus poderes. Y lo pintó todo. Porque no sabía ni quería hacer otra cosa. Dejó constancia de su tiempo en una prolija obra que le convirtió en el artista más aclamado de su país, Ecuador, y en un referente en Iberoamérica. Ahora una extensa selección de sus trabajos ha llegado a Cádiz envuelta en una inusitada expectación que atrae a muchos; entre ellos al ecuatoriano Juan Carlos Ayala, quien ha recorrido casi 2.000 kilómetros, desde Francia hasta Andalucía, para asistir a la inauguración de esta muestra. “Es un grande”, resume. Nota aquí.
lunes, octubre 15, 2012
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