“En cualquier improvisación hay reglas”
El autor de Bar del infierno volvió a deslumbrar a su público con su habitual ingenio discursivo. Esta vez, la excusa perfecta fue la reedición de Radiocine, un audiolibro con cuatro comedias musicales breves compuestas e interpretadas por Dolina.
Los lectores se unieron a un viejo goce que forma parte de los rituales públicos de la Feria del Libro, que hoy termina: escuchar y disfrutar a Alejandro Dolina, ese formidable esgrimista verbal cuya asombrosa elasticidad le permite enlazar, a modo de payadas o contrapuntos, en diálogos dolinescos, las funciones de los cuentos rusos que enumeró Vladimir Propp con la definición del humor de Arthur Schopenhauer y la supervivencia de las cucarachas. Nota aquí.
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